"¿A donde fuiste?"

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Saque los vestidos de noche que tenia, me probe uno por uno, pero no me gustaba como me veia, ya no me gustaba como me veía nunca, prácticamente no había comido nada en el día, me quite el vestido y me volví a ver en el espejo, comenze a llorar, tome un cepillo y lo azote contra el piso haciendo que se rompiera en mil pedazos, agarre mi teléfono e investigue en internet, encontré un tipo de laxantes que te hacían vomitar casi al instante, me limpie las lagrimas y me puse una sudadera con capucha para que la gente no me reconociera, agarre dinero y Sali por la puerta trasera sin hacer ruido, me puse la capucha cuidando que nadie me viera la cara, llegue a una tienda rogando encontrar lo que buscaba, no conocía Londres, jamás había estado aquí pero, si, los encontré, los guarde en mi bolsillo y volví a la casa, me escabulli por la puerta trasera una vez mas, abri la puerta, llevaba la mirada en el piso, la cerre y cuando voltee vi a Cinco frente a mi, parecía estar esperándome, estaba muy serio

-¿A donde fuiste?- me pregunto sin ninguna expresión en el rostro

-Yo... solo sali a dar una vuelta- le respondi

Note en su cara que no sabia si creerme o no, su mirada llevaba un rastro de inseguridad, se quedo pensando unos segundos hasta que su mirada volvió a mi, camine acercándome a el, hasta que estaba a unos centímetros de el

-Yo... Te amo, y lamento no si no te lo he dicho muy seguido- le dije con un hilo de voz

-Hay mi niña- me contesto

Me atrajo hacia su cuerpo, levante la cara, me quito la capucha y el paso sus dedos por mi mejilla, con tanta suavidad que temi venirme abajo , me miro con sus intensos ojos verdes

-Esos ojitos, esa boquita, esa carita me despierta, tu eres mi vicio también mi debilidad-

Lo mire enamorada y me sonroje un poco

-Tu eres mi todo, me encanta la manera en que me miras, déjame te digo que te quiero aquí conmigo mi amor, si no te tengo me muero-

Me susurro al oído, me quede mirando a sus ojos, rogando que me besara de una vez, su mirada se clavo en mi, me miro directo a los ojos, comenze a ponerme nerviosa, el tenia ese efecto en mi, podía dominarme completa cuando el lo quisiera, podía sentirme segura a su lado pero aveces me hacia sentir como la primera vez que lo vi, de pronto dejo de mirarme y la expresión de su rostro cambio

-Mia, no puede ser, es muy tarde, tenemos que cambiarnos-

Me dijo sin apartarse ni un centímetro de mi , me pusede puntas apoyándome en la barra de la cocina y lo bese, el me siguió el beso tomándomede la cintura instintivamente, cuando me separe de el, me sonrio, se sentía felizde que yo tomara la iniciativa y lo besara, me tomo de la mano y subimos anuestra habitación, ya era tarde...

Mia y la Academia UmbrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora