Ciel y tú🍋

Ciel y tú🍋(Parte 1)

Eres una dama de la familia Downtown Bay, una familia muy influyente en el gobierno con las mejores pastelerías del siglo XIX.

Has sido invitada a una fiesta de la aristocracia organizada nada menos por los Phantomhive, una dinastía muy poderosa en la ciudad y en el país.
Su hijo siempre ha sido muy frío y distante y tus padres te obligan a conocerlo ya que en futuro podrías fortalecer vínculos y hacer una dinastía rica y poderosa.

Con tu baja edad, has asistido a muchas reuniones y fiestas de la aristocracia y la burguesía, pero nunca a una de los Phantomhive, aunque no quieras porque te da mala espina si hijo primogénito.

Mientras que me arreglaba, mi madre me estuvo insistiendo en que debía hacer buenas migas con Ciel, ya que puedes cambiar el futuro de tu familia.

Llegas a la fiesta y los Phamtomhive están recibiendo a todos los invitados en la puertas de la mansión. Sientes un escalofrío al ver a Ciel. Crees que nunca te llevarás bien con él.

Buenas noches, lady Downtown Bay

"Buenas noches, Ciel Phantomhive"

Entras a la mansión. Es tal y como te dijeron tus padres: enorme y muy luminosa. Tiene grandes lámparas de araña de diamantes y piedras preciosas. Siempre te han gustado este tipo de lámparas.

Muy elegantes, verdad?

Ciel te sorprende mirando una lámpara de rubíes.

"Sí, son hermosas."

Tras unos instantes empieza el baile. No te gusta nada bailar, y menos en fiestas donde mucha gente te mira.

Intentas irte a un rincón, ya que lo único que haces es estorbar en medio de la pista de baile.

¿Me concedes este baile?

"Lo siento, no me gusta bailar y no se me da bien..."

Me lo tomaré como un sí

Te coge de la mano y empezáis a bailar. Tienes miedo de tropezar o pisarle, pero te sientes como en las nubes. Él es un poco más bajo que tú, pero logra mantener un ritmo más que aceptable en el vals.

De repente, notas un brillo extraño y diferente en sus ojos. Sientes curiosidad, pero no le das mucha importancia, crees que ha sido casualidad.

El vals termina y todos aplauden. Cuando vas a por un poco de ponche, alguien te agarra por el brazo. Es Ciel.

Me gustaría que me acompañaras. Ya que eres nueva en la mansión, debería enseñártela.

Ciel lo dice en un tono divertido y curioso, cosa que te suena un poco raro viniendo de él, pero aceptas igualmente. Te parece una muestra de amabilidad hacia ti.