Capitulo 20

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/Oigan, si hay error (ya sea como otro nombre, o mal escrito) podrían decirme por favor, para corregirlo/

La noche anterior había tenido "Sexo telefónico" me sentía extraña. Bueno, nunca había hecho ese tipo de cosas, y el hecho de haberlo hecho con Jennie me ponía nerviosa y ansiosa.

Llegué del colegio, subí a mi habitación y miré por la ventana. Su ventana estaba cerrada. ¡Maldición!

Fui hasta mi armario y me cambie de ropa, y bajé al primer piso, allí me encontré con mi mamá.

—Voy a salir. —Avisé.

— ¿Adonde? —Preguntó.

—Voy a ir a ver a la vecina.

—Vale, pero no te demores mucho. —Advirtió.

—No lo haré, te veo luego.

Ella sonrió.

Salí de la casa, y caminé hasta llegar a la casa de ella. Toqué el timbre y esperé a que abrieran.

Para mi mala suerte, Mina abrió.

— ¿Qué quieres? —Dijo.

— ¿Está tu hermana? —Pregunte.

—No. —Susurró.

— ¡Mina! —Escuché la voz de Jennie.

La vi venir, tan hermosa como siempre.

—Hola Lisa. —Sonrió.

—Hola. —Sonreí. —Te traje esto. —Le entregué una chocolatina.

— ¡Que ridiculez! —Exclamó Mina. —No pienso presenciar esta asquerosidad de escena.

Rodo sus ojos y entró nuevamente a la casa.

—Hoy no está de humor. —Dijo ella. — ¿Quieres pasar? —Preguntó.

—Claro.

Entré a la casa y ella cerró la puerta.

—¿Vamos a mi habitación? —Preguntó.

—C-Como tú quieras. —Dije nerviosa.

Ella sonrió y me cogió de la mano.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación, ella cerró con seguro.

—Mis padres no están. —Susurró, mientras caminaba hacia mí.

—¿En dónde están? —Pregunte.

—No lo sé. —Se paró en frente, y pasó sus manos por mi rostro. — ¿Te gustó lo de ayer?

—Sí, por supuesto. —Tragué saliva.

Jennie sonrió, y se acercó para besarme. Sus manos fueron a mi cuello, mientras las mías fueron a su cintura para acercarla aún más.

El beso comenzó siendo suave y tranquilo, pero la emoción iba aumentando cada vez más, hasta que sentí su lengua invadir mi boca, y acariciar la mía con movimientos suaves. Gemí. Sus labios tomaron mi labio inferior y sentí como lo succiono. Luego de esto, se alejó.

— ¿Pensaste en mi ayer por la noche? —Susurró, comenzó a desabrochar los botones de mi camisa azul oscuro.

—Mucho. —Dije mirándola.

—Yo también. —Se mordió el labio. —Me gustas tanto Lisa. —Volvió a besarme.

Nuestros labios se devoraban mientras ella quitaba mi camisa. Cuando lo hizo, la tiro a un lado de nosotras, y sus manos bajaron a mis shorts.

— ¿Qué... haces? —Pregunte entrecortada.

—No tengo idea. —Respondió.

Fruncí el ceño.

—Quítate esos shorts. —Pidió.

— ¿Qué? ¿Y si alguien nos ve? ¿Y si alguien entra?

—Nadie va a entrar. —Dijo obvia.

Vacile un poco, pero le hice caso y me quite los quite.

—Así me gusta. —Sonrió.

Yo la miré nerviosa.

—Ahora... —Se inclinó. —Tus bragas.

—Creo que... —Fui interrumpida sorpresivamente por sus manos bajando mi ropa hasta mis tobillos, quedándome solo con el sujetador — ¿Qué estás haciendo? —Pregunté.

Ella se levantó y se alejó un poco, me sorprendió la manera en la que observó todo mi cuerpo con su mirada, miró cada detalle. Eso me hizo sentir muy nerviosa.

—Que sexy Lisa. —Susurró.

—Yo... —Tragué saliva.

—No seas tan tímida Lisa. —Se acercó a mí. —Hace mucho tiempo quería verte así. —Susurró.

—Me da miedo que entren tus papás.

—No puedes ser tan aburrida Lisa. —Hizo un puchero.

Jennie retrocedió, y se quitó la ropa que llevaba encima, dejándome observar su cuerpo semidesnudo, su ropa interior era de color negro. Por dios, era hermosa.

— ¿Te gusta? —Pregunto, mientras se acercaba.

—Sabes que sí. —Respondí.

Jennie sonrió, y me empujó a la cama. Ella se sentó en la orilla.

—Lisa, esta vez no voy a tener compasión contigo. —Susurró.

— ¿Qué? —Pregunté.

No obtuve respuesta de su parte, solo sentí que hizo presión en mi intimad con una de sus manos, subió hasta mi rostro, y me beso, mordió mi labio inferior y volvió a bajar. Yo la miré nerviosa, Jennie también me miro mientras se relamía los labios. Abrió su boca ligeramente como para atormentarme, sacó su lengua y lamio mi clítoris. Lamió hacia arriba, lentamente. Gemí. Sus labios fueron hasta mi centro y comenzó a lamer lentamente. Cerré mis ojos, y gemí nuevamente. Sentía su lengua insistiendo en entrar en mí. Manteniéndose algunos segundos allí, hasta que sentí como succiono ferozmente. Gemí exaltada. Sus labios se deslizaron hacía arriba y abajo mientras yo gemía descontroladamente.

—Umm, Lisa. —Gimió, y succiono con más fuerza.

—Oh dios. —Gemí, casi en un gritó.

Era incapaz de soportar un minuto más, me acabe en su boca. Mi pecho subía y bajaba. Me estremecí al sentir como sus labios tomaban mi devastador orgasmo, por dios esto es mucho para mí.

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Enamorada de mi Vecina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora