Acusación.

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Tn, poco a poco, se va adaptando al sistema para dirigir Ilusiones Industriales, con ayuda de Mahad. Empezaron a innovar con u n nuevo tintado, que no solo es a base de agua, sino que le da un tono cromático haciendo que aumente su valor y causando, no solo que se vea hermoso en papel, sino que, al usarlo en el sistema holográfico cause como una protección ala carta.  Ya que por desgracia, cada carta al ser usada una y otra vez, hace el papel común se desgaste hasta causar que la carta se rompa. En lo poco que estuvo Maximilian Pegasus al poder, se enfocaba en el diseño de los dioses egipcios y las bestias sagradas, nunca tomó en cuenta las otras cartas. Pero ella hizo que aumentaran el valor de las cartas más comunes. Todos eran valiosos, solo había que demostrarlo.

Por otro lado, Atem estaba complacido por el nuevo juego de cartas con tinte cromático. Sin dudar pudo comprar el Mago Oscuro en ese tono, se dio cuenta de los problemas con las cartas normales y quería colaborar. Pero Maximilian nunca escuchaba sugerencias, y menos d eun empleado como él.

Al pasar los días, los empleados empezaron a especular sobre el nuevo jefe. A pesar del anuncio que se hizo en televisión, solamente se dio información y ninguna foto del susodicho. Por petición del señor Pegasus. Fue inflexible al tapar el nombre de la chica y su imagen. Si lo hacían sospecharían e investigarían demás sobre el pasado de ella y eso no le convenía. Era un ser poderoso que siempre se hacia respetar y al saber de la identidad de ella se desataría el caos y las preguntas de las autoridades. Cuando se hizo la presentación, solamente apareció él sin decir nada. Hace creer que había vuelto a tomar el mando mientras su hijo se recuperaba. Nunca quiso que se supiera lo de su hijo, pero bastó una fuga de información para expandir el chisme, por lo que tuvo que hacer su jugada para callarlos antes de que se expanda más.

Atem, como todos los días, se encontraba sumergido en la carta, faltaba unos detalles y al fin acabaría de hacer a Slifer el Dragón del Cielo, primera edición. Atem se sentía orgulloso y emocionado. Logró lo que su jefe Maximilian nunca pudo, terminar la carta. Maximilian quería hacer él las cartas, pero por su condición nunca pudo, por lo que Atem, al ser encargado de terminarla, lo hizo con mucho entusiasmo. Al ver la hora, ya se le hizo tarde, eran más de las 11 pm, por lo que decidió dejar la carta. Tenía que secarse la última capa de protección para ya darla por finalizada. Activó los protocolos de seguridad, puso la carta en una cúpula de vidrio reforzado, activó las alarmas y cerraba la oficina. Se despidió del guardia de la puerta y se fue. 

Al día siguiente, Atem entra de manera normal y vuelve a ver a la chica del otro día. Se puso muy contento y sonrojado. Desde que la vio por primera vez, quería volver a hablar con ella, deseaba conocerla más. La chica como siempre, estaba perdida ya que buscaba la oficina de Mahad. Quería entregarle las carpetas de cartas mágicas y de trampa para buscar ideas de como reforzarlas, ya que , a pesar de las de monstruos, su tiempo de uso es más limitado.

-hola- saluda el muchacho causando que ella se sobresalte- jejeje perdón por asustarte

-Eh.. perdón.... solo me sorprendiste no hay problema- dice ella con una sonrisa apenada causando ternura en él

-Buscabas a alguien?- pregunta Atem un poco serio. 

-Eh.. no, busco una oficina, al oficina del asistente presidencial, debía dejar estas carpetas de cartas.

-Siento decirte que no es aquí, está en el último piso, si quieres te acompaño- dice Atem un poco aliviado.

-No deseo molestarlo 

-no hay problema, recuerda me llamo Atem y no me hables de usted, no soy viejo. - ella se rie ligeramente.

-Esta bien, muchas gracias por la ayuda.

La FaraonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora