—Doyoung, deja de ver Doctor Who y ven conmigo, esto te hará demasiado feliz —habló John mientras caminaba en dirección a la cocina, con una taza de café en manos.
El holograma se quejó en voz baja, el científico pudo escuchar un par de "necesito vacaciones", "esto es sobreexplotación laboral", "¿por qué Doctor y Donna no se quedaron juntos como pareja? que dolor", "renunciaré en una semana". Llevaba así desde que comenzó a ver series en su tiempo libre, a este paso se iba a revelar y comenzaría a exigir un salario ficticio que se vería reflejado en más ropa para su colección exclusiva.
—¿Inventó algo nuevo, señor Suh? —dijo Doyoung, acercándose con lentitud.
—He terminado de hacer los arreglos suficientes al auto, por fin podrás proyectarte sin interferencia alguna —John sonrió al notar la sorpresa en su holograma. —Ya podremos ir juntos a cualquier lugar.
—¿Me está mintiendo, señor?
—Claro que no. Sabes que jamás te diría mentiras, Doyoung.
Minutos después ya se encontraban dentro del auto. John conducía con calma, Doyoung por su parte veía a su alrededor e indicaba que ruta seguir para evitar quedarse estancado en ese mar de tráfico. El tiempo pasaba pero el tráfico seguía siendo un problema, y eso que ya había transporte en cablebus.
John, como persona solitaria, creía que viajar con su holograma sería de lo más divertido, ya que era la única cosa que entendía de que iba la cosa, pero se equivocó en escalas inmensas y ahora tenía que soportar un extenso discurso de la historia de Nintendo y un abogado de apellido Kirby, agregando todos los datos curiosos que había leído en miles de millones de páginas en internet.
¿Sería prudente tirarse al vacío en estos momentos?
De repente... silencio.
En un holograma hablador, eso era peligroso.
—Señor Suh —susurró Doyoung, con la mirada fija a las pantallas que se desplegaron frente a sus ojos.
—¿Qué sucede? ¿Sientes interferencia?
—Un auto, modelo Ford Mustang S650 de color azul marino, nos viene siguiendo desde hace un par de minutos, según mis cálculos. Hay dos personas dentro.
John miró por el espejo retrovisor y confirmó lo que su holograma decía, dándose cuenta de que, en realidad, ese auto estaba más cerca de lo permitido en una carretera como esa. Decidió no entrar en pánico por una sola vez en su vida y pensar con la cabeza fría, llevando de ventaja la presencia de Doyoung.
—Dame una ruta para perder ese auto.
El holograma sonrió y se colocó unos lentes oscuros, causando que su creador rodara los ojos.
—No he visto las dieciséis películas de Rápidos y Furiosos por nada... Bien, señor Suh, de vuelta en la siguiente cuadra, con calma para no lucir sospechoso, así no habrá manera de que sepan que nosotros nos hemos dado cuenta de su presencia.
—Si morimos será toda tu culpa.
—Yo no puedo morir, señor Suh —Doyoung volvió la vista a sus pantallas desplegadas, buscando las desviaciones. —De aquí a la otra esquina va a dar vuelta a la derecha y entonces podrá acelerar todo lo posible unas tres cuadras, de ahí solo derecha, derecha, izquierda, derecha, izquierda y derecho, hasta llegar al barrio privado del señor Nakamoto.
—Dejé de escucharte en el primer "derecha".
—¡Solo conduzca, señor Suh!
El auto azul se encontraba cada vez más cerca de ellos, pero John no dejaría que lo intimidaran de esa manera, o que le dieran una dosis de presión para que se chocara contra uno de los edificios. Sin pensarlo, dió un giro rápido en una desviación, provocando que el pobre de Doyoung titilara levemente debido a la interferencia en la señal.
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𝗔𝗜:𝗕𝗢𝗬 | JohnDo
FanfictionAI es una inteligencia artificial con forma de holograma que tiene como único propósito hacer que la gente del mundo se sienta menos sola. Seo John, de veintinueve años de edad, es el empresario y científico detrás de todo este proyecto, así que, po...