Cap 44 "Consejo"

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Estoy dispuesta a darle la guerra a mi hermana. Si bien quizá Dixie sea como yo y nuestro grado de alcohol sea directamente proporcional a nuestro grado de verdad.
Para ser practica, he pensado toda la noche en una segunda posibilidad, que no sea así, afortunadamente no encuentro ninguna razón lógica para que me haya mentido.
¿Venganza? Dixie no es así, o al menos eso creo, pero pensaré muy bien antes de actuar o tomar una decisión
Son las dos de la tarde, acabo de almorzar y estoy llena. El menú fue chuletas de cerdo en salsa BBQ y papás fritas, que delicia. Me preparo para ir a casa de Madi, necesito sus consejos.

—¿A dónde vas? (pregunta Sofia al ver a Addison peinandose).
—¿Te importa? (contesta Addison sin mirarla).
—Sí, necesito saber si te demoras, yo también saldré.
—Iré a casa de Madi y después por ahí. ¿Te verás con Dixie?
—Sí, tenemos planeado ir a cine.
—Pues que lástima, regreso hasta la noche.
—No te preocupes, le diré que venga. La casa sola, los dos solas, mejor así (dice Sofia sonriendo).
—Siempre comiendo mis sobras... Que mala costumbre (dice Addison con una sonrisa, Sofia se sorprende al escuchar eso). ¿Me disculpas? Debo terminar esta trenza.
(Sofia se va).

Continuo haciendo mi trenza, aguanto la risa hasta que se me sale. Pagaría por ver la cara que puso una vez más.
Me echo perfume, agarro mi cartera y me voy sin decirle nada a Sofia. Papá está trabajando y la señora que nos cocina fue a hacer compras.
Le pido a Tadeo que me lleve a casa de Madi, él me sonríe y asiente. En el camino enciende la radio. Ponen una canción de amor tras otra tras otra y mi cabeza todas las relaciona con Dixie.
Llegamos a la casa de Madi, me despido de Tadeo.

—¿A qué hora paso por usted, señorita Addison?
—Yo te llamo.
—Vale, que tengas un buen día, adiós.
—Gracias Tadeo, igualmente.

Tadeo se va.
Toco la puerta, me abre Madi.

—Hola Addi (dice Madi dándole un beso en el cachete a Addison).
—Hola Madi.
—Pasa...

Entro a la casa de Madi. Miro detalladamente la sala, todo está diferente. Cambiaron los muebles y la decoración.

—Vaya, me gusta lo que hicieron aquí. Quedó hermoso (dice Addison).
—Gracias, Madi escogió el modelo y yo el color (dice la señora Erika, la mamá de Madi).
—Señora Erika.
—Addison, tanto sin verte (la señora abraza a Addison). ¿Qué tal te ha ido?
«Lo sé, la mamá de Madi me quiere tanto y yo a ella.»
—Muy bien señora, ¿y usted? ¿Qué tal todo?
—Bien, gracias. Todo está yendo bien (la señora sonríe).
—(Risas) me alegró de eso.
—(Madi tose) aún sigo aquí.
(Risas).
—No te la robaré más (dice la mamá de Madi).

La señora Erika se va a su cuarto. Madi me agarra del brazo y me lleva a su patio. Saca un colchón y lo coloca sobre el suelo. Me tiro sobre el y hundo mi cara en la almohada.
Ella se sienta en mi espalda y empieza a darme nalgadas.

—Sucede algo. ¡A mí no me mientes Addison Rae!
—(Risas) me conoces tanto.

Me pongo boca arriba, Madi se acuesta junto a mí y miramos las nubes.

—¿Quieres hablar de ello? (pregunta Madi).
—Sí, necesito un consejo.
—Adelante (dice Madi con una sonrisa y mira atentamente a Addison).
—(Addison suspira) Mis problemas tienen nombre y tú ya lo conoces (Addison mira a Madi).
—Oh, no me digas que...
—Sí. Creí haberlo conseguido, creí que todo había vuelto a la normalidad, pero la vi y mi mundo se puso de cabeza, de nuevo (Addison se pone los brazos en la cabeza).
—Quiero detalles, ahora.
—Bryce me invitó a una cena con su mejor amigo. El mundo es un pañuelo de lágrimas, el chico resultó siendo el hermano mayor de Dixie y ella también fue a la cena. Para colmo de males, fue con su novia, quien resulta siendo mi hermana.
—¿QUÉ? (Madi grita sorprendida, entonces baja la voz y continua) Addison, te juro que no lo sabía.
—Está bien, no te preocupes.
—Sofia es una desgraciada.
—Lo sé... Ella en cambio es tan, wow. Si antes era hermosa, ahora es toda una diosa. Dixie es mucha mujer para la babosa de mi hermana.
—Total. ¿Qué tal la cena? ¿Hablaron?
—Sí y fue muy incómodo. Ella empezó a beber mucho vino y a lanzar indirectas como flechas (Madi abre la boca sorprendida y mira atentamente a Addison, quien continua hablando). Se emborrachó en un abrir y cerrar de ojos, y bueno, la acompañé al baño. Nos besamos pero detuve todo antes de que pasara a más.
—¡Ah! (exclama Madi con asombro).
—Sí. Ella estaba tan ebria que temía que no se acordara de nada o que peor aun, se arrepintiera. Además de que estábamos en el cuarto de su hermano.
—¿Arrepentirse? Si te besó es porque aún siente algo por ti.
—Eso creo, recuerdo que dijo que no soportaba verme con Bryce y que no amaba a Sofia.
—Din din, ahí está. ¿Cuál es el problema?
—Que es la novia de mi hermana y que estaba borracha en ese momento.
—Pero primero fue tuya, además la gente cuando está ebria es cuando tiene valor para decir cosas que nunca diría estando sobria.
—No es tan sencillo, Madi. Dixie es de esas que harían mil veces antes lo correcto y eso me hace pensar que actuó por impulso.
—¿Lo correcto? ¿Y por qué es incorrecto que te ame? (Addison suspira y vuelve la vista a las nubes). ¿Quieres mi consejo?
—Por supuesto.
—Dices que aún sientes algo por ella, entonces búscala, habla con ella sin rodeos. Dile lo que sientes, pregúntale por sus sentimientos. Si ambas sienten lo mismo, entonces inténtenlo. Lucha por tu derecho a amar.
(Addison sonríe y abraza a Madi).
—Hablar contigo me hace tanto bien. Nunca me dejes (dice Addison mirando a Madi a los ojos).
—Nunca lo haré. Mejores amigas por siempre.
—Mejores amigas por siempre (repite Addison).
—Y ahora, gracias a ti, mejor amiga, Sandra nos mostrará sus senos.
—(Risa) ¿qué?
—Apostamos. Ella dijo que volverías con Bryce, por supuesto yo aposté a que no.
—Ustedes están locas (ambas se ríen).
—¡Pero veremos sus pechos! (Madi hace un baile triunfador).
—Compraré tequila para entonces (dice Addison riéndose).
—Oh eso estaría excelente.

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