17: Un sueño roto.

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Liam no entendía nada, ni siquiera conocía a ese chico, tampoco sabía porque había aceptado a hacer eso, sólo sabía una cosa: Louis, el chico que apenas había conocido y, extrañamente, se había vuelto su amigo le necesitaba y mucho. Y Harry también le necesitaba.


Sábado por la noche. Louis acaba de llegar del trabajo. Estaba cansado, no tanto físicamente, sino, mentalmente.

Lo que resto de la semana habían sido peor que las primeras dos semanas que trabajo para él. Él mismo se trataba de engañar diciendo que no era tan malo, obtenía dinero y seguía estudiando, después, al terminar todo, se iría de Doncaster, o aún mejor, se ira de Inglaterra a otro país lejos de Troy, pero todos esos planes no eran suficientes para poder mantener toda su estabilidad emocional a flote, ni todo el dinero que estaba recibiendo como pago eran suficientes para soportar todas las humillaciones que estaba soportando.

Soltó un gran suspiro. Por su mente pasó todas aquellas mentiras que había dicho a todos como explicación de por qué había regresando a trabajar

Pero me dijiste que no querías deberle nada él. ¿Qué sucedió Louis?

— Mamá. Recuerdo lo que dije, estaba molesto y estresado por la universidad, y sabes que no tengo una buena relación con Troy pero sabía que no era buena idea dejar de recibir su apoyo.


— Louis, no lo entiendo. ¿Por qué regresaste a trabajar para él?. Hijo, te dije que no hacía falta que hicieras eso, pensé que seguirías tu sueño de actuar.

— Papá, ese es un sueño, sólo eso. Jamás podré hacerlo realidad, tenía que entender que mi única opción era terminar la universidad. Troy acepto seguir apoyándome, no podía perder la oportunidad.


— ¿¡Qué!? Louis ¿¡Estás loco!? Tú y yo sabemos que ese hombre lo único que quiere es tener a alguien a quien humillar. ¿¡Por qué regresaste a trabajar para él!?

— Zayn, lo pensé bien. La universidad es mi mejor opción, no quiero ser un fracasado sin estudios.

Definitivamente todas las mentiras le dolían en el corazón, aunque hubiera podido engañarlos, él no se había engañado a sí mismo, era imposible.

Otro suspiro salió de su boca al escuchar su celular soltar un corto sonido.

"Mañana te quiero temprano en la empresa. Necesito que hagas algo importante —Troy."

Aquello que se dejaba leer en la pantalla iluminada del aparato le hizo enfadar. Eso fue lo que hizo falta para que soltara esas escasas lágrimas que habían aparecido en sus ojos, haciendo que estos ardieran. Aquellas lagrimas saladas estaban llenas de impotencia, desesperación y furia.

— ¡Maldito seas, Troy! ¡Maldito! —gritó frustrado en la oscuridad de la habitación.

Louis agradecía infinitamente estar solo en casa, sus padres y hermanas habían salido a cenar. Él se había negado a ir escusado con "estoy cansado. No se preocupen por mi, vayan ustedes".

Lo odiaba, lo odiaba tanto pero no podía hacer nada al respecto y lo descubrió a la peor manera, conoció la veracidad de las palabras de aquel hombre despiadado que había dicho dos días antes.

Louis se había negado a rotundamente a seducir a la hija de uno de los empresarios que habían invertido en algunos proyectos con su padre, para chantajearlo y hacerlo que firma la venta de las acciones de una empresa que Louis desconocía. Aquella chica, que se supone debía seducir, estaba comprometida por lo que su padre habría dado todo para evitar un escándalo sobre que su hija se había acostado con un chico que no era su prometido. Louis se había rehusado por completo a acostarse con aquella chica, por lo cual, descubrió horas después la consecuencia de eso.

Su hermana Lottie había estado practicando exhaustivamente su coreografía de patinaje sobre hielo para la presentación en la feria de arte en Londres, la había estado esperando desde meses atrás. Ella descubrió que la habían eliminado de la lista y que se le prohibía asistir a la feria. La chica lloró durante toda la tarde y toda la noche sin entender porque había sucedido eso. Nadie le pudo dar explicaciones, ni sus profesores. La orden había venido desde arriba.

