Un Viaje al Pasado para Alterar el Futuro - Giratiempos (Completada)

7

(James)
Había pasado un día desde la pelea. No se habían vuelto a pegar, pero tampoco se habían vuelto a hablar, y había tensión entre ellos.
Albus se estaba portando como un capullo. James seguía teniendo ganas de retorcerle el pescuezo a ese enano. Era insufrible.
Durante el día siguiente a James se le fue pasando el cabreo con Albus. Albus no debería haberle echado la culpa de lo del giratiempos, pero quizá James no tendría que haberle pegado.
Habían pasado dos días desde la pelea. Todos intentaban buscar soluciones para salir de allí. James y Albus aún no habían vuelto a hablar, pero James ya no estaba tan enfadado. Estaban en el pasadizo. Albus se acercó a James.

Oye, James, siento haberme portado como un gilipollas, no debería haberte echado la culpa de que estemos aquí, eso es solo culpa mía - se disculpó Albus.

James no seguía enfadado con su hermano. Sí, había dicho cosas que no debería haber dicho, pero James se había pasado con el puñetazo, además Albus había venido a disculparse, y James no creía que fuese culpa de Albus que estuvieran allí.

Albus, que estemos aquí no es solo culpa tuya, y yo no tendría que haberte pegado un puñetazo - le dijo James.

Quizá me lo merecía, - dijo Albus - y sí fue culpa mía, yo fui quien dio la idea de robar el giratiempos y viajar al pasado para cambiarlo, además yo iba a viajar en el tiempo aunque no nos hubiésemos puesto de acuerdo.

No eras el único que quería utilizar el giratiempos, - replicó James - así que deja de darte tanta importancia.

Albus sonrió.

¿Crees que tendremos que esperar aquí 25 años? - preguntó Albus.

No, ya se nos ocurrirá algo, o encontraremos otro giratiempos- respondió James.

Pasaron varias horas. Habían intentado buscar o pensar algo que les sirviese para volver. Habían estado allí solo dos días, pero el tiempo se les hacía pesado, ya que no podían hacer nada. Contaban los días que pasaban. Después de tres días más todos estaban muy aburridos, así que empezaron a espiar a sus padres, y gente del pasado por diversión.
Ese año estaba Dolores Umbridge de profesora como defensa contra las artes oscuras, y también tenía el cargo de Suma Inquisidora de Hogwarts. Era horrible, torturaba niños, y era muy controladora. James se había colado con la capa invisible en la Sala de los Menesteres y había espiado una de las reuniones del Ejército de Dumbledore. Últimamente tenían menos cuidado con no ser vistos. Incluso James había hablado con algún que otro estudiante, pero poco, y además no los conocía ni había revelado nada relacionado con el futuro, así que no podía haber cambiado nada. Los demás también espiaban y hablaban con algunos estudiantes por diversión, pero al igual que James, no conocían a ninguno de ellos, y no habían dicho nada relacionado con que venían del futuro. Lily decía que era mejor no hablar con nadie que conociesen, y evitar que los que los conocen los vieran, y que no podían decir nada a nadie sobre el giratiempos, y mucho menos sobre el futuro, ya que podría traer consecuencias catastróficas. Lily era la que más sabía de viajes en el tiempo, ese tema siempre la había fascinado, hasta leía y veía historias de viajes en el tiempo que habían creado muggles, ya que ellos se habían imaginado historias en las que viajar en el tiempo era posible. Decidieron que era mejor hacerle caso.
Ya llevaban allí dos meses, pero habían parecido años, y ya no aguantaban. A James se le había ocurrido una idea para salir de allí. La idea era arriesgada. James había pensado que merecía la pena arriesgarse, sino probablemente se tendrían que quedar allí 25 años. El giratiempos estaba roto, pero cada uno tenía uno de los trozos, y no les faltaba ninguno. James había decidido que lo mejor sería proponer la idea, y esperaba que los demás estuviesen dispuestos a ponerla en práctica.