𝗔𝗜:𝗕𝗢𝗬 | JohnDo

05. La desaparición.

Observar a Doyoung se volvió prácticamente imposible de la noche a la mañana, todo esto a raíz de que SiCheng comenzó a quedarse en el departamento mucho más tiempo del cual había sido acordado en un principio. John en parte empezaba a sentirse culpable, por más que llamaba a su travieso holograma, este no parecía querer darle señales de que seguía ahí, y eso que intentó de todo, incluso llevó a Irene y le hizo prometer en voz alta que si aparecía, aunque sea solo para decir la hora, ella misma le iba a diseñar un abrigo bonito que fuese de acuerdo a sus gustos.

Pero nada.

Doyoung no hizo acto de presencia ni cuando John fingió haberse lastimado al cortar un par de fresas.

Al final, el científico se cansó de intentar llamar su atención y dejó de insistir para no hacerlo enfadar aún más, prometiendo que dedicaría todo su tiempo de nuevo a la empresa en lugar de distraerse tanto.

—Señor Suh, el debate que acordó realizar con su hermano mayor para la cadena PSN está programado para la próxima semana, recuerde que la hora de inicio es alrededor de las diez de la noche, por lo cual recomendaría que llegase un poco más temprano de lo habitual para dar una buena imagen. Tengo acceso a las personas que han confirmado su asistencia tanto presencial como virtual, ronda en alrededor de cinco mil personas más aquellas que lo verán por televisión, Twitch y YouTube, quienes asistirán de manera presencial son, en su mayoría, empresarios y reporteros de varios blogs conocidos, no es para que sienta presión, solo deseo mantenerlo informado —habló SiCheng, estresando aún más al pobre científico.

—Lo sé, SiCheng, lo sé —John se recargó en la barra de la cocina, tratando de enfocar su mente en otros asuntos para poder despejarse un poco.

Había aceptado un "debate" que solo era entretenimiento barato para los medios de comunicación y vídeos en las redes sociales, todo porque la presentadora era una de las mejores amigas de su hermana mayor. Había tomado la posición de la defensa en el tema que propusieron, claro que su querido hermano (nótese el sarcasmo) metió las manos para que fuese de esa manera, logrando que sus niveles de estrés aumentaran.

"Si, en un caso hipotético, la IA llegase a convertirse en un ser con conciencia, ¿sería o no correcto dejar todos los productos que lleven IA en el mercado?"

Una mierda.

Dirigió su mirada al androide.

Creía que SiCheng era una máquina demasiado eficiente, tenía la capacidad de almacenar cantidades enormes de información mientras realizaba las tareas del hogar sin equivocarse en nada. John deseaba comprender como es que su hermano, con esa mente de cacahuate, había logrado crear algo de este estilo, siendo que el no sabía ni como colocar una tuerca. Estaba bien con la presencia del androide, pero aún así esperaba pacientemente a que Taeil regresara por su invento, la espera lo estaba colocando de malas pues ya iba más de una semana.

Sin querer, su holograma volvió a aparecer en sus pensamientos. Pretendía no estarlo extrañando, pero realmente moría por escuchar de nuevo esa risa escandalosa que emitía después de hacer una travesura, que lo asustara con sus raras apariciones en cada esquina de la casa, dignas de una película de terror, o incluso que solo apareciera paga jugar Pac-Man mientras que el estaba en su escritorio, trabajando con normalidad.

Anhelaba escuchar de nuevo ese típico "¡Ah!... No me pagan lo suficiente para esto" cuando le era ordenado hacer algo complicado, porque se quejaba incluso si nadie le pagaba ya que no era necesario para el holograma tener dinero.

—SiCheng —habló John y el androide se acercó a el. —¿Qué has sabido de Doyoung?

—Nada aún, señor —el androide se alzó de hombros y John suspiró, sabiendo de antemano que, aunque lo intentara, no podía escucharse igual que su holograma cuando lo llamaba de esa manera. —Solo desapareció y ya. Tal vez está cansado de trabajar para usted o solo... salió defectuoso.