13. Una noche cualquiera

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Aún con las palabras de sus amigos vagando por su mente Luke caminó hasta el departamento, sin importarle lo oscuras que se encontraban las calles y lo molesto que se pondría Michael al saber que había decidido dar un paseo a esas horas y sin chamarra alguna.

Pero, es que la inquietud lo seguía molestando. No importaba que tanto cambiaron de tema después de eso, ni la película que vieron minutos más tarde, su cabeza seguía en las mismas palabras porque tenían toda la razón, había maneras de salvarlo, pero también estaba deseando cosas que no podía tener, cosas que perdería en tan solo un mes, pues aunque Ashton parecía seguro de lo contrario, su cabeza seguía insistiendo en que no duraría más que eso, ¿qué sentido tenía estar viviendo sin frenos si en algún momento chocaría?

Aunque fue curioso como todas las ideas se borraron de su mente cuando Michael abrió la puerta. Su cabello se encontraba completamente despeinado, y tenía barba de unos días adornando su mentón. No pudo contener la risa al ver como el mayor lo miraba con una expresión de completa confusión y ojos somnolientos.

- ¿Estabas dormido?

- Eso parece - musitó, tirando de su brazo mientras fruncía el ceño - Lo último que recuerdo es que estaba haciendo unos planos y...joder - masculló al cerrar la puerta - ¿Qué haces aquí tan tarde? ¿Quién te trajo? - cuestionó, para después tomar al chico por la cintura, acto que hizo que Luke subiera sus brazos a su cuello.

- Vine caminando.

- ¡¿Desde tu casa?! - exclamó, a lo que el rubio negó sonriendo.

- De la de Amelia, se suponía que Ash me llevaría a casa, pero...quise salir antes de que terminaramos la película - musitó. Mike elevó una ceja, avanzando con el hasta el sillón y dejando que Luke se sentara sobre su regazo.

- ¿Está todo bien? - inquirió con sus dedos acariciendo las caderas ajenas. Luke realmente hizo un esfuerzo por concentrarse en sus palabras.

- No lo sé - admitió - hace ya varios días me dijiste que te gustaba - una pequeña sonrisa empezó a dibujarse en los labios del mayor a la vez que asentía - y...estoy casi seguro de que el martes lo grité mientras...bueno - susurró. Mike soltó una pequeña risita mientras continuaba asintiendo.

- No creo que la palabra sea "gritarlo" - inició - yo diría que más bien lo gemiste - y así de rápido, una vez más se encontraban en esa situación. Luke abrió los ojos de par en par para después empujar a Michael por el pecho, haciendo que éste chocara contra el respaldo del sillón - ¿Qué pasa, Lu? - cuestionó riendo.

- El punto es que significa que ambos nos gustamos - musitó antes de resoplar, se sentía como en la primaria de nuevo - pero...en un mes termino la preparatoria - continuó sintiendo sus manos temblar - y tú te gradúas de la universidad...eso solo nos d-dice que ya no tenemos excusas para vernos... - Mike sonrió, levantando una de sus manos hasta la quijada del menor, y haciendo círculos con su pulgar sobre ésta, obligando al rubio a que no apartara la mirada.

- ¿Y por qué necesitamos excusas? - le preguntó, haciendo que el chico frunciera levemente el ceño - Luke si ambos queremos algo más con el otro no tenemos porque ponernos excusas para vernos, podemos solo aparecer en la casa del otro y hacer lo que se nos pegue la gana - agregó, causando que un par de risitas escaparan de los labios del rubio - lo único que necesitamos son maneras para meternos y sacarnos de la habitación del otro - rio.

- Es más fácil en mi casa - murmuró, haciendo que sus narices se rozaran por primera vez en la noche - pero eres terco e insistes en quedarte aquí - continuó, lamiendo sus labios bajo la mirada del mayor, quien deseó poder morderlos sin terminar la conversación.

Meant To Be Secret - MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora