[⚡] One-shot No 3 [⚡]

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Efraín se levantó a eso de las diez de la mañana, había regresado tarde a su hogar, y el sueño y el cansancio que tenía acumulado desde hace varios días, le hicieron dormirse de inmediato.

Aún dormitando, tomó su teléfono para chequear si tenía algún mensaje o llamada, tecleó un par de veces para desbloquearlo, dándose cuenta de las diversas notificaciones que tenía de sus redes sociales.

Curioso y un poco asustado entró a la primera que estaba en su bandeja de entrada, encontrándose con algo que lo dejó helado:

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" —TRUENO SE BAJA DE LA FMS INTERNACIONAL

El menor participará en la final de FMS internacional, este 07 de marzo en Lima, Perú. Trueno decidió no acudir por decisión propia y ceder su puesto al menor. — "

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Reeve no podía creer lo que estaba pasando, aún no entendía...
¿El por que Mateo había hecho todo esto?, ¿El por qué le cedió su puesto en la final de la Fms Internacional?

Decir que se sentía confundido era poco, ¿decepcionado?, tal vez, aunque eso no importa, ya que lo más le dolía, era que el morocho no le había dicho nada acerca de su decisión.

Entendía que el rizado tenía todo el derecho de retirarse si quería, pero al menos se hubiera conformado con que Palacios le comunicara su decisión a través de una llamada o mensaje, antes de que esta fuese pública. Sabía que no era su culpa, pero su mente no tardó en hacerlo sentir culpable o que él tenía algo que ver con lo ocurrido.

Aunque después de que el evento terminará, tanto Reeve como Palacios se fueron al hotel a pasar una de las noches más inolvidables que pudieron haber vivido en toda su vida. Ambos tenían una relación, por así denominarle, a pesar de que nunca llegaron hacerla pública por miedo a que los juzgaran y que eso llegara a perjudicar sus carreras.

Muy pocos sabían lo que había entre ellos, por esa misma razón, a pesar de nunca saber exactamente el porqué había iniciado todo. Efraín siempre creyó que la fuerte personalidad de Mateo terminó por atraparlo, mientras que el morocho, admirada esa autosuperación y todo el esfuerzo que el chileno había hecho para llegar hasta donde estaba.

Quizás no podían saber a ciencia cierta como su relación empezó, pero no les importaba, ya que gracias a esa rara coincidencia o azar del destino ambos se conocieron y definitivamente no se arrepentía de ello.

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Después de un largo tiempo carcomiendose por dentro, Efraín pudo superar su shock inicial, esperanzado a que Mateo no tardaría en llamarlo, para justificar lo que había hecho, o al menos explicarle todo de una manera un tanto más tranquila y serena.

Teniendo su teléfono entre sus manos, ya que pensaba que este sonaría de inmediato, pero a pesar de cuánto esperará, no recibió ninguna llamada o un mensaje de parte del rizado, algo que causó que su corazón se partiera por la mitad y se sintiera bastante decepcionado de Palacios.

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Pasó alrededor de media hora para que aquella llamada tan esperada por Reeve apareciera, deteniendo por fin los diferentes escenarios que su mente estaba produciendo una y otra vez, los cuales no eran del todo agradables, aunque ni él mismo Efraín pudo imaginarse lo que estaba a punto de pasar.

—Hola Efrian, ¿cómo estás?

Mateo fue el primero en hablar, escuchándose más que nervioso.


—¿Por qué lo hiciste? —
Efrain en vez de corresponder el saludo de la misma manera decidió ser claro y directo.

—Por qué si... —
Fue la vana respuesta que
el mayor dio.


—Eso no es una respuesta Mateo. El chileno se quejó, intentando mantener sus emociones bajo control. —Sabes que yo siempre voy a respetar las decisiones que tomes. — le dijo. —Pero al menos hubieras tenido la gentileza de llamarme o escribirme, para informarme de lo que pensabas hacer.

—Efraín, se que la noticia te tomó por sorpresa, pero créeme que no lo hice con la intención de lastimarte. — comentó con sinceridad.


—Entonces fallaste Mateo. — el menor acotó ahogando un sollozo en su garganta. —No sabes lo mucho que me he atormentado toda esta maldita mañana por lo que ocurre. Pensé que había hecho algo mal, que te orilló a tomar esa decisión.

—Vamos, vos no tenes nada que ver. — susurró. —Creo que ya soy lo suficientemente mayor como para tomar mis propias decisiones y saber las consecuencias que estas tendrán para mi vida. — aclaró. —Así que, deja de pensar pelotudeces por favor. — pidió, no siendo las mejores palabras que pudo haber escogido.


—¿Pelotudeces? — el otro preguntó incrédulo y molesto. —Ahora lo que siento, ¿son pelotudeces para vos?

—¡No! — Palacios exclamó, dándose cuenta del grave error que había cometido. —Perdón, no quise decirte eso. Es que las cosas están un poco tensas ahora mismo y no se lo que digo. — agregó, no siendo suficiente para remediar su equivocación.

—Si que lo hiciste Mateo, sí que lo hiciste. — Reeve murmuró, no siendo capaz de soportar el llanto que tenía atorado en su garganta, al igual que sus emociones. —¿Sabes que? Haz lo que quieras, me importa una mierda las decisiones que tomes. — dijo, cortando la llamada, para después arrojar su teléfono contra la pared.

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Efraín liberó todo el llanto que poseía, no pudiendo pensar de manera clara lo que había sucedido, queriendo desde el fondo de su alma, que todo esto fuera un mal sueño, y que estaba a punto de despertar, algo que obviamente no era.

Dejando a un chileno castaño y un argentino de rizos morochos completamente destrozados y confundidos, sin saber si lo suyo se había acabado con aquella llamada. 



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PARTE 1 DE 2

|| Love : Truenor : FINALIZADA ✅✅ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora