6. Sentimientos

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Después de esa reunión, Jiang Cheng y Lan Huan se habían visto dos veces más, esto quiere decir que habían pasado dos semanas. Y las cosas... se estaban empezando a poner feas.

Jin Ling estaba teniendo problemas con los ancianos de su secta, estaba haciendo todo lo que podía y más preparándose para subir al puesto de Líder dentro de unos meses. No es que quisieran echarlo del lugar que le correspondía, pero le estaban presionando demasiado con la excusa de que un buen líder tiene que poder soportar esa carga y más, por lo que Jiang Cheng tenía pensado ir dentro de poco para poner a esos viejos en su sitio y amenazarlos para que no se pasen con su sobrino.

En esos días también había recibido algunas cartas de Meiling diciéndole que había conseguido bastante información sobre el asunto pero que aún no encontraba una cura así que seguiría fuera investigando un poco más. Y eso le inquietaba porque tenía la sensación de que traería muy malas noticias, si fueran buenas, desde luego, ya habría vuelto. Otra correspondencia que recibía a menudo eran las de doctor Xu Mao, una semanalmente comunicándole el estado de Lan Xichen, su última carta decía que seguía tosiendo sangre de vez en cuando pero que no había vuelto a tener un ataque tan fuerte como el de aquella vez y que tampoco se había vuelto a desmayar. Así que podría decirse las cosas en ese tema seguían exactamente igual, pero al menos no iban a peor. Del mismo modo, recientemente Lan Xichen y él se mandaban cartas hablando sobre temas personales, correspondencia de amigos y no de trabajo que le hacían muy feliz.

También tenía muchísimo trabajo en su secta, no es que estuviera descuidando sus deberes, pero con ayudar a Lan Xichen y a su sobrino se le estaba acumulando el papeleo que tenía que rellenar, por lo que últimamente estaba durmiendo poco.

Otro asunto en el que había estado pensando era en que no sabía dónde estaba el estúpido de Wei Wuxian, no es que quisiera verle o hablar con él, pero sí había pensado en contactar con su ahora esposo. Lan Wangji nunca le había caído en gracia pero Lan Xichen era su hermano y él más que nadie sabía lo que era perder no a uno, sino a dos. Por eso se había planteado seriamente enviar a alguien a buscarlos y hacerles saber de la condición del Primer Jade, pero dudaba que fuera buena idea. Ya le preguntó en la otra línea temporal a Lan Huan si quería contactar con su hermano y le dijo que no, que no quería poner a Wangji triste ahora que había encontrado la felicidad que tanto se merecía. Y Jiang Cheng sabía que su respuesta ahora sería la misma, pero también que a Hanguang-Jun le dolerá demasiado si Lan Huan vuelve a morir y él ni siquiera ha podido despedirse... en la otra línea temporal lo más probable es que ni siquiera le diera tiempo a enterarse, pero Jiang Cheng sabe que se culpará a sí mismo por no haber estado con él. Pero realmente no quería hacer algo que fuera en contra de los deseos de Lan Xichen, no en algo tan personal como la relación con su hermano, eso era únicamente decisión suya.

Se abofeteó mentalmente. Primero, Lan Xichen no iba a morir y segundo, si era el expreso deseo de este, lo respetaría, él no era nadie para meterse en su relación. Cuando esos desvergonzados vuelvan de su luna de miel entonces podrán ver lo bien que está Xichen, sí, eso era lo que iba a pasar.

Aunque había algo a lo que no podía dejar de darle vueltas. El árbol ese raro le dijo que la enfermedad de Zewu-Jun no se podía curar con doctores, ¿entonces? ¿Eso quería decir que daba igual todo lo que el doctor Xu Mao y Meiling estaban haciendo buscando respuestas en la medicina? Pero, ¿cómo se cura una enfermedad si no es con conocimientos médicos? Tenía muchas preguntas y de ninguna tenía la repuesta. Entonces, una idea cruzó por sus pensamientos, si lo que le estaba haciendo eso a su cuerpo era su mente y emociones, significaba que, efectivamente, no se podría curar con la medicina... ¿acaso el árbol dijo eso refiriéndose a que debía curar su mente de las emociones negativas y así salvar su cuerpo y con ello, su vida? ¿Pero cómo iba a hacer eso? Salvar a alguien del dolor no es tarea fácil, si le preguntaban a Jiang Cheng diría que es imposible, él mejor que nadie sabe que sólo uno mismo puede curarse con el tiempo de su propio dolor, claro que era bueno tener ayuda pero a fin de cuentas todo depende de ti. Y precisamente tiempo para curarse era lo que Lan Xichen no tenía.

KIRI 🌸   {XiCheng}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora