Capítulo 57. No me debes nada

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Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 57.  No me debes nada

Uraraka estaba ahí, vistiendo un hermoso y favorecedor vestido rosa pálido,  con un par de zapatillas hermosas y un maquillaje sutil pero que le remarcaba muy bien el rostro; en medio de esa discoteca que le gustaba visitar ocasionalmente para bailar y divertirse, tomando sola. Ella se sentía especialmente patética en aquel momento, nunca fue especialmente fiestera ni mucho menos fue especialmente fanática del licor, mas sin en cambio, ahí estaba rodeada del estruendoso sonido de la música que a duras penas si le dejaba escuchar algo. Matando sus neuronas con alcohol a falta de otra cosa con la que sentirse menos tonta.

/Estúpida Ochako, deberías irte o buscar con quien pasar la noche, esto es lamentable/

Se dijo a si misma antes de alzar la vista, limpiarse el licor de sus labios y levantarse con la firme intención de pasar la noche con alguien. Tampoco era muy activa en ese ámbito pero sinceramente era mil veces mejor que seguir atormentándose con aquel tema de ojos verdes que no dejaba de herirla.

YYY

Moviéndose al ritmo de la estridente música se encontraba ella, meneándose en medio de la pista, intentado lucir llamativa para ver si así, por fin atraía algo.  Principalmente, la atención de algún chico atractivo que la llevara a casa esa noche. En eso unos brazos la rodearon, acercándola al pecho de un hombre aduras penas más alto que ella; su colonia, junto con su agradable aroma a sudor; fueron suficientes para que se meneara de manera provocativa contoneándose delante del sujeto, en una clara invitación a que se uniera a su erótico baile, con lo que el recién llegado, colocó de manera fuerte sus manos en sus caderas, como impidiendo que se siguiera moviendo. Antes de otra cosa, la tomó de las manos para arrastrarla lejos de los focos de la pista y de la atención de la gente.

Estaban en la salida de la discoteca, y ella seguía algo aturdida, cuando una botella de agua le fue ofrecida.

─ Si gustas, de la maquina puedo sacarte un café, Ochako-chan.

Cuando por fin alzó la vista pudo ver de pie al hombre que menos quería ver en ese momento, con sus inconfundibles pecas y ojos verdes, mirándole con una sonrisa tímida. Se veía particularmente lindo aquella noche, con su traje café y playera verde.

Ella le miró con asco. Él ya no era el Izuku que tanto quería, no tenía por qué comportarse de ese modo, como si aún fuera tímido. Él mató a ese hombre, no tenía por qué fingir. Deku por otro lado, sintió la tensión que se formó. Ella solamente se giró para intentar irse. Él alarmado, intentó detenerla tomándola del brazo pero eso la molestó.

─ Déjame, Izuku.

Dijo para intentar quitárselo de encima, al tiempo que zarandeaba la mano.

─ Ochako-chan por favor…

─No tienes por qué seguirme, estaba bien.

─ Yo solo quiero hablar contigo…

─ No hace falta hablar de nada

─ Eres mi mejor amiga y…

Ella se agachó al tiempo que lo interrumpió.

─No es verdad, yo no soy nadie.

─Eres mi mejor amiga, quien estuvo ahí para apoyarme cuando más lo  necesite. Te debo tanto….

─ No me debes nada.

Ella lo volvió a interrumpir, con era tajante respuesta, intentando avanzar pero siendo de nuevo detenida por el chico de ojos verdes.

─ Si solo estas aquí porque te sientes culpable, pues déjame decirte que no hace falta te sientas mal, esas cosas yo quise hacerlas por voluntad y no esperaba, ni espero nada a cambio. Déjame en paz.

Ella intentó quitárselo de encima, pero no funcionó porque él no la soltaba.

─ Yo realmente te quiero mucho Ochako-chan, eres importante para mí, haz hecho mucho por mí, estuviste cuando nadie más estuvo, me cuidaste, me ayudaste a conseguir trabajo, me has protegido pese a que soy un hombre patético que no lo merecía…

Ella comenzó a llorar en lágrimas vivas al tiempo que negaba e intentaba quitárselo de encima.

─Soy una mierda de amiga y un simple estorbo en tu felicidad, porque salgo herida por todo lo que haces, aunque no sea tu culpa pero ya no más, Izuku-kun. No más. Esto ya no nos seguirá atormentado, a ninguno de los dos.

Él abrió sus ojos al tiempo que se le llenaron de lágrimas.

─ Te extraño mucho, por favor no me alejes.

La chica de rosa solamente negó al tiempo que por fin salía de su agarre.

─ Pero no soy buena en tu vida, hoy me quedó más claro que nunca. Lamento mucho el haberte molestado todo este tiempo, no lo hare más. Lo prometo. Ya no sufras por mi culpa.

Tras esto, ella se escapó de su agarre para subirse rápido a un taxi que ya la estaba esperando.

YYY

¿Qué pasara con Izuku? Capítulo 58. Te agarre descuidado

Toxicidad en el ring [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora