Sólo para valientes

22: En el mismo lugar

Niall sabía lo que él había hecho, lo que él había roto y lo mucho que había lastimado a Harry, su mejor amigo, pero no podía creerlo. ¿Cómo un chico que lo había ayudado tanto y le había demostrado que el amor existía, pudo haber lastimado de esa manera a alguien?

Martes por la mañana. Harry no había podido dejar de pensar en los hermosos ojos azules y de cómo se volvían pequeños cuando sonreía, y pequeñas risas salían de su labios; tanto era sus pensamientos que no se había percatado que alguien, en la cama vecina, lo veía con una sonrisa divertida

— Tierra llamando a Harry. Tierra llamando a Harry —fingió hablar por un radio mientras dejaba escapar una risa.

Harry tomó un leve color rosado al escuchar las palabras de su amigo y luego lo miró.

— ¿Aún piensas en él? —Niall realmente estaba divertido con la situación.

Harry no podía dejar de sonreír, sus mejillas eran muy coloradas y sus dientes se podían ver asomarse por esos rosados labios.

— ¿Lo volverás a ver?

Harry se sentó en la cama mirando a su amigo, no sabía cuando lo volvería a ver. ¡Que idiota! Ni siquiera le había pedido su número de teléfono.

— No lo sé.

Niall pareció haber escuchando lo más espantoso que jamás había escuchando; sus ojos se abrieron y su mentón bajo.

— ¡Se supone que es tu "media naranja"! ¿Cómo que no sabes cuándo lo encontrarás de nuevo?

— No lo sé. Tal vez ahora que se quien es, y él sabe quien soy podamos encontrarnos más fácil.

Niall soltó un suspiro golpeando su frente con la palma de su mano y dejándose caer en la cama.

— ¡No puedo creer que no le hayas pedido siquiera su número!

Harry –a pesar de todas las palabras de su amigo– no podía dejar de sonreír, recordando a Louis. Estaba enamorado y no le importaba lo demás.

Unos pequeños golpes contra la puerta los hicieron mirarla.

— Chicos, hora del desayuno — anunció la juez.

— Ahora bajamos —habló Niall —. Gracias

Harry se puso de pie y camino hasta su pequeño guardarropa para sacar un sencillo pants deportivo y una playera muy casual. Niall hizo lo mismo y ambos se vistieron para dirigirse al baño donde, después de lavar sus dientes, cepillaron sus cabellos y salieron directo al comedor. Un lugar grande con una mesa enorme era donde algunos de los participantes ya se encontraban.

— Buenos días —saludaron ambos, recibiendo de regreso un "Buenos días" de parte de todos los que se encontraban en el lugar.

Harry y Niall tomaron asiento. Tomaron un plato y comenzaron a servirse lo que su paladar demandará al mirar el gran banquete sobre la mesa.

— El día de hoy —comenzó a hablar la juez —. Los profesores comenzarán sus clases un poco más temprano. Algunos de ustedes han estado en peligro de eliminación.

La mujer continuó hablando sobre los ensayos, clases y sobre el próximo domingo. Todos los concursantes ponían atención mientras comían el desayuno, asintiendo en respuesta a algunas cosas que mencionaba la mujer.

La tarde llego más rápido de lo que habían esperado –últimamente las horas parecían acortarse cada vez más en los ensayos–.