Dabi y tu {Parte 1}

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POV T/N

Como buena enfermera que soy iba tarde a mi turno de noche, maldecía una y otra vez en mi cabeza el momento en que decidí convertirme en esto. Dormir se había vuelto un lujo para mi y estudiar era mi pan de cada día.

Aún no era enfermera del todo, seguía estudiando para llegar a ser una doctora como toda mi familia así lo había querido. Por otro lado ellos no eran los que se mataban la puta espalda por lograr graduarse y no morir en el intento.

Llegue al hospital donde trabajaba de noche, rápido que llegue me di cuenta de que habían más personas de lo normal y me puse manos a la obra. Aunque odiará mi trabajo tenía que decir que era de las mejores y nunca había quejas de mi, salvo de que llegaba muy tarde. No era mi culpa que viviera mil años luz de mi trabajo.

Después de varias horas de atender personas con lesiones menores me tomé un respiro, muchas personas habían sido atendidas y ya todo estaba bajo control.

Mi jefa llegó hasta mi lado y me miro con cara de perra a punto de morderme.

- Llegaste tarde, de nuevo.- fue lo único que dijo, ni un buenas noches ni nada parecido. Menuda bruja.

- Lo siento.- respondí evitando mirarla. Por naturaleza tendía a hablar con la mirada lo que me traía muchos problemas desde niña.

- La última vez acordamos que no volvería a pasar.- siguió con su discurso que ya me sabía de memoria.- Así que no pienso pasar una tardanza más. Puedes irte a tu casa en este momento, se te pagarán las horas que trabajaste hoy.

Me quede mirando el suelo, sabía que si la miraba notaría la mentada de madre que le estaba dando en mi cabeza. Asentí sin reprochar, tampoco era como que tenía ánimos de pelear.

En un minuto ya estaba en la salida suspirando mientras miraba el cielo lleno de estrellas. La noche era temerosamente oscura a los ojos de cualquiera y sabía que el camino a casa sería un infierno.

- Que mierda.- susurre caminando aferrada a mi bolso mientras no veía a nadie a esas horas de la madrugada.

Poco a poco llegaba a casa por fin, mis piernas estaban congeladas por el frío de la brisa nocturna y los escalofríos por el miedo de andar sola. Mientras que de vez en cuando maldecía a mi jefa en mi mente y otras en voz alta.

De pronto me detuve al ver una sobra oscura en uno de los callejones, debí de seguir caminando alejándome de lo que no me importa. A pesar de eso mis ojos querían ver que demonios era eso.

Me acerqué lentamente para fijarme que era una persona agachada apoyada en la pared. Era de cabello oscuro y su chaqueta negra no dejaba ver quién era.

- ¿Está bien?- dije mientras no me acercaba tanto. Cualquier cosa saldría corriendo, pero era muy buena persona como para evitar preguntar. Aparte que era muy metiche.

Como la persona no respondía me acerqué más, la luna estaba llena por lo que la luz era fuerte y clara para ver. Me daba la espalda y cuando estuve lo suficientemente cerca escuché como se quejaba de dolor, supongo.

- Oye, ¿necesitas ayuda?- de pronto la persona se giró lentamente para mirarme a los ojos. Mis ojos conectaron con unos azules con aspecto cansado y con un rostro... ¡Por Dios! Me tape la boca al ver su rostro y su cuerpo con quemaduras.

- Lárgate.- escuche que respondió. Cuando me acerqué por completo y quede frente a él note que estaba herido, esa era la señal que cualquier persona tomaría como un "corre" y que a diferencia yo tomé como un "ayúdalo".

- Pero estás sangrando y te puedes morir.- qué palabras tan sutiles, me dije a mi misma. Él soltó una risa seca mientras me miraba de nuevo.

- Lárgate y déjame morir en paz.- sus respuestas daban miedo y su voz tan amenazadora haría correr a un león.

Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora