La historia de Mia y su hermano gemelo Liam, su llegada a la academia, su vida con poderes, y cinco, el misterioso chico de ojos verdes del que se enamoro, no es la historia perfecta, ella tiene que afrontar los problemas de todos a diario...
-𝓜𝓲�...
Me metí a bañar y Cinco me espero afuera cuando termine el se metió a bañar, de todos los vestidos elegi uno color blanco ajustado de la cintura pero suelto de abajo, tenia encaje en el hombro y caia de forma elegante, dude de mi apariencia una vez mas, chasquee la lengua mientras me veía al espejo, al poco tiempo llegaron unas chicas a maquillarme y a peinarme, elegi un maquillaje sencillo y un peinado suelto, cuando ya estaba lista me mire al espejo un ves mas, suspire, me di la vuelta tratando de ver bien mi reflejo, pero seguía sin convencerme, contemple la cajita de laxantes entre mis manos, la gire leyendo lo que ponía en la etiqueta
-Haz visto mi corbata- murmuro Cinco acomodándose el cabello
Di un respingo e instintivamente meti la cajita lo mas rápido que pude a mi bolso
-¿cual de todas?- le pregunte
Levanto la mirada y me vio, se quedo inmovil durante un segundo eterno -Estas hermosa- susurro soltando un suspiro
-Y tu no estas nada mal- le conteste esbozando una sonrisa
-Supongo que me cambiare de ropa, no encuentro mi corbata azul marino- dijo con carita de puchero
-Esa no es azul?- dije señalando a una corbata que estaba situada sobre el armario
-Es azul, pero no es azul marino- me contesto chasqueando la legua
-¿Y tiene alguna diferencia?- le conteste entre risas
-Son muy diferentes- me contesto también riendo
-Y la reynita soy yo- le conteste aguantando la risa
Se cambio y se puso un pantalón negro y una camisa blanca junto a una americana color negro, se seguía viendo muy guapo
-Lista?- dijo tomándome la mano
-Siempre- le conteste
Esbozo una sonrisa y se mordió el labio, me tomo la mano con suavidad, a pesar de usar tacones Cinco seguía siendo mas alto que yo, salimos al pasillo y desde ahí se escuchaba la música, pero claro, era música de acorde al evento, relajada y elegante, cuando llegamos a la altura de las escaleras, ya se podía ver a los invitados, eran mas personas de las que creía, antes de bajar di un suspiro, Cinco me miro y asintió con la cabeza, bajamos las escaleras, estaba nerviosa, tenia miedo de tropezar a la vista de todos, habían muchas miradas sobre mi
-¿Qué haces si me tropiezo?- le susurre mientras bajábamos
-Pues me rio- dijo tratando de aguantar la risa
-Eres un grosero- le conteste soltando una risita
-Es broma, no te vas a caer- murmuro
-¿Cómo puedes estar seguro?- le conteste mirándolo
-Si te caes, yo me caigo contigo, así los dos hacemos el ridículo- me sonrio
-Espero que eso no pase- susurre devolviéndole la sonrisa
Cuando llegamos a el final de las escaleras Cinco me tomo de ambas manos
-¿Lo ves? Te dije que no te ibas a caer- murmuro sonriendo
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