Capítulo 18

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—No puedes renunciar—Thalía me miro hecha una furia—¿acaso estas loca? ¿vas a dejar a tu familia con la cual estuviste por mas de 100 años por un chico que conociste hace unos días?

—Siempre serás bienvenida en la cabaña de Poseidón Jess—Percy sonríe—y sobra espacio en la cabaña de Némesis para Lucien.

—Thalía...—la mire directo a los ojos comunicando todo mi pesar—no tienes idea de cuanto lo siento...sabes que para mi las cazadoras era mas una obligación para poder sobrevivir que un privilegio, tienes a tu mando a chicas muy talentosas que a diferencia de mi no te defraudaran, puedes confiar en ellas.

Thalía en vez de responder se limito a salir de la habitación, Annabeth, Percy y Nico solo se limitaron a quedarse viéndonos tanto a mi como a Lucien con una expresión de confusión y curiosidad.

—Bien, ya que no vamos a Ogigia fijare curso hacia el campamento—aviso Percy retirándose.

—Jess ¿Qué te parece si vamos a afuera un rato?—me pregunto Lucien.

—¿Estas seguro? ¿ya te sientes mejor?—pregunte preocupada.

—Si, vamos.

Ambos nos sentamos en los sofás de la cubierta del barco, ya se había hecho de noche y el océano parecía estar calmado.

—Jess...—susurra Lucien cabizbajo—¿eres consiente de que voy a morir cierto? los...los doctores en España dijeron que me quedaban menos de seis meses...ya me había resignado a aceptar la muerte pero contigo...las cosas son diferentes...yo...no podre darte una relación duradera ni felicidad eterna...probablemente solo sea una carga para ti Jess.

Lucien tenía razón, lo nuestro sería corto y casi imposible pero no por eso no estaba dispuesta a intentarlo, yo había sido una cobarde demasiadas veces y no me cerraría a la oportunidad de una relación con Lucien solo por miedo, por cobardía.

—Primero...no vuelvas a decir la palabra eterna por favor—dije suspirando—tengo 120 años, si lo piensas bien ya estoy cansada de la eternidad, durante todos estos años no hubo un solo día que no me preocupara por el futuro, por si estaría viva o muerta, nunca me importo mi felicidad, solo me importaba sobrevivir pero ya no mas, a partir de hoy viviré cada día como si fuera el ultimo, Thalía me dio la opción de pasar otros 100 años de preocupaciones y cobardía pero tu me diste la oportunidad de vivir los 6 meses mas felices de mi vida, elegí  la segunda opción porque la primera solo me traería miseria igual que los 100 años que he pasado.

Lucien al escuchar mis palabras se acerco a mi y me beso, no fue como el anterior beso suave y delicado, este estaba cargado de energía, a pesar de no haberse recuperado del todo el chico estaba intensificando el beso, yo lo acerque a mi a la vez que le devolvía el beso pidiendo que ese momento nunca se acabara.

Pero entonces recupere la cordura y lo aparte de mi.

—¿Qué pasa? ¿tan mal beso?—pregunto el con la voz llena de preocupación.

—No es eso Lucien—dije alejándome de el—es solo que...hay tanto que no sabes de mi...las cosas horribles que he hecho...el porque he ocultado el hecho de que soy hija de Poseidón todo este tiempo...yo solo...no creo que quieras estar conmigo luego de saberlo.

—Créeme, no te dejare ir por nada de el mundo—dijo acercándose a mi—puedes decirme lo que sea, te prometo que no te dejare, no quiero subestimar de lo que eres capaz pero solo diré que no será ni la mitad de malo de todo lo que ha hecho mi madre.

Fue así  como empecé a contarle sobre mi, mi crianza como esclava y el comienzo de mi amistad con Margot Harris.

*Flashback                                                                                                                                                                             Febrero de 1893

La hija de PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora