Capítulo 4.5

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2007

- ¡Jodidos, estamos jodidos! -sentenció Doyoung masajeando sus sienes. - ¡No pueden cerrar el club de Literatura!

-Oh, claro que pueden.

- ¡Al menos miénteme para que no sea tan doloroso, bastardo malagradecido!

- ¿Y tener que soportar tus molestos lloriqueos luego? Paso. -espetó sin despegar la vista de su manga. -Además, ni siquiera tenemos la cantidad mínima de personas como para mantener de pie este mugroso club, cabeza de alfiler. Olvídate de que nos permitan volver a intentarlo.

Doyoung apretó los puños y ahogó un frustrado gemido. ¿Cómo era posible que todo lo que había estado planificando meticulosamente hasta antes del comienzo de clases se había desmoronado tan prontamente? ¿Por qué todo lo que se proponía en hacer terminaba en un completo y rotundo fracaso? ¿Por qué no le había pasado lo mismo al inútil club de ajedrez? ¡Y es que nadie jugaba al ajedrez en la escuela!
Muchos estudiantes se habían inscripto al club generando altas expectativas tanto en el fundador como a los respectivos cofundadores, pero estos desistieron al poco tiempo de entrar. Aunque Doyoung se negaba a ver la realidad del asunto y prefería mantenerse con una postura optimista y esperanzadora, era casi imposible cubrir la cantidad mínima de miembros de entre los requisitos establecidos para sostenerlo. Sí. Nada parecía ir bien en la desastrosa vida de Kim Doyoung.

-Dodo. -le llamó Ten, su otro amigo y novio de Youngho. -Aunque John se comporte y sea un idiota la mayor parte del tiempo-

-Sigo aquí. -le interrumpió el susodicho.

-Lo sé, quería que me escucharas. -sonrió maliciosamente, pero retomó rápidamente una expresión seria. -A lo que voy es que, por más que me cueste admitirlo, él tiene algo de razón.

-Pero, Ten, es que no logro entender cómo es que se fueron sin siquiera haber participado de la primera actividad. ¡Y era una actividad súper divertida!

-No. No lo era. -vociferó Youngho sin dejar de leer su manga.

Doyoung suspiró agachando la cabeza. Ten, por su parte, se limitó en darle palmaditas en la espalda como consuelo y fulminó con la mirada a Youngho que parecía atónito por no recibir el apoyo de su pareja. Este último, harto de la profunda melancolía de su amigo y de que posiblemente se quedaría un mes sin sexo, volvió a hablar en un noble acto por ablandar la situación.

-Mira, Doyoung. -tiró el manga a un costado y se acomodó en el sofá, tomando asiento. -A los mocosos de primer año les importan solamente tres cosas: graduarse, perder su virginidad... y perder su virginidad. Si vinieron a este club es porque de seguro alguno de los maestros los obligó o porque creyeron que encontrarían aquí porquería para adultos gratis. -rio ante la imagen mental. - ¿Realmente pensaste que un renacuajo hormonado de dieciséis años se vería interesado en cosas de nerd de las que, probablemente, arruinarían su nulo estatus social dentro de esta jerarquía estudiantil?

-Parece que tener tacto no es lo tuyo. -Ten rodó los ojos.

-Sí, es por eso que follamos a lo bestia.

- ¡Ya, ya! -el de recto cabello negro se apresuró en contestar. -Es solo que... -suspiró. -Siempre quise crear y brindar un espacio donde los estudiantes pudiesen hacer a un lado todas sus preocupaciones y se despejaran con actividades sencillas, una gran biblioteca y un cálido ambiente grupal. -algunas lágrimas no se demoraron en descender por sus pómulos. -Pero de nada sirvió. Todo mi esfuerzo y hasta parte de mi mesada se fueron al demonio.

-Ellos se lo pierden. -trató de animarle el joven tailandés con más palmaditas y una apacible sonrisa. -Lo que verdaderamente importa es que hiciste lo que pudiste y por una muy buena causa, Dodo. -apretó las mejillas de su amigo, haciéndole reír. -El mundo no está preparado para un ser tan bondadoso y puro como lo eres tú, Kim Doyoung.

Yo amo a ese Beta | JaeDo (PAUSADO TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora