Denki y tu {Parte final}

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POV Denki

Me levanté y estábamos en la misma posición en la que nos quedamos dormidos. Su cara tan tranquila mientras dormía a mi lado me hacía sentir el hombre más afortunado del mundo en ese momento.

Me fijé en la hora y me di cuenta que era demasiado tarde, pero aún estamos a tiempo antes de qué mis padres se dieran cuenta de lo que había pasado. Me levanté de inmediato pero con mucho cuidado de no despertarla y dejándola completamente dormida. Fui al baño y me lave la cara, también me puse algo de ropa.

Lo que había pasado me ha dejado de alguna manera desconcertado. T/N me gustaba y me gustaba mucho porque era una chica con un inteligencia impresionante y además era muy responsable y madura, todo lo contrario a mí.

En ese tiempo, en ese corto tiempo en el que pasé a su lado fueron los mejores días de mi vida en la UA. Sero me había molestado muchas veces porque nunca dejaba de hablar de ella y de lo linda que era. Quizás fuera una estupidez pero yo me sentía más que feliz sólo con sentir que me estaba mirando cuando hacía algo estúpido en el aula.

Cuándo llegue a la cama ella estaba sentada mirando la puerta pérdida en sus pensamientos y ni siquiera sintió mi presencia.

- Buenos días nubesita.- la salude, ella me miro y trato de mostrar una sonrisa.

- Buenos días.

- ¿Cómo amaneciste?- me senté a su lado y ella pareció encogerse en si misma.

- Tengo que irme.- fue lo único que respondió poniéndose de pie y colocándose la ropa.

- ¿Segura no quieres desayunar?- pregunté, de algún modo no quería que se fuera pero lo más probable sus padres estarían preocupados.

- Lo siento, me voy.- se vistió y antes de irse me beso en los labios. Al menos no estaba enojada o quizás lo hizo por no hacerme sentir mal.

POV T/N

Fui corriendo por la calle hasta llegar a mi casa, todo se veía tan tranquilo que me asusto. Nunca desaparecía y ahora ver qué no les importe en lo más mínimo a mis padres me partió el alma en mil pedazos.

Entre en la casa lentamente mientras me escurría por las esquinas. Me detuve de golpe cuando escuché unos llantos y lamentos que venían del centro de la casa.

Me asomé por el lumbar que daba a la sala y pude ver a mis padres abrazados mientras mi madre lloraba sosteniendo el teléfono. Mire el mío con pesar y me di cuenta que tenía más de cincuenta llamadas perdidas de ellos.

Al verlos así por mi culpa me hizo sentir culpable y no me quedo de otra más que acercarme y esperar lo peor, lo que me merecía.

Como un perro con la cola entre las patas me acerqué y sentí la mirada poderosa de ambos chocar de golpe conmigo. Al parecer no habían notado mi presencia.

Esperaba un golpe, un grito de regaño, una cadena de insultos y reproches... más contrario a eso solo recibí el fuerte abrazo de ambos.

- Lo sentimos mucho.- dijeron ambos a la vez. Yo no sabía que hacer, pensaba que la que tenía que pedir disculpas era yo. ¿Por qué ellos lo estaban haciendo por mi?

- No somos los mejores padres tienes razón.- dijo mi padre con algunas lágrimas deslizándose por sus mejillas. Nunca había visto a mi padre llorar, por nada ni por nadie.

- Y tienes toda la razón con lo que dijiste antes de irte.- siguió mi madre, con los ojos hinchados y la nariz roja.

- Queremos que confíes en nosotros y se que no será fácil pero haremos todo lo posible.- mi padre estaba con una sonrisa. ¿Realmente eran ellos?

- ¿Están bien?- pregunté confundida ante su reacción que realmente no me esperaba. No estaba ni cerca de lo que yo pensaba.

- Ahora vemos las cosas con más claridad cariño, nos asustamos mucho cuando no volvías y nos dimos cuenta que el perderte es lo peor para nosotros.- átonitamente los observé a ambos. Cada palabra estaba siendo procesada por fin en mi cerebro y mis ojos comenzaban a cristalizar.

Sin darme cuenta también los abrazaba y lloraba con ellos. En eso pasaron los minutos en silencio hasta que mi padre nos separó.

- ¿Podrías empezar por hablar de ese chico?- se notaba un brillo diferente en el rostro de mi padre, más no era enojo. ¿Celos?

- Es alguien especial.- respondí, caminamos a la cocina y nos sentamos a hablar.

La mañana pasó entre pláticas y risas. Sentía que estaba con otras personas, al fin tenía libertad y me sentía diferente con ellos. De pronto se escuchó como tocaban la puerta suavemente.

- Yo voy.- anunció mi padre poniéndose de pie y caminando hasta la puerta.

Cuando la abrió vi a un Denki empapado en sudor y temblando. Mi padre lo miro y luego frunció el ceño.

- ¿Qué quieres muchacho?- preguntó mi padre, era un tono amenazador, pero yo sabía que había burla en su tono, aunque Denki no. Solo se puso más nervioso y comenzó a balbucear.

- Y-yo que...quería sa-saber s-si T/N estaba bien.- lo último lo soltó tan rápido que ni se entendió.

- Si está muy bien.- las facciones de mi padre no cambiaban y antes de que le diera algo del corazón a mi pobre Kaminari me asomé por un lado.

Sus ojos brillaron y salió de sus labios una sonrisa sincera llena de felicidad.

- Denki no te tenias que haber molestado en venir hasta acá.- dije con una sonrisa.

Sentía la mirada atenta de mi padre y la mirada a mis espaldas de mi madre.

- Ah no te preocupes sólo quería verte.- contestó Denki emocionado.

- Bueno pues ya la viste.- soltó mi padre.

- Si si ya me voy adiós.- y casi corriendo Denki salió de la casa. Mi padre no cerró la puerta y me miro, mi cara mostraba entre felicidad y sorpresa.

Mi madre se acercó a mi lado y con una sonrisa tomó la mano de mi padre.

- Anda y ve con él, es lo que quieres.- dijo mi padre mirando el suelo. Lo abracé antes de salir corriendo tras de Denki.

- ¡Denki!- grite en medio de la calle.

- ¿Qué hice? ¿Metí las patas verdad?- asustado Denki se giró de golpe y se tensó.

- Nada de eso...- respire hondo por lo poco que corrí y por lo que iba a soltar.- solo tenía que decirte algo importante.

- Yo también, a eso había venido pero al ver a tu padre me dio un ataque al corazón y ya no pude. Hasta se me olvidó.- me eche a reír.

- ¿Lo decimos a la vez?- pregunté.

- Vale... Una... dos... tres.- contó.

- Me gustas.
- Tengo hambre.- dijo él.

Me quedo muda por un minuto mientras él no dejaba de reír a carcajadas.

- ¡Es broma! También me gustas y mucho, creo que eso es más que obvio.- dijo con los ojos brillando. Le di un golpe en la cabeza y solté una carcajada.

- No juegues así conmigo.- reproche.

- Ven.- me acercó y me beso. Después de eso supe que mi vida no necesitaba orden, necesitaba desorden y eso era Denki. El desorden que necesitaba y deseaba en mi corazón.

Y hasta aquí, espero les haya gustado. Nos vemos luego... El próximo será de Tamaki.

Recuerden comer bien y tomar agua. Los amo.

- Krystal ⚡️

Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora