CAPITULO III

1.8K 171 3
                                    


Los dos amigos salieron disparados detrás de Hermione en cuanto esta salió de la habitación.
-¡Hermione! ¿Por qué hiciste eso? - le reclamó Harry.
-¿En serio Harry? ¿Escuchaste lo que el hurón dijo y te preocupas por haber faltado a una palabra? - le replicó Ron.
-¡Hermione! - insistió Harry.
-Lo siento Harry. Pero era necesario. No creas que él hubiera actuado de otra forma.
Unos aplausos interrumpieron la conversación del trío dorado. Los tres voltearon en dirección al ático donde Draco estaba recostado relajadamente sobre el marco de la puerta aplaudiendo.
-Bravo Granger. Debo decir que por primera vez en tu... existencia, me haz impresionado.
-No vas a intimidarme Malfoy. Si, lo siento, pero no me arrepiento, no nos lo hubieras dicho jamás y nosotros tampoco te hubiéramos creído. Tal vez deberías agradecerme. - dijo con decisión la castaña, acercándose con cada palabra que pronunciaba más a él.
Eso quisiera, dijo para si mismo.
Ella creía estar incomodandolo con su cercanía. Pobre, no tenía ni idea.
-No lo sientas Granger, la verdad, fue muy Slytherin de tu parte. - dijo acercandose aún más a ella provocándola para que retrocediera. Pero por segunda vez en un solo día, Granger lo sorprendió. Se mantuvo firme en su lugar.
El carraspeo de Potter los saco de su batalla de miradas.
-Creo que hay cosas más... delicadas que discutir ¿Hermione? - la llamo Harry interrumpiendo lo que sea que estaba pasando entre esos dos.
Draco le dio la espalda bufando por lo bajo ¿Quien coño se creía que era?
Todos entraron tras él al ático y colocaron un hechizo silenciador a la habitación.
-Entonces... ¿nos vas a explicar?
-¿O tenemos que sacártelo? - amenazó Ron. Draco lo miro altanero. Que se atreviera. No se dejaría amedrentar por su comentario. Con una enigmática sonrisa de medio lado miro a través de la ventana y se preparo como si fuera a contar una historia de terror a tres cerditos. Porque así era.
-Perdieron. El señor oscuro tomó el control en la batalla de Hogwarts. La batalla dará a lugar el 2 de mayo. Que es en un mes exactamente. No sabemos cómo mi presencia en este tiempo estará alterando las cosas.
-¿Como es posible que estes aquí? Tendría que haber otro Draco Malfoy en este tiempo. Sin embargo estas solo tú y no pudiste haberle hecho nada porque alterarías quién eres hoy.
-Gran acotación Granger. - se burló. Estaba confirmado, era demasiado brillante para su gusto - utilicé un Giratiempos muy especial, que perteneció a mi familia. Este Giratiempos en específico te permite ocupar el lugar de tu "yo" actual.
-¿Y que pasará con el Draco Malfoy de nuestro tiempo? - volvió a preguntar ella.
-Está en un sueño profundo. Cuando me vaya, él despertara y...
-No recordará nada. - terminó por él hablando para si misma.
-¿Siempre eres así? - la molestó él.
-No empiecen - zanjó Harry - está bien, digamos que te entendimos.
-Porque yo claramente no lo hice. - se burló Ron.
-¿Como es que perdimos? ¿Que sucedió? - pregunto rápido Harry al ver que Draco estaba a punto de abalanzarsele.
-La diadema de Rowena Ravenclaw. Es uno de los Horrocruxes. No la conseguiste a tiempo. - dijo con pesar recordando como gracias a él, Zabini y el fuego maldito de Goyle, no pudieron hallarla.- Weasley murió unos minutos después de eso y luego de eso tú y Granger desaparecieron del mapa.
Granger se llevo ambas manos a la boca para ahogar un gemido de terror. Sus ojos brillaban y las lágrimas comenzaban a caer. Draco nunca la había visto llorando.
