Sólo para valientes

21: Un ¿castigo?

Podrían jurar que sería para siempre, no había poder en la tierra que los hiciera caer. Se sentían capaces de volar entre las nubes, como si lo hubieran hecho desde el día de su nacimiento pero todo cambio, y ambos callaron, rompiendo sus alas, las mismas que habían crecido cuando se conocieron.

Louis se mantuvo ahí, viendo fotografías del chico rizado, del cual no conocía más que el nombre, pero dentro de él, sentía que había vivido a su lado todo este tiempo.

La chillona y molesta chicharra sonó provocándole un sobresalto, el sonido de los alumnos platicar y caminar por lo pasillo comenzó a escucharse. Louis se puso de pie –tomando su bolso– y se dirigió hasta la entrada del aula donde, seguramente, Zayn ya se encontraría afuera.

— Por favor, profesor —habló Zayn suplicante.

Cuando Louis llegó, Zayn se encontraba frente al escritorio hablando con el profesor mientras los demás salían del aula.

— Louis no tuvo la culpa, no merece reprobar el parcial porque yo fui el que hacía ruidos.

Louis veía a su amigo hablar con el profesor, desesperado porque él no recibiera el castigo que ya había sentenciado el profesor antes. Ambos lo miraron entrando al aula.

— Zayn ¿qué haces? —le susurro a su amigo para que el hombre frente a ellos no lograra escucharlo, pero no fue lo suficientemente bajo.

— Su amigo, aquí, me ha venido a pedir que retire mi castigo con respecto a su calificación final —la voz de ese hombre era como un típico profesor enfadado con la vida.

— Louis, no fue tu culpa —defendió Zayn.

— Vámonos, Zayn —Louis hizo un gesto de negación ante las acciones de su moreno amigo.

— Señor Tomlinson —lo llamó el profesor antes de que salieran del aula —Venga aquí.

Louis evito por completo expresar con un gesto la incomodidad y molestia que le provoca esa situación.

— ¿Realmente no le interesa la calificación de su parcial? —le preguntó una vez que el joven se encontraba frente a él, de nuevo.

— Si me interesa —mintió, realmente no le importaba no aprobar el parcial.

— ¿Por qué no ha hecho nada respecto a eso entonces?

— Usted es la autoridad, profesor. Si creyó que mis acciones merecían ese castigo, lo acepto.

¡Vaya!

Hasta él se sorprendió de escuchar ese pequeño pero muy convincente –y lambiscón– discurso. Jamás se habría creído capaz de decir algo como eso.

El profesor asintió meditando en aquellas palabras mencionadas por el castaño y ojiazulado chico.

— ¿Sabe algo, señor Tomlinson? Usted es un joven inteligente y, aunque, no perdono su falta de respeto en mi clase, me hizo darme cuenta de que es una persona madura y sabe afrontar las consecuencias de sus actos —callo por unos segundos.

A Louis, realmente no le importaba lo que el hombre decía. Había reprobado unas cuantas veces antes que ya no le asustaba reprobar una vez más.

— No lo reprobaré

Zayn soltó el aire que había contenido en sus pulmones, como si aquel problema hubiera sido suyo, en lugar de amigo. Louis, sólo se quedó ahí, mirándolo.

— Pero quiero hablar con su tutor o padre a cargo.

Esas palabras fueron las que lo hicieron reaccionar. Él estaba al tanto que dentro de la universidad los únicos datos que tenían como "responsable de Louis" eran los de Troy –¡claro! Porque él pagaba la colegiatura–.