KIRI 🌸 {XiCheng}

5. Amigos

Había perdido la cuenta de cuantas visitas había realizado ya a Lan Xichen después de esa primera extracción de energía oscura de su cuerpo. Algo dentro de ambos cambió ese día. Jiang Cheng se sintió unido al Lan de una forma que no lo había hecho nunca con nadie, no sabía por qué iba cada semana a visitarlo pero desde ese día se había sentido unido a él, no sabría explicarlo pero era como si ambos compartieran el mismo dolor; porque la suya era una relación nacida del dolor.

Lan Xichen por su parte agradecía más de lo que quería admitir aquellas visitas pues el Líder de Secta Jiang era la única persona que veía en su reclusión (además de su tío y el discípulo que traía la comida y el agua para los baños). Pero era más que aquello, cuando hablaba con su tío los temas eran circunstanciales, pero cuando lo hacía con Jiang Wanyin le devolvían las ganas de vivir, como si sus palabras fueran una especie de medicina, para él, desde luego, lo eran. Sentía que algo los unía, algo que iba más allá de una relación líder-líder, después de lo sucedido con Jing Guangyao creía que nunca más volvería a considerar a nadie amigo, pero ese hombre se había ganado esa palabra en unas pocas semanas. Tenía miedo de ser engañado de nuevo pero eso no iba a privarle de una posible amistad que le traía felicidad y paz, palabras que sentía que hacía mucho que rehuían de él.

Los dos pensaban lo mismo en ese momento ¿su relación había cambiado en esas semanas? Al principio solo hablaban de temas relacionados con el trabajo o en su defecto de Jin Ling (que también desembocaba en trabajo) pero las últimas conversaciones que habían mantenido habían durado más tiempo y los temas tratados comenzaban a alejarse de lo profesional y se tornaban personales.

Ese día estaban teniendo una de esas charlas. Jiang Cheng le hablaba a Lan Huan del aroma de los lotos y algunos conocimientos científicos sobre sus propiedades, tipo las condiciones idóneas que se necesitaban para crecer o los diferentes colores que tenían pues esa idea universalmente aceptada de que todos eran rosas no era cierta, sí es cierto que ese color es el más común pero algunos tiraban más a lila y otros tenían una mezcla de ambos colores.

Lan Xichen escuchaba todo con sumo interés, antes de esas charlas no había visto al Líder de la Secta Jiang hablando tan natural y relajado sobre temas que no fueran sobre las sectas (en realidad no había hablado con él sobre algo que no fuera relacionado a lo profesional). Le hacía feliz saber que probablemente él era el único (además de su sobrino) con quien Jiang Wanyin se mostraba así y le hacía feliz ver que se había ganado su confianza de esa forma.

Pero oh, el Líder de Secta Jiang también se había ganado la suya. Lan Xichen le había hablado en anteriores conversaciones sobre sus aficiones como eran la pintura y la música. A veces le enseñaba algún dibujo del que estaba particularmente orgulloso o le tocaba alguna melodía.

Ambos compartían pequeñas cosas de ellos mismos sin darse cuenta de ello. Jiang Cheng era consciente de que últimamente tenían conversaciones menos formales pero no le dio mucha importancia, el hecho de que con Lan Xichen se sintiera a gusto para compartir plática que con otras personas no, no significaba ni cambiaba nada. Y el Líder de Secta Lan veía esas conversaciones agradables, sin profundizar a analizar lo que ello conllevaba. Ambos eran dos idiotas que se negaban a ver el principio de algo que era más grande que ellos.

Jiang Cheng sin darse cuenta había pasado a hablar de lotos en general a hacerlo sobre sus favoritos, aquellos que se encontraban en su rincón predilecto del Muelle del Loto y al que nadie salvo él tenía acceso.

-Es hermoso todo lo que me cuenta, Líder de Secta Jiang, con cada palabra suya me entran ganas de ir de visita el Muelle del Loto.

Sandu ShengShou conocía bastante bien los Recesos de la Nube porque no en vano, había pasado un año viviendo ahí, pero era consciente de que Lan Xichen había estado en contadas ocasiones en el Muelle del Loto, solo cuando se organizaban cacerías nocturnas muy cerca de ahí o si era el lugar donde se producían las conferencias de discusión pero en ambos casos solo había visto el muelle, el Salón de la Espada y las habitaciones del sector de invitados, no había podido apreciar la verdadera belleza de su hogar, así que, llevado por el orgullo, no pudo evitar decir lo siguiente.