-¿Quienes...? - preguntó Potter dudoso después de unos minutos en silencio.
-Los gemelos, tu hermana, tu mamá. - dijo refiriéndose a Ron- Lupin, mi prima Tonks... ¿sigo?
-Mierda, mierda, mierda... - dijo Harry llevándose ambas manos a la cabeza.
Ron estaba en shock. No emitía ni un solo sonido.
-¿Como muere Luna?- dijo Hermione.
-La capturan en la batalla de Hogwarts y la asesinan tres días después de eso.- afirmó Draco.
Faltaba mucho tiempo para eso. Aún podían evitarlo.
-¿Que sucedió después de la batalla? - preguntó Harry.
-A partir de ese día todo se volvió más oscuro. Cada día desaparecían más personas. A casi todos los ejecutaban y los más importantes, como los pertenecientes al ejército de Dumbledore y sus familias, los más allegados a ustedes tres, traidores y sangre sucias; eran vendidos como esclavos o... mujeres de servicio.
Los tres amigos estaban en silencio asimilando las palabras del rubio. Habían altas probabilidades de perder y lo sabían, solo que sus cerebros decidieron suprimir esa posibilidad. Tenían que ganar a como de lugar.
-¿Que cambió Malfoy? ¿Por que haz vuelto para ayudarnos? - preguntó Harry. Los otros dos estaban muy en shock como para decir algo. Ron parecía a punto de desmayarse.
-El día que ustedes dos murieron. - sentenció Draco refiriéndose a Harry y Hermione.
A Hermione la recorrió un escalofrío por toda la espalda. Draco evitaba por todos los medios su mirada. Claro indicio de que estaba ocultando algo.
-Ese día supe que, no habría esperanza alguna. Ese sería el mundo a partir de entonces y no me entusiasmaba mucho la idea. Todo era oscuridad y terror. Soy heredero, no tengo por qué vivir de ese modo. - Bueno eso era cierto, en parte, ellos no tenían que saber que sufrió como un maldito elfo doméstico en los últimos años.
-¿Así que haz vuelto porque no te gusto el futuro que tú mismo ayudaste a forjar? Maldito bastardo... - Ron iba a matarlo. No le importaba si alteraba la paradoja del tiempo-espacio o lo que fuese.
-¿Que coño sabes tú sobre mi participación en esta maldita guerra? Deberías agradecérmelo. - rebatió Draco preparado para romperle la nariz a ese imbecil.
-¿Agradecerte? Maldita cucaracha es tu culpa y de todos los que piensan como tú ¿y quieres salir impune de todo eso? - gritó Ron más rojo que de costumbre.
-¡Ron, basta! - intentó tranquilizarlo Hermione.
A Draco esa imagen le molestó en exceso ¿Ella creía que el Pobretón era la víctima? ¡Estos tres idiotas no se imaginan todo el horror que tuvo que aguantar durante dos largos años! Prefería mil veces morir como lo hizo la Comadreja que repetir un solo día vivido bajo la maldición Imperius.
-¿Crees que solo tú haz perdido cosas en esta guerra? - Se alzó Draco perdiendo el control. Ver a Granger cariñosa con la Comadreja le daban ganas de vomitar.
-¡Has dicho que voy a morir hurón de mierda! ¡YO Y MI FAMILIA! ¡Y tú estás volviendo a ayudarnos por el simple hecho de que no te gusto el rumbo que tomaron las cosas! ¡Las consecuencias de tus malditas acciones!- Weasley se zafo del agarre de Granger, se acercó en dos zancadas a Draco y lo tomo por las solapas de la túnica.
Estaba a punto de matarlo.
-¡RON! - gritó Potter separándolos. Tomó a Weasley de un brazo y salió con él de la habitación dejándolo a solas con Granger.
Ella parecía realmente compungida. No tenía idea de cómo afrontar la situación. Lo veía como si de un cachorrito herido se tratara y eso no le gustaba.
-Deja de verme así Granger.
-¿Estas hablando en serio Malfoy? Todo lo que dijiste es... horrible. - dijo temblando.
Draco no dijo ni una palabra. Por supuesto que hablaba en serio ¿Que creía?
Trato de mantener la mirada alejada de la suya pero sentía que ella no le quitaba la vista de encima. Quería hacerle una pregunta y no encontraba la manera.
Balbuceó dos veces hasta que logró formular una simple palabra que a Draco le bastó para silenciarla con la mirada.
-¿Cómo...? - intentó preguntarle ella. Pero al ver los ojos fríos de Malfoy y la tensión en sus puños cerrados supo que no obtendría nada de él ese día.
-No vayas por ahí Granger. Tal vez no te guste lo que encuentres.
Los ojos se le llenaron de lágrimas nuevamente. Le dio la espalda y salió temblando del ático, dejándolo completamente solo.
Bien, nada salió como esperaba. Pero al menos ya lo sabían, le creían y estaban avisados. Esperaba que eso fuera suficiente para evitar muchas cosas.
————————
Sentía que le faltaba el aire. No podía seguir ahí viendo sus fríos y profundos ojos. Buscando algo en ella ¿pero que buscaba exactamente? ¿Cual era el misterio que escondía? Sabía perfectamente que su forma de actuar era la de alguien culpable. Habían pasado dos años. Dos años en los que él hizo quien sabe que atrocidades ¿Estaría arrepentido? Lo dudaba. Pero algo había pasado. Nadie tarda dos años en darse cuenta de que eligió el camino equivocado.
-¿Todo está bien Hermione? - preguntó Luna al ver que no contestaba a su saludo.
- Si Luna. Todo está en orden. - fue todo lo que respondió. No creía sensato aún decirle que Malfoy venía del futuro. Un futuro donde ella probablemente moría. Donde ambas morían.
Siguió de largo rogando a Merlín que la rubia no le hiciera más preguntas y salió de la cabaña.
¿Que historia tendrían Luna y Malfoy en el futuro? Debió pasarles algo porque un "Malfoy" no se sentiría mal por la muerte de una persona que nunca significó nada para él.
Tantas preguntas cuyas respuestas las tenía solo una persona, que de paso no confiaba en ella. Ni ella en él. Necesitaba más información, necesitaban un plan de ataque. El destino les regalo otra oportunidad (o más bien Draco Malfoy lo hizo) así que debían tomarla con ambas manos, dientes y hasta pies.
Esta vez se aseguraría de que ganaran. Pero para eso tenía que aliarse con él.
Tenía que hacerse su amiga.
——————
Ese día pasó relativamente normal.
Malfoy no bajo a almorzar ni a cenar con ellos.
En la noche Harry, les dijo a todos durante la cena que Malfoy era de fiar, que los ayudaría y que tenían un plan (aunque evidentemente no lo tenían). Así que después de comer, subió a llevarle la cena y entregarle su varita. Le dijo también que era libre de recorrer la casa si quería pero que no podía salir sin compañía de alguno de ellos. Solo por si acaso.
Esa noche estaba realmente inquieta. Sentía que Malfoy podía entrar de un momento a otro a su habitación y matarlos a todos ¿Sería posible que logró resistirse al Veritaserum? No lo creía. Se veía realmente perturbado.
Ya no tenía ese rostro de niño asustado que recordaba del curso pasado. Tenía una mirada profunda, característica de alguien que sabe que ha perdido, apostando a algo que iba en contra de su moral. En contra de todo lo que él representaba ¿Pero que había cambiado para que tomara esa decisión tan radical? Dijo que fue la noche en que Harry y ella murieron. Tal vez la clave esté ahí.
Se dio por vencida. Sabía que no lograría conciliar el sueño esa noche. Con tantos pensamientos y dudas se levantó para ir a darle un vistazo a la poción multijugos que ya había puesto en marcha. Aún faltaba mucho para que estuviera lista y no era necesario vigilarla pero no tenía idea de que otra cosa hacer para distraer su mente.
Quizás podía probar elaborar algunas pociones curativas del libro de Madame Bobharck que consiguió en la cómoda esa tarde.
Se puso su bata, tomó el libro y bajo descalza hasta el primer piso. Iba a dirigirse a las escaleras que daban al sótano cuando vio a una figura sentada frente a la chimenea encendida.
¿Es en serio? Se preguntó a sí misma.
No quería acercarse pero sería grosero de su parte seguir de largo. Si quería volverse su amiga y obtener más información debía tratar de ser más cordial.
Se acercó tratando de hacer un poco de ruido por si aún no había reparado en su presencia. No quería asustarlo.
Él parecía inmerso en sus pensamientos.
-¿Problemas para dormir?- preguntó abofeteándose mentalmente ¿Que ridícula pregunta era esa?
-Podría preguntarte lo mismo Granger - dijo él sin siquiera levantar sus ojos de las llamas danzantes.
-Pero yo pregunté primero - insistió. Trato de poner su mejor sonrisa inocente y para su sorpresa lo vio intentar reprimir una sonrisa.
-Pues, después de toda una vida durmiendo en una cama digna de reyes ¿Que esperabas? - se mofó él.
Pudo ver en su mano un vaso. Al parecer estaba bebiendo. Bien al menos así su humor estaría menos volátil.
-¿Y tú? - la sorprendió preguntándole.
-Pues, hoy me enteré que voy a morir. No se como, no se cuando, ni siquiera sé a manos de quien será ¿Que esperabas? - bromeó ella. Trato de quitarle seriedad al asunto con una pequeña risa. Al ver su mandíbula tensarse supo que había dado en el clavo.
-Draco... - al pronunciar su nombre sus ojos volaron a los de ella. Era la primera vez en la vida que lo llamaba por su nombre. - Se que nunca existirá un trato cordial entre nosotros, pero quiero ayudar y necesito saber que fue lo que me paso - insistió.
-¿Sabes lo extraño que es que me preguntes eso? Todos vamos a morir Granger y creo que puedo asegurarte que NADIE quiere saber cómo, ni cuándo pasará eso. No tienes que saberlo todo en esta vida. - sus ojos grises de repente se sintieron cálidos para ella ¿Estaba ocultándole la verdad por su propio bien?
-Tienes razón. Tal vez estoy haciendo mal mi pregunta... - vio temor en los ojos de él, claramente no quería seguir hablando sobre ese día - ¿Que pasó para que decidieras que fue suficiente?
Vio cómo tragaba grueso y sin saber por qué algo ardió en su vientre.
Su rostro en la oscuridad, estaba iluminado por las llamas a su derecha. Sus ojos grises brillaban con fiereza mientras parecía estar leyéndole la mente a ella, aunque estaba segura de que no había ninguna intromisión en su mente. Sus finos labios se despegaron para tomar una pequeña bocanada de aire.
Hermione sintió un calor recorrerla. De repente se sentía a salvo en esa habitación. No podía explicar por qué, ni como pasó, pero la manera en que los ojos de Draco la abrazaban la hacían sentir segura.
Él se levantó de su asiento y se sentó junto a ella.
Nunca antes la había visto tan de cerca. Esa noche se sentía realmente cansado. Quería morir. Los últimos dos años fueron un infierno para él. Un castigo por ser quien era. Ya no aguantaba estar en tierra de nadie. Había cumplido con dar aviso a esos tres. Pero si las cosas salían mal, él no quería estar ahí para verlo. No podría soportarlo.
No quería estar ahí...
No quería volver a levantar su varita en contra... De ella.

El Giratiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora