Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADA

Triste final con Dabi 💙 +18

Nota de escritora: No me odien, estaba muy triste y me dieron ganas de escribir esto esta bien. Pueden haber spoiler que ya todos conocen, pero igual JAJA. Se recomienda leer las partes de Dabi anteriores.

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Especial sad
POV T/N

Habían pasado dos años desde que Dabi y yo habíamos escapado de su pasado. Ahora vivíamos en otro lugar en una pequeña casa de un pueblo muy lejos, yo estaba felizmente con él y él parecía feliz a mi lado.

Aunque sabía su verdadero nombre ahora nunca me acostumbre, y sabía que él tampoco. Era muy doloroso para él escucharlo y aunque no quería mostrarlo yo lo sabía.

Dabi trabajaba en el pueblo, cuidando unos caballos en la hacienda. Yo trabajaba en una pequeña enfermería del mismo, en el pueblo no nos conocían y pensaban que éramos gente sin familia ni amigos que vagaban por el mundo buscando un hogar. En parte era verdad, pero lo que no sabían era que nos escondíamos de las autoridades y héroes.

Cuando llegamos Dabi pensó que nos tratarían mal, pero a pesar de todo nos trataron con amabilidad y respeto. Nos dieron trabajo y ya teníamos algunos amigos en el pueblo.

Caminando por el pueblo me acomode el sombrero que me cubría del fuerte sol de ese día, a unos pasos escucha como un caballo llegaba hasta mis espaldas.

- ¿Bella dama necesita un caballero?- era la voz de Dabi montado en el caballo, sonreí y me di la vuelta quitándome el sombrero. Tenía una sonrisa burlona, estaba vestido con unos pantalones ajustados desgastados, botas llenas de lodo y una camiseta blanca desabotonada.

- Prefiero un villano.- respondí por encima del hombro levantando la cabeza cual damisela. El soltó una carcajada y bajando del gran animal me tomó por la cintura dándome un beso apasionado en medio del camino. A los alrededores había gente y cuando terminó nuestra muestra de cariño todos gritaron y aplaudieron. Decían que éramos la pareja más bonita y enamorada del mundo.

Yo me sonrojé un poco mientras le daba un golpe en el pecho, aún sin soltarme Dabi sonrió con burla y un niño se acercó a él.

- Hola Dabi, quizás estés ocupado pero ¿podrías hacer fuego en mi casa esta noche?- el niño lo miro con una expresión triste y Dabi se agacho hasta su altura.

Nadie en el pueblo tenía dones tan poderosos, eran simples o no tenían como yo. Dabi fue visto como un Dios en ese lugar cuando llegamos.

- ¿Tú mamá sigue enferma?- preguntó Dabi.

- Si, los doctores no esperan que se mejore.- respondió el niño cabizbajo. Dabi acaricio su cabello revoloteando lo y se puso de pie.

- En algunas horas pasaré por ahí para encender tu chimenea.- respondió. Se quitó su sombrero vaquero y se giró hacia mi.

Ahora su cabello no era negro, pues dejo de pintárselo para dejar normal su color, ahora era rojo y más corto.

- Te veré en la noche desastre.- se subió en el caballo y arrancó a gran trote por el camino que daba a la hacienda.

En lo que entraba bien la noche caminé por el pueblo comprando algunas cosas que hacían falta en la casa. Entre ellas la comida.

Ya en casa y después de terminar la comida sonreí saliendo al balcón. En ese pueblo el tiempo solía ser caliente, por lo que las temperaturas tanto de noche como de día eran altas.

- Que maldita calor.- suspiré apoyada en el barandal.

- Que hermoso desastre.- me sobresalté al escuchar a Dabi dar con las botas en el suelo de madera.