Final alternativo 1/2

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/serán dos partes, mañana subiré la última, los quiero./ /también pueden leer They don't know about us y Dime que sí, disponibles en mi perfil/ gracias por leer. ❤️🎉

–Por Dios Lisa, no puedo creer que vayas a hacer eso –volvió a recriminar Rosé, confrontando a su mejor amiga–. Eres una idiota, ¿Qué no vez que Jennie te ama?

–No Rosé–respondió una terca Lisa, sentándose en su sofá y mirando su teléfono–. Seguramente está actuando, ella..

La sarcástica risa de Rosé la interrumpió.

–No me lo creo, hasta un jodido ciego vería la forma en que ella te adora Lisa. ¡No puedes plantarla!

–Créeme que me tiene sin cuidado lo que pienses Rosé, tú sabes lo que ella me hizo, ella no ha cambiado. Sigue siendo... ella... –dijo con desespero, soltando su teléfono con brusquedad sobre la mesa de centro, mirando a su amiga con el mismo dolor que aquella noche–. Sigue siendo Jennie Kim, la chica que enamoró perdidamente a su nerd vecina por una apuesta, por dinero, para levantarse más el ego, para probarle algo a sus amigas que era completamente innecesario... ¿Por qué lo hizo Rosé? –cuestiono herida, su voz quebrándose a último momento.

Pero antes de que Rosé se acercara, Lisa limpio el poco rastro de lágrimas de sus ojos, mirando a su amiga.

–No lloraré más por Jennie Kim, seguramente en todo este tiempo ella se estuvo riendo de mí. Y estoy harta.

–Lisa, por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir –rogó Rosé, sentándose a su lado–. ¿Crees que Jennie hubiera aceptado casarse contigo si no te amara?

Lisa no dijo nada, sólo bajo la mirada.

–Tú la amas Lisa, jamás dejaste de hacerlo. Jennie cometió un error, pero trata de remediarlo. Debes pensarlo mejor, porque si haces esto, ya no habrá marcha atrás.

Espero que su amiga dijera algo, pero Lisa se mantuvo en completo silencio. Fue motivo suficiente para que Rosé se pusiera de pie y saliera de aquel departamento, tal vez lamentando lo que estaba a punto de hacer.

Fue la segunda vez que llamo a la puerta, repasando mentalmente lo que le estaba por decir a Jennie. Pero para su suerte, fue Mina quien abrió.

–¿Qué haces aquí Park? –pregunto con cierto fastidio.

–Quiero hablar con Jennie.

–Jennie no está, fue a visitar a nuestros padres.

–¿A qué hora regresa? –se estaba impacientando.

–No lo sé, supongo que por la noche.

–No, no, no. Es urgente –dijo desesperada, Jennie debía saberlo–. Es sobre Lisa... y la boda.

–¿Qué pasa con eso?

*

Lisa estaba por su noveno trago de la botella cuando unos fuertes golpes se escucharon, alguien llamando desesperadamente la puerta y por como sonaba, deducía que también molesto. Se levantó tambaleándose, deteniéndose para observar por la miradilla de la puerta para ver a la hermana de su prometida, Mina.

–¡Abre la maldita puerta Manoban! –gritó molesta, golpeando con la palma de su mano repetidas veces nuevamente.

Lisa le dio un último trago a su botella antes de recargarse de espaldas a la puerta, pensando porque Mina se encontraba ahí.

–¿Qué habrá pasado para tener la dichosa presencia de Mina Kim en mi entrada? –le pregunto arrastrando las palabras, al fin cesando los golpes.

Tras un suspiro, Mina hablo.

–Abre la puerta Lisa.

–¿Te lo dijo Rosé? –le preguntó al fin sabiendo que fue ella, ¿Quién más podría haberlo sabido? Además, Mina no estaba histérica por nada–. ¿No es así?

–¿Por qué le haces esto? –gruño enojada–. ¿Por qué? ¿Quién te crees que eres para hacerle eso a mi hermana?

Lisa se deslizo por la puerta, bebiendo más de su botella hasta quedar sentada sobre el suelo.

–La chica por la cual se burló por meses Mina.

Del otro lado, la hermana de su prometida se quedó unos minutos en silencio. Tratando de tranquilizarse y también tomando asiento.

–Sé que... mi hermana te hizo mucho daño –comenzó a decir–. Y yo también, y no sabes lo arrepentida que me siento. Pero Jennie te ama, esta perdidamente enamorada de ti Manoban. Te amó durante la apuesta, te amó cuando ni siquiera ella sabía lo que eso significaba, cuando la dejaste, cuando se fue, y te sigue amando a pesar del cambio que has hecho. No sabes las lágrimas que he limpiado para darme cuenta de ello. Y sé que le has mentido diciéndole que la habías perdonado cuando no era así –suspiro, tratando de que su voz no se quebrase–. Sé que tratas de que ella sufra lo mismo que tú, pero créeme que lo hizo. Y créeme que si no se lo dices a Jennie, yo se lo diré. Porque no lo veo justo.

Se pauso unos segundos, escuchando la irregular respiración de la pelinegra del otro lado de la puerta. No estaba segura si era por mantener callados sus sollozos.

–Rompió mi corazón –respondió Lisa, Mina confirmando sus sospechas al escucharla hablar–. Yo se lo di, y ella lo aplasto. Y pienso hacer lo mismo con el suyo...

–¿Es tu última palabra? ¿Estas segura de ello?

Pasaron unos cuantos segundos en silencio, Mina incluso pensó que Lisa ya no estaba tras la puerta.

–Sí.

Si Mina conociera a Lisa, sabría inmediatamente que la chica mentía.

–Pues espero que un día encuentres a una persona que te mire de la misma manera en que lo hace mi hermana.

Pero Mina no la conocía, así que solo se puso de pie sacando su teléfono del bolsillo, y se fue. Dejando a la pelinegra aún más confusa que antes, los recuerdos volviendo a ella reviviendo aquella noche sin cesar.

Uno, dos, hasta que el tercer timbrazo contesto.

–¿Diga?

–¡Jennie! Debo decirte algo –dijo Mina desesperada, saliendo a la calle y empezando a caminar entre las personas.

–¿No puede esperar para esta noche? Mamá esta por servir algo muy delicioso...

–Jennie por favor –suplicó su hermana, esperando a que la señal cambiara para poder cruzar la calle hacia su auto–. Es urgente.

No sabía qué clase de poder tenía Lisa Manoban sobre Jennie, pero estaba segura que si ella estaba tan empeñada en su jodida venganza, haría lo que fuera para conseguirla. Incluso podrían hablar antes de que Mina pudiera prevenir a su hermana de lo que su prometida tenía planeado a una semana de la boda, y simplemente Jennie le creería.

–¿Qué sucede? –preguntó la castaña preocupada tras el teléfono–. ¿Estás bien?

–Yo estoy bien, la que no está bien es tu queridísima Lili –escuchó un quejido por parte de su hermana.

–Mina, tú me dijiste que pondrías de tu parte para que ambas se lleven mejor...

–¡Eso no tiene nada que ver Jennie! Lisa planea...

–¡Cuidado!

El fuerte sonido de un derrape tras el teléfono provocó que Jennie diera un salto del susto, seguido del fuerte sonido de un golpe y varios gritos aturdiendo sus oídos. Sus padres mirándola alertados desde el comedor.

–¿Mina? ¡¿Mina?! –la llamo desesperada.

Pero la llamada se había cortado.

F por Mina.🙏🏻

Enamorada de mi Vecina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora