KIRI 🌸 {XiCheng}

Epílogo

Es mundialmente conocida la historia de amor de Wei Wuxian y Lan Wangji. Hay canciones sobre su relación, estatuas de sus figuras en parques, incluso aparecen en algunos libros de historia.

Si le preguntas a cualquier persona del planeta por el "Wangxian" (como se les conoce) suspirará y te contará un increíble relato sobre cómo el amor puede superar incluso a la muerte.

En cambio, si preguntas a cualquier persona acerca de Jiang Wanyin y Lan Xichen, lo único de lo que te hablará será de sus posiciones como líderes de secta. Siempre historias aparte, separados.

De ellos se dice que tuvieron una vida desdichada, que murieron trágicamente, que uno se suicidó y que el otro murió sólo porque no era capaz de amar a nadie.

Todo el mundo sabe que las leyendas con final trágico son las que a más público atraen. No obstante ¿es esa la verdad de estas dos almas? Una parte de los rumores sí, aunque solo una muy pequeña. Pero, ¿estamos seguros de que ese fue realmente el final para ellos?

.....

-¿Qué quieres ahora? - gruñe Jiang Cheng nada más coger el teléfono, sabiendo que quien lo llama no es otro que el trasto de su hermano.

-Hola a ti también, A-Cheng - dice con un falso tono herido, lo que le hace poner los ojos en blanco.

-¿Qué quieres? - vuelve a repetir, perdiendo la poca paciencia que tiene.

-Qué borde eres ChengCheng, así nunca encontrarás novio - dice con tono pícaro, riéndose de su propia burla - ¡No cuelgues! - grita, no necesitando verlo para saber que su dedo estaba a punto de presionar el botón rojo de fin de llamada.

-Acabas de salir de la facultad ¿verdad? - pregunta.

-Sí ¿por? - interroga, empezando a imaginar por dónde iban los tiros y no gustándole nada.

-¿Podrías pasarte por la estación a recoger a mi cuñado? - pregunta lleno de esperanza.

-No - responde, frunciendo el ceño. Si es que lo sabía.

-Por favor, A-Cheng - suplica - la estación de autobuses te pilla de camino y él no conoce la ciudad.

-Qué ponga el Google Maps, que para algo está - refunfuña.

-No es bueno con la tecnología - refuta.

-Pues que venga su hermano a por él - argumenta.

-Lan Zhan ya está en casa de mis padres, solo faltáis vosotros dos. Por favor - pide con un tono de voz cargante - si lo haces prometo borrar el vídeo tuyo donde sales haciendo un estriptis con muy poca ropa.

-Hecho - accede de inmediato, colgando el teléfono al segundo siguiente.

Iría al infierno con tal de que ese vergonzoso vídeo que el tonto de su hermano grabó hace unos meses cuando llevaba varias copas de más encima sea borrado para siempre y así deje de enseñárselo a todo el puto mundo.

No se arrepiente de haberlo hecho porque consiguió su objetivo de seducir al tío buenorro de la barra que llevaba mirándole el culo descaradamente buena parte de la noche y que ha de reconocer que follaba muy bien. Muy pero que muy bien.

Aun así, desea con toda su alma que nadie más vea ese desastre. Por favor y gracias.

Suspira y pone rumbo a la estación de autobuses para recoger a su cuñado, que por cierto nunca ha visto, ni siquiera en fotos. Supone que será igual que Lan Zhan porque quiénes conocen a ambos dicen que que son como dos gotas de agua, así que se hace una imagen mental de él: un hombre alto de piel clara y pelo negro, cuya expresión parece la de una estatua.