Capitulo 21.

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No podía creer lo que mis ojos veían, mis ceño se encontraba fruncido totalmente, la respiración de Elena se acelero, Stefan me miraba sorprendido y Damon veía a la mujer con el ceño fruncido y confundido.

-¿Agatha?- pregunto Damon irritado, ella lo miro con una sonrisa.

-La única- dijo ella mirando al ojiazul y pasando a la casa y dando un respiro- por fin me siento como en casa. Saben, el otro lado es tan frio y solitario. No vengo a arruinarles la vida como Katherine, esa perra, ojala estuviera viva. La odio.

-Pero el otro lado se destruyo- dijo Elena por primera vez, yo aun me encontraba en shock.

-Bueno, supongo que la conexión de Doppelganger me ayudo, ¿o no Maia?- me miro por primera vez, alce una ceja confundida, Stefan se puso frente a mi- Oh, no lo sabes- dijo riendo.

-¿Qué esta pasando aquí?- dijo Damon haciendo movimientos con su mano, me acerque a la mujer viéndola a los ojos, ella me miraba retadora mientras yo bufe.

-¿Cómo pasaste?- pregunte seca.

-Cuando la rubia te dejo en el hechizo y te desmayaste pensé que había encontrado la paz por fin- dijo encogiéndose de hombros- pero algo me mando a la prisión de 1903. Vi como su madre trataba de mantener vivos a sus amigos, tuve que acabarme toda la sangre existente y dejarla solo con esa horrible jarra.

-¿Y como es que estas aquí?- pregunte hostil.

-Cuando te pusiste débil, bueno, uno de los vampiros de mami Salvatore sintió tu magia y quiso usarla, aproveche para pasar- dijo riendo- fue divertido verte así de débil y vomitando toda esa sangre.

-Usaste mi magia para pasar- dije molesta.

-Algo así- dijo ella sonriendo- No me aparecí tan pronto porque tenia que actualizarme, alimentarme bien y demás.

-¿Asesinaste personas?- pregunto Stefan hablando por primera vez.

-Algo así- dijo sonriendo- fue muy difícil adaptarme al estilo de Maia, ya sabes un día trae un pantalón negro y otro un vestido. Por cierto, escuche de la boda. Me preguntaba si podía ir.

-Definitivamente no vas a ir- dije yo subiendo al cuarto de Stefan dejándola a ella sonriendo. Escuche al Salvatore menor entrar detrás de mi, tome a Bea en brazos.

-¿Estas bien?

-Obviamente no estoy bien, Stefan. Te lo juro que volver a escuchar la palabra Doppelganger me da escalofríos- dije seria- Ahora hay tres doppelganger en la misma época, la naturaleza esta totalmente desequilibrada.

-¿Tu le creíste algo de lo que dijo?- me pregunto con el ceño fruncido.

-Y un comino- dije mirándolo- Algo esta pasando y quiero saber que es.

-Bueno pero no será hoy, ¿verdad?- dijo quitándome a Bea de los brazos y acercándose a mi peligrosamente.

-¿Estas tratando de seducirme?- pregunte alzando la ceja.

-Mañana es la boda- dijo acariciando mi cara.

-Que yo recuerde yo no tengo porque tener una despedida de soltera- dije riendo un poco.

-Dejame ser sensual por un momento- dijo riendo junto conmigo.

-Nos estan escuchando- dije mirandolo ironica.

-Solo sera un- dijo dandome un pico- beso- volvio a darme otro- o dos- volvio a besarme- quiza tres- dijo ahora tomando mi cintura y mi nuca para profundizar el beso.

-Por fin- dijo una voz femenina- Era muy cansado ver como ustedes dos coqueteaban desde que se conocieron pero nunca hacian nada interesante.

-¿Puedes salir?- pregunte mirando a Agatha fulminante, ella salio de la habitacion pero luego volvio a abrir la puerta- No hagan mucho ruido, todos en esta casa somos vampiros y hay una bebé- cerro la puerta. Stefan y yo nos sonreimos y continuamos una serie de besos hasta quedarnos dormidos. Me desperte asustada, Stefan me miro preocupado.

Maia Gilbert VI: HeilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora