Mellea.
La navidad había acabado. El muérdago había sido descolgado de las chimeneas, el papel de regalo yacido inerte sobre las alfombras plagadas de migas de galletas, y los niños habían salido a la calle a probar los juguetes que sus padres, con tanto esmero y espíritus de consumismo les habían comprado.
Mi mente estaba en blanco, y siguió así por el resto de la semana, hasta que en un momento pestañeé y ya estaba abrazando a Mic y su madre porque estábamos en un nuevo año.
Parecía que había entrado en un trance molesto, en un estado anímico deplorable que sólo podía atribuir a todas las decepciones emocionales que había sufrido durante el año. Traté de escribirlas en un papel, para poder quemarlas todas, pero por alguna razón la caja de cerillos –que había servido para encender ese porro que nunca acabé– estaba húmeda, y por ello no pude quemar mis problemas con la esperanza de que se esfumaran.
Así que, al tercer día desde el nuevo año, comprendí finalmente que la famosa frase, "nuevo año, nuevo yo", no aplicaba para mí. Seguía siendo la amargada del año pasado, y lo seguiría siendo por el resto de mi vida.
Era un caso perdido.
–Como te decía, vamos a salir con Laurent esta noche, y te preguntaba si querías venir. Oye, ¿estás escuchándome?– gruñó mi único a amigo por el otro lado de la línea, de una manera tan terrorífica que me sobresalté.
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ᴄᴏғғᴇᴇ ♡ ғɪɴɴ ᴡᴏʟғʜᴀʀᴅ
FanfictionTe vi por primera vez en aquella cafetería, en la cual me ignoraste por completo. 24/08/19