Somewhere In Neverland (Jikook Au)

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- ¡Hola bebé! Traje los snacks que tanto te gustan- habló el castaño mostrando una gran sonrisa al ver cómo su pequeño enamorado abría la puerta.

- ¡Beom!- dijo Taehyun emocionado, abrazando al castaño- Te vi ayer, pero aún así te extrañé.

- Yo también, pequeño.- Después de ese gran abrazo ambos se separaron y se dirigieron al sofá.- ¿Qué película veremos hoy?

- Estaba pensando ver Black Panther, creo que esa es la única que nos falta ver de Marvel. ¿Te parece bien?- preguntó el castaño al mayor.

- Sí, no hay problema, pero...¿Dónde están Jungkook y tu madre?- preguntó Beomgyu sacando los snacks de la bolsa y entregándoselas a Taehyun.

- Jungkook se fue temprano con sus amigos y mamá salió al supermercado, no tarda creo.- el mayor asintió y después de un rato Taehyun colocó la película. Ambos chicos se encontraban semi recostados en el sofá. Taehyun se encontraba apoyado en la esquina del mueble mientras que Beomgyu se encontraba recostado a espaldas de él, de tal forma que el menor lo abrazaba por la espalda. La película iba avanzando y los menores se reían de vez en cuando debido a los chistes que se hacían. Taehyun acariciaba y depositaba besos sobre la cabeza de Beomgyu de vez en cuando, provocando que este último bostezara o cierre sus ojos.- Hey, no te duermas, la película aún no acaba- dijo Taehyun con una pequeña sonrisa mientras sacudía cuidadosamente a su enamorado.

-¿Cómo quieres que no me duerma si te la pasas haciéndome cariño en la cabeza?- Habló Beomgyu entre risas y sentándose frente a Taehyun, para poder verlo mejor.

- Mmm... Tienes razón- dijo el castaño mientras asentía, pero luego mostró una sonrisa traviesa y levantó los hombros- Por lo menos sé cómo te puedo despertar.- el menor se acercó de a pocos hacia su enamorado y empezó a hacerle cosquillas.

- Nonono, por- favo-r par-a ¡Ah! No- Se quejó Beomgyu entre risas. Taehyun sonreía abiertamente hasta que se detuvo a admirar la escena del contrario riéndose e intentando resistirse a las cosquillas. Era realmente adorable y no podía creer que lo tenía al frente. Se había quedado quieto sin darse cuenta hasta que Beomgyu lo notó.

- ¿Pasa algo? - preguntó con preocupación.

Taehyun solo conectó sus ojos con los suyos y en silencio se acercó a su rostro mientras colocaba sus piernas a los lados del cuerpo de Beomgyu. Este se mantenía quieto, ya habiendo olvidado que estaban viendo una película. El menor se inclinó hacia adelante depositando un beso en los labios del mayor y un silencio reinó el lugar, solo siendo acompañado por el sonido de sus respiraciones y del televisor prendido. Estaban tan concentrados probando los suaves labios del contrario que no escucharon el sonido de la llave introduciéndose en el cerrojo.

– ¡Taehyun!- gritó su madre y las bolsas de las compras cayeron al suelo provocando un estruendoso ruido que separó a los muchachos inmediatamente. Ambos se quedaron paralizados y el corazón de Taehyun se vino abajo, no podía estar pasándole esto.
Beomgyu fue el primero en moverse, apartando suavemente a Taehyun y levantándose del sofá. Hizo una reverencia de disculpa, aún no pudiendo tener contacto visual con la señora Jeon por los nervios.

– Se-señora Jeon, yo-...yo lo-lo siento, por favor no se enoje con Tae, yo lo besé, es mi culpa.– habló el mayor señalándose así mismo mientras agarraba la mano de Taehyun que se encontraba detrás de él.

– No te preocupes Beomgyu, pero...creo que sería bueno que me dejes a solas con mi hijo.– La señora Jeon no sonaba enojada, su tono era más de decepción, pero aún así Beomgyu tuvo que hacerle caso. El joven asintió temeroso y soltó poco a poco la mano del contrario, agarró su mochila y se acercó a la puerta no sin antes pararse al frente de la madre del castaño.

– Señora...yo...–lágrimas se acumularon en los orbes de Beomgyu, pero eso no quitó la valentía de mirar a la mujer a los ojos– ...yo en verdad quiero a su hijo y...solo...no se enoje con él, se lo suplico.– La castaña observó los ojos cristalizados del menor, pero los apartó rápidamente.

– No te preocupes hijo, pero por favor, déjame a solas con él.

Beomgyu agachó la cabeza y negó levemente, no quería irse, pero sabía que si decidía quedarse las cosas iban a ser peores. Apretó con fuerza el asa de su mochila por la rabia y finalmente se acercó a la puerta y la abrió, volteó a ver a Taehyun y este estaba exactamente igual que él, con los ojos cristalizados y con la mirada suplicante. Le hizo una seña de que iba a hablarle más tarde y salió de la casa cerrando la puerta detrás de él.

– Mamá, puedo explicarlo.

– ¿Cuándo planeabas decírmelo?– Preguntó la señora Jeon interrumpiendo a su hijo. Taehyun se quedó callado. Sí tenía planeado decirle a su madre sobre su orientación sexual y planeaba decírselo con su hermano, pero no pensó que las cosas ocurrirían de esa manera.– Pensé que al ir a una psicóloga todos juntos ibas a tener más confianza conmigo, pero ya veo que es todo lo contrario...

– No es cierto, mamá...

– Entonces ¿Qué es?– el tono de la mujer era de fastidio hacia su hijo, se quedó viéndolo unos segundos, luego soltó un suspiro y empezó a negar con la cabeza.– Taehyun, no sabes lo estresada que estoy con todo el trabajo, el tener que ir al supermercado, el pagar las cuentas y ahora venir a casa a tener que lidiar contigo, es que no sé qué te pasa, yo-

– ¡Mamá, basta! No todo se trata sobre ti ¿Está bien? Sí, tienes problemas, como todos. Como Jungkook, como yo... ¡Como todos! y eso no es excusa pa-

– Pero sus problemas no se comparan a los míos, si piensas que ser padre es un trabajo fácil, entonces te invito a serlo.

– Es cierto, no se comparan a los tuyos, pero nos afectan de la misma manera... Te estás yendo del tema, el punto es-

– No me estoy yendo a ningún lado, siempre trato de hacer lo mejor para que ustedes estén bien y... ¿Así es como me pagas? ¿Besándote con un chico en mi casa?

– No es cualquier chico, mamá. Es mi novio y llevamos más de dos meses juntos, te pido un poco de respeto, aunque sea porque es una persona.

– Y... ¿Por qué me lo trataste de ocultar por tanto tiempo?

– No es que te lo haya tratado de ocultar...es que no encontraba el momento oportuno como para poder expresarme... tú sabes...–el nerviosismo llegó a Taehyun, sus ojos empezaron a cristalizarse otra vez y sus manos empezaron a temblar, haciendo que este las esconda detrás de su espalda–...nunca se sabe si tus padres te van a aceptar como eres si... si ni siquiera te puedes aceptar a tí mismo.

La voz de Taehyun se quebró en sus últimas palabras y bajó su mirada para ocultar las lágrimas que no podía detener. Su madre se detuvo antes de decir algo y pensó en lo que realmente estaba pasando. Su hijo menor, su pequeño de toda la vida, le teme a lo que el mundo le pueda hacer por ser él mismo. Y cuando quiere refugiarse en su propia casa y en su propia familia, no puede porque su madre lo está juzgando. Es decir, la persona que lo crió y tiene el deber de protegerlo de todo ese mal al que tiene miedo, lo está juzgando.

Decidió olvidar los problemas que le aquejaban, ya que si todo lo hacía por el bien de sus hijos ¿De qué sirve su esfuerzo si uno de ellos no se siente bien junto a ella?

Abrazó a un Taehyun lleno de temor y dijo:
–No dudes nunca de tener el apoyo que necesites aquí, estaré siempre para escucharte. Te quiero tal y como eres y disculpa si te hice entender lo contrario.– Luego besó su mejilla e hizo del abrazo uno más fuerte.