CAPÍTULO 16

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POV KAI

Maldita sea, quería terminar mi trabajo y largarme de aquí. No estaba de buen humor. Había una falla con el videojuego en línea. Los programadores ya estaban en ello pero todo mundo estaba nervioso.

Además Chanyeol no dejaba de hablarme de lo perfecto que era su relación con Baekhyun. Oh vaya sorpresa, Lo odiaba justo ahora.

Una vez que por fin salí de la empresa, la cabeza me punzaba a tal grado que sentía hasta dolor de muelas. Solo quería llegar a casa. Al menos no había tráfico de camino a mi casa. Quizá hubiera explotado si lo había. Una vez que llegué, me estacioné y entré. El dolor casi se fue por completo.

Samanta y Soo estaban por la sala. Ambos bailaban como si se les fuera la vida en eso. Soo meneaba sus caderas al son de la música. Samanta reía a carcajadas. La música era alta sin embargo no me molestó en absoluto. Soo estaba sonriendo, de nuevo se reía y yo quería besarlo.

Una vez que la canción terminó, aplaudí. Samanta se asustó y se puso seria como un soldado. Soo fue a apagar la música y después vi ese rubor en sus mejillas y orejas. Sonreí con ganas.

-Vaya, tenían una fiesta.

-Creímos que llegarías más tarde – Samanta se disculpó y salió de ahí directo a la cocina. Me acerqué hacia Soo y lo tomé de la cintura.

-Que bien que llegué temprano, pude verte bailando así - Soo rio, yo sonreí también cerca de sus labios. – Hola – susurré.

-Bailé horrible – Soo tenía sus manos sobre mis hombros.

-Bailaste adorable – Por fin le planté un beso corto en los labios.

Ya lo sé, soy una persona muy extraña y que no sabe probablemente lo que quiere. Días atrás había pensado que Soo había sido un castigo porque gracias a él no se e paraba, además de que había roto nuestro trato de no amor mientras salíamos y me había ocultado información importante como que yo era su jefe.

Hoy, era diferente. Ni siquiera me importaba lo del trabajo y vivía dura todo el día. Todas las noches tenía que complacerme a mí mismo en el baño. Pensando en los besos que minutos antes Soo estuvo dándome o en su piyama y la forma en que se ceñía a él. Su enamoramiento, bueno ya no me molestaba. No puedo decir que lo amo porque no lo sé. Pero definitivamente me cuesta estar alejado de él.

Jamás me había costado estar alejado de nadie más que de Taemin.

-Hueles delicioso – Metí mi nariz en su cuello.

-Fui con Samanta a comprar la comida y compre esta nueva loción. ¿Te gusta?

-No es la loción. Es tu aroma natural - 'Su aroma me volvía loco.

Si en esos días me hubieran dicho que me volvería así de adicto a alguien aun sin que estuviéramos teniendo sexo, les hubiera dicho que estaban locos. Algo había cambiado en mi relación con Soo. No sé si fue él sabe que ambos habíamos pasado por lo mismo o el pensar en que dejara de amarme. ¿Por qué me frustraba tanto?

Había conocido más a Soo. Sentía que día a día lo conocía más a fondo y me provocaba que hablara con él. Me daban ganas de sincerarme. Soo aun parecía reticente a quedarse aquí o a aceptar lo que sea que esté pasando entre nosotros. Y yo lo sabía, tampoco estaba seguro de que era esto.

Nos quedamos unos segundos más así, después Soo fue a acompañar a Samanta para preparar la cena.

Sobra decir que mi dolor de cabeza desapareció. Me metí en mi despacho a leer algunos documentos, después me tomé un momento porque ya estaba cansado y aburrido. Tomé mi guitarra que estaba colgada a un lado, hacía meses que no tocaba nada.

Lo cierto es que antes mi sueño había sido ser un artista, cantante o músico. Cuando le comenté a mi padre como todo lo anterior pensó que era una muy mala idea. Así que me hizo abandonar ese sueño y enfocarme en su empresa. Aun así seguía amando el tocar. Afiné un poco las cuerdas pues con la falta de uso se habían aflojado.

Pase unos minutos tocando algunos acordes que recordaba. Me daba paz, siempre había sido así. Era una paz que no muchas veces era fácil encontrarla. Aunque debía ser sincero, últimamente me sentía muy en paz conmigo.

No me di cuenta si es que tocaron a la puerta y mucho menos cuando esta se abrió. Soo estaba ahí de pie en el umbral de esta. Me veía con una gran sonrisa. Salté del susto cuando aplaudió bajito. Mi corazón palpitaba con fuerza.

-No sabía que te gustaba la música. Y mucho menos que tocaras un instrumento.

-No lo hago muy seguido – Tenia una sonrisa en sus labios.

-Toca algo más – Ahora parecía realmente entusiasmado.

Lo pensé un poco y después toqué una canción que hace unos años había compuesto. Canté bajito pues no creía que cantara tan bien. Soo me miro sonriendo. Quiero besarte. Siempre quería besarlo, era como un adicto.

Cuando terminé de tocar una vez más aplaudió. Kai me abrazó pero se alejó de nuevo rápidamente un poco avergonzado y rojo.

-Eres fantástico – Dios, no digas ese tipo de cosas Soo.

- Gracias, no mucha gente me ha escuchado tocar o cantar.

-A tus padres debe de gustarles mucho, si yo pudiera tocar y mis padres me dirigieran la palabra realmente les compondría algo – Si Soo supiera.

-No les gusta que toque música.

-¿Por qué?

-Es una pérdida de tiempo – Soo negó.

-Pero pareces tan feliz cuando tocas – Tomé su mano y la llevé a mis labios. La besé. Soo se sonrojó hasta el cuello.

-Siento mucho la manera en que me he comportado contigo, siento mucho si te lastime o si te dije cosas hirientes Soo. Sabes que soy un idiota y muchas veces me desquité contigo – Soo parecía sorprendido y yo también lo estaba, no esperaba decirle eso pero las palabras se resbalaron de mis labios.

-Ya pasó Kai – Sonreí hacia él. No había visto que estábamos un poco más cerca.

Mi corazón se sentía ligero justo ahora, sentía que podía hacer y decir cualquier cosa con Soo y no se tomaría nada a mal. Me gustaba observarlo.

-También me escapé de mi casa – Solté de pronto sorprendiendo a Soo – Tenia 17 años y estaba enamorado de un chico- Sentí un nudo formándose en mi pecho – Les conté a mis padres que me gustaba alguien y que era un chico, mi padre me pidió que lo dejara, me dijo que no iba a permitir que su hijo fuera un desviado. Cuando me enfrenté a él y le dije que no lo haría...- Soo me apretó la mano – Me corrió, sin nada. Solo con lo que traía puesto. Me dijo que ya no era su hijo y que me largara. Que solo si recapacitaba volviera. No me importó, yo tenía a Taemin, podíamos ser felices juntos, era un poco más grande. Fui un imbécil – Los ojos grandes de Soo me escaneaban.

Tomé aire.

-Art no pensaba dejar todo por un chiquillo de 17, prefería estar en el closet e ir a la universidad. Me dejó – Soo limpio mis mejillas. Hasta entonces me di cuenta que había comenzado a llorar. – No aguanté, volví con la cola entre las patas y le rogué a mi padre que me perdonara. Lo hizo con la condición de que dejara esas ideas "absurdas", lo hice. No tenía nada más por lo que luchar. Yo amaba a Taemin, tantas veces se lo había dicho y él tantas veces me lo dijo que creí que podíamos contra el mundo, estaba tan equivocado. Estudie y trabajé para que mis padres estuvieran contestos conmigo, después comenzamos a "salir" Davika y yo, éramos mejores amigos así que ella supo todo, después nos comprometimos y aquí estamos. Sé que mi padre sabe sobre que a veces salía con hombres como lo hacía contigo. Nunca me dijo nada – Soo pasaba sus manos por mis mejillas aun, un sollozo salió de mis labios.- Para mis padres el pensar en que sea gay es impensable – Soo me abrazó, me atrajo hasta sus brazos con fuerza.

MI DESEO - |KAISOO|  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora