Epílogo Alternativo

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Eh, ¿que creían? ¿Que acaba así? Claro que no;) sorpresa sorpresa 🎉

4 años después.

–¿Estas segura de querer hacer esto Lisa? –le pregunto Rosé a su mejor amiga.

–Rosé, debo superarla –dijo con una actitud diferente, más decidida–. Ya ha pasado tiempo y debo resignarme a que... –suspiró–. La perdí.

–¿Quieres ir a un prosti a levantar tu animo? –le preguntó jugando.

–Creo que Jisoo te azotará si se entera de que estuviste en un prostíbulo, y no creo que a su embarazo le venga bien una noticia de esa magnitud.

Ambas rierón.

–Hablando enserio, no me gusta verte tan decaída –insistió su amiga–. En mi humilde opinión, deberías conseguirte a otra... u otro.

Lisa suspiró.

–Kuma es irremplazable –dijo decidida, pues su Pomerania se encontraba perdida desde hace un par de días.

–Pues ya hemos pegado estos letreros en toda la bendita ciudad y nadie ha llamado –se quejó poniendo en alto la foto de su mascota, a la cual el amor de su vida la tenía en brazos–. A Emma no le gustará saber que Kuma se perdió –aseguró.

–Supongo –respondió Lisa desanimada, pues Emma amaba a esa mascota–. Debo volver a casa, seguramente ella ya llegó del trabajo y debo darle la mala noticia.

–Suerte, si mañana sigues con vida podemos pasar a comer.

–Lunes –se quejó.

–Lunes –coincidió–. Te veo luego Manoban. ¿Quieres que te de un aventón?

–No gracias, caminaré.

–De acuerdo, hasta mañana –se despidió con la mano antes de subirse a su coche y marcharse.

Lisa caminó por las calles, solo unas pocas cuadras para al fin llegar a casa.

–¿La encontraste? –preguntó la voz de Emma, aquella que comenzaba a alegrar sus ideas desde hace 3 años hacia acá.

–No cariño, la busque por todos lados pero no la encuentro –respondió Lisa, abrazando a su hija cuando esta comenzó a hacer un puchero que sin duda le recordó a alguien–. Vamos Emma, no llores.

–Quiero que Kuma este aquí –sollozo en su hombro.

–Yo también lo quiero, pero todavía quedan lugares disponibles para buscar. ¿De acuerdo?

La pequeña castaña de 3 años asintió, y Lisa beso su mejilla para bajarla nuevamente al suelo.

–¿Dónde está mamá?

–Está haciendo la comida, y Ella se quedó dormida hace rato. Así que shhhh –añadió llevándose un dedo a sus labios. Lisa imitándola para hacerle saber que guardara silencio.

Lisa se adentró a la cocina, encontrándose con la encantadora imagen de Jennie a espaldas a ella cocinando algo que olía deliciosamente bien. Y sin pensarlo dos veces la abrazo desde atrás dejando un beso en su hombro izquierdo.

–¿Cómo está la esposa más hermosa del mundo?

Jennie sonrió.

–Dímelo tu –respondió juguetona, girando su cabeza rápidamente para dejar un casto beso en sus labios–. Al fin Ella se quedó dormida –contó con cansancio, mirando de reojo el porta bebé a su lado, donde su hija menor descansaba.

–Bueno no te preocupes mami trabajadora –le susurró al odio, golpeando juguetonamente su nariz con su dedo–. Ya llegue yo, así que puedes descansar un rato.

Enamorada de mi Vecina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora