Meant To Be Secret - Muke

3. Puedes confiar en mí

- Hey - saludó Michael, moviéndose a un lado para que el pequeño rubio pudiera entrar. Luke intentó centrar su mirada en cualquier cosa que no fuera aquel chico, en especial en su forma de vestir.

- ¿Está Cal? - dijo cuando por fin pudo hacer que alguna palabra saliera de su boca. Michael hizo una mueca antes de negar, mientras cerraba la puerta detrás suyo.

- No - murmuró - sigue trabajando.

- ¿A esta hora?

- Está haciendo horas extras - agregó caminando hacia adentro, colocándose la camiseta que había tirado sobre el sillón - dice que ocupan dinero para la fiesta.

El rubio solo asintió, sacando de su mochila la caja del videojuego, después de todo esa era su excusa para presentarse ahí, pero ahora que Calum no se encontraba...bueno, no tenía mucho que hacer en aquel lugar.

- Yo...bueno, solo venía a regresarle su videojuego - Michael lo tomó, rozando ligeramente los dedos del menor, y después lo dejó sobre la mesa de la sala.

- ¿Estás seguro? Cal no tardará mucho, me dijo que salía en una hora - Luke asintió, no sabiendo que más decir - puedes esperarlo si quieres.

- Si...amm, yo mejor...

- Lloverá - agregó el desteñido observando a la ventana - Viniste a pie ¿no? - Luke de nuevo solo asintió - entonces quédate, Calum me golpeará si se entera que te dejé ir caminando hasta tu casa bajo la lluvia.

El rubio terminó sentándose resignado frente a la televisión, la cual estaba apagada porque no había sido capaz de encontrar el control y, levantarse para prenderla requería de mucho esfuerzo que no estaba dispuesto a realizar. Además, su teléfono se había quedado sin batería y ahora tenía al mayor buscando un cargador en su habitación. El problema aumentó cuando su cabeza volvió a jugar consigo mismo, poniéndole imágenes de las últimas veces que estuvo con aquel otro chico, de sus manos recorriéndolo y sus labios sobre su piel, incluso cuando le dijo que se detuviera.

- ¿Estás bien? - cuestionó el desteñido viéndolo directamente mientras le extendía un pequeño cable negro, él lo tomó mientras asentía. Antes de que pudiera ponerse de pie para conectar su celular, una mano aterrizó en su mejilla, moviéndose con cuidado hasta limpiar las lágrimas que no había notado caían por su cara.

Ninguno de los dos dijo nada por un par de segundos, hasta que el mayor apartó la mano carraspeando, dándole permiso al rubio de avanzar al primer enchufe que vio.

- Sé que no me incumbe - murmuró Michael a sus espaldas - pero siento que algo está pasándote y...bueno Luke, eres como parte de mi familia también - el menor se giró hasta toparse con aquellos ojos verdes, preguntándose si en la oscuridad brillarían más fuerte o te harían sentir que no había más que tonalidades oscuras. Incluso así supuso que serían más reconfortantes que los ojos del otro chico - Si algo te está molestando quiero que sepas que puedes confiar en mí.

Luke se mordió el labio ¿podría decirle? Sería bueno que practicara antes de hablarlo con Cal, Michael posiblemente tendría una reacción similar y saber a lo que se enfrentaría podría calmar un poco sus nervios. Pero, confesar algo tan grande como esto era...arriesgado.

- Gracias - asintió, volviendo hasta el sillón, dejándose caer justo a su lado y fijando sus ojos en los del desteñido una vez más - Es solo que...es algo grande, y Amelia se la vive diciéndome que debo decírselo a Calum, pero no me siento lo suficientemente valiente como para hablar.

Una pequeña sonrisa se extendió en los labios del mayor, mientras se removía un poco en el asiento para poder quedar justo frente a frente con el rubio. Luke sentía como sus manos habían comenzado a temblar bajo la mirada de aquel chico.