En dirección al Grey Shepherd Memorial

Capitulo 17

¡Hola queridis fans de wandi o de Greys! Este capítulo es un poco largo porque es uno de esos que si dividía en 2 eran muy cortos y si lo dejaba como 1 era muy largo. Sooo, es largo, sorry, pero espero les compense lo que me demoré en subirlo. Léanlo con calma porque sí, ahora empieza lo bueno. 

PD: Los ojitos de Lou los conseguí de internet, no sé quien los haya hecho pero son preciosos. 

Let's go.

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Qadri estaba sentada en la galería con un block de notas entre sus manos, pero en lugar de estar tomando apuntes de la whipple que estaba viendo realizar al doctor Webber y a la doctora Bailey, estaba dibujando un par de ojos grandes con pequeñas arrugas a sus costados.

La interna no supo en qué momento empezó el bosquejo pero para cuando lo terminó le sorprendió el parecido con una mirada que llevaba días evadiendo. Como si no quisiera verla en realidad.

Louis con su voz aguda y sus gestos exageradamente suaves venían a su mente después del incidente con los sedantes, donde el inglés le hizo saber que sus manos eran suaves y sus cabelleros oscuros como la luz de un túnel.

Esto es muy absurdo, no debería pensar así.

La interna se obligó a espabilar y regresar la atención a sus maestros, volteó la hoja de papel y empezó a escribir por el revés blanco y limpio, pero solo hizo garabatos porque estaba siento inconsistente con su atención, estaba distraída y supo que perdía su tiempo sentada ahí, se puso de pie y caminó hasta la cafetería para comer algo antes de regresar a urgencias.

Reflexionaba sentada en una mesa del fondo con una barra de cereales en la mano, sus ojos fijos en la nada mientras viajaba por los rincones de su cabeza, el golpe gentil de unos nudillos sobre la mesa la trajo de vuelta, al levantar la mirada se encontró con los ojos azules que había estado dibujando y sus labios se separaron por la fuerza del aire que buscaba salir de su interior.

—Hola Dahlia—saludó con su voz aguda y una delgada sonrisa en sus labios.

La interna había entrado en un trance donde devolvía el saludo mentalmente, quería hablar pero su voz prefería ahogarse en su garganta, tanto que sentía arcadas. Louis la miraba con los ojos entornados, algo incomodo por su silencio. Qadri lo miraba y solo podía pensar que la sonrisa de Louis se parecía a la del gato de Alicia en el país de las maravillas. La luz era absorbida por el cabello de Louis haciendo que sus mechones castaños parecieran pelirrojos bajo su atención.

Tomlinson se aclaró la garganta porque sentía que la doctora estaba en algún sitio lejos de ahí.

—Oh por dios, hola, hola—reaccionó ante el arrastre áspero de la garganta del joven frente a ella—. ¡Hola Louis! ¿Cómo has estado?

—Bien, gracias—afirmó, se hundió de hombro y señaló con un dedo la silla que estaba frente a la doctora, ella asintió con afabilidad y él la retiró para tomar asiento—. No te he visto estos días, no he venido mucho tampoco pero las veces que he venido no te he visto.

—Sí, estoy rotando en otro servicio ahora, voy a veces a saludar a los niños, sobre todo a Oshira, ¿de casualidad la has visto?

—¡Sí! Harry y yo vamos a verla siempre que vengo, está muy bien, es una niña encantadora.

—¡Lo es! ¡Y muy afortunada de contar con su apoyo!

—Oh no, es afortunada de contar con tu apoyo—apeló señalándola con un dedo—, tú hiciste eso posible.

—Bueno, 50% Qadri y 50% 1D.

Louis no mezquinó una gran sonrisa, donde enseñó sus perfectos y blancos dientes.