Louis fue engañado "si te acuestas con ella tu hermana podrá ir a la feria" fueron las palabras de Troy, así que lo hizo, sedujo a la chica para tener sexo con ella y Troy, obtuvo las acciones que quería pero Lottie, a ella, no se le permitió asistir al final de todo.

¡Cumplí con mi parte! ¿¡Por qué mi hermana aún no puede ir a la feria!?

— Te lo advertí. "Harás todo lo que yo te diga, respecto al trabajo y respecto a la universidad, no vas a negarte a nada"se citó a si mismo — Esta es la prueba de que yo no estoy jugando, Louis William Tomlinson.

Eso había sido muy doloroso para Louis. Zayn era su mejor amigo, y le dolía verlo sufrir, pero Lottie, era su hermanita, su adoración, y escucharla llorar desconsoladamente, sabiendo que era por su cumpla, lo había destrozado, lo había dejado mas frágil que una delgada hoja de cristal. Troy lo tenía sometido por completo, y no había nada que pudiera hacer.

Louis no supo en que momento se durmió, ni tampoco cómo había llegado a su habitación. Pero la luz del sol ya atravesaba las cortinas de su ventana y el reloj marcaba 9:40 de la mañana y la pantalla de su aparato electrónico estaba lleno de mensajes de Troy diciéndole que pasaría por él a las 10.

Louis se levantó, se cambio la ropa y se echó unas gotas de perfume para tratar de ocultar el aroma que el sudor había dejado del día anterior, pues ni siquiera se había quitado la ropa para dormir. Lavó sus dientes y peinó su cabello, tratando de borrar el alboroto que había dejado la almohada en el.

Salió de la casa cuando escuchó la bocina del auto fuera de su casa, su madre estaba en la cocina y su padre estaba en el sofá. No sé detuvo a dar muchas explicaciones, solamente salió tras decir "Tengo que salir, no se preocupen. Regresare lo más pronto que pueda"

El auto de su padre estaba afuera, esta vez no lo conducía él, así que, con la rabia conteniéndose en su garganta, se sentó junto al hombre de traje elegante.

Louis agradeció que Troy no hubiera abierto la boca en todo el camino –a donde fuera que se dirigieran–. Internamente, Louis sonreía, debido a ello, pero su sonrisa se fue borrándose poco a poco al comenzar a reconocer el camino que estaban tomando. Jamás podría olvidar ese lugar, ni el camino que se tenía que tomar para llegar ahí, a donde Troy lo estaba llevando.

— ¿A dónde vamos? —preguntó Louis completamente incrédulo de lo que veía.

La sonrisa de Troy se evidenció, esa sonrisa que ya no había falta mencionar cuál era, tantas veces que la había posado en sus labios para burlase de Louis eran suficientes para saber que no era algo bueno lo que venía.

— Las acciones que Jones me vendió eran para esto —aunque la voz del hombre era neutra, se podía sentir toda la burla que tenía.

Louis lo miró. En los ojos de ese hombres se veía todas las intenciones que tenía de llevar a Louis a ese lugar, él, incluso podía escuchar los pensamientos del hombre "¿Ves esto? Tú nunca podrás tenerlo. Jamás podrás cumplirlo, pero verás a otros hacer lo que tú amas mientas tú trabajas para mi".

— ¿Jones? ¿El padre de la chica con la que me acosté? —su voz comenzaba a volverse dura.

— Así es, Louis. Tú me ayudaste a tener esto —su estúpida sonrisa, ahí estaba, como siempre.

Louis trago saliva molesto. Él había hecho eso, él había sido el que le había conseguido a Troy el poder sobre eso, sobre eso que él siempre había querido hacer y que se le había privado por Troy mismo. Y ahora, lo estaba llevando ahí para humillarlo y hundirlo, para demostrarle que Troy tenía el poder y Louis no podía hacer nada, completamente nada.

Eso era mucho para Louis, se había burlado de él, pero esto era para pisotearlo y romperlo, como si se tratara de una hoja de papel en una trituradora.

— Vamos al concurso de talentos.

Sólo para valientes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora