QUIEN MANDA

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Las calles en esa parte de la ciudad estaban totalmente desoladas, no sólo por la hora, sino por quienes iban ahí. Ya que era sabido por todas las personas que vivían cerca, que aquel lugar era el favorito de Lord explosión.

Un joven rubio muy temperamental, aquel que si veía que le hacías una mala cara, hablabas sin respeto o te cruzadas en su camino, te hiria de lo peor. Siendo la muerte un premio que no podrías tener.

--Vamos bro, ¿y si no pasan por aquí? Hace frío y quiero irme a casa --. Quien había hablado era su mano derecha, un lindo pelirojo de dientes afilados, además de mejor amigo.

Pero sus palabras lo único que lograron fue que el rubio lo mirara mal. Callandolo de golpe, y desviando la vista al ver que su amigo estaba muy enojado.

--Vete a la mierda, si quieres irte, vete. Pero yo voy a esperar a esos hijos de perra que se atrevieron a moverse en mi territorio --. Cada palabra que decía, estaban llenas de veneno, al recordar lo que hace unos días se chismoseaba por sus lados y comprobandolo aquella mañana. --Esos malnacidos tendrán que pasar por aquí, y cuando los vea, los voy a moler a golpes --.

Kirishima soltó un gran suspiro al ver que si no ayudaba a su amigo, lo más seguro es que la madre del rubio lo colgaria a él de las bolas y lo columpiaria y todo por no cuidar de su bastardo.

--Como sea -- murmuró ya resignado a irse a casa temprano.

Lo más extraño fue que pasaron las horas y no había rastro de un ser vivo por el lugar. Así que con una mirada, ambos amigos caminaron por donde se supone debían entrar esos bastardos.

Llevándose la sorpresa de ver a todos los infelices que estaban buscando, tirados en el suelo sin movimiento alguno, intuyendo que oh estaban desmayados o muertos.

--¡Ey imbécil! -- el grito que soltó Bakugou, hizo a Kirishima ponerse en guardia al pensar que aquellos que eliminaron a los tontos del suelo, seguían por ahí.

Pero él único que estaba cerca de una fuente, era una persona. Quien portaba un pantalón negro, una daga en la mano, un suéter con capucha de color verde oscuro, una máscara negra. Luciendo como si fuera un conejo.

Aunque Bakugou no lo iba a admitir, le dio escalofríos al ver que ese sujeto caminaba hacia él. Logrando que se pusiera en modo de batalla.

--¡Dudo que quieras meterte conmigo, bastardo de mierda! --. Aunque sonó muy confiado, la verdad es que se preocupó de quizás no salir ileso de la pelea que tendría.

--Porque, ¿acaso crees que le tengo miedo a tu asqueroso clan? --. Las palabras que ocupó aquel sujeto, hicieron que el carácter fuerte y explosivo del rubio regresarán.

--¡Te mataré y ocupare tu lengua para limpiarme el culo! --. Expresó ya corriendo hasta el encapuchado y empezar a pelear.

El conejo verde no dudo en responder cada golpe, y aunque el rubio le propinaba uno que otro, él también le daba con fuerza, pero no a cualquier parte del cuerpo, sino en lugares donde sabria que sería perjudicial en el transcurso de la pelea.

Kirishima se quiso meter a ayudar a su amigo, pero la mirada que le mando el rubio, lo hizo quedarse como espectador.

Fue el sonido de unas sirenas que hizo que la pelea se detuviera, pero eso no detuvo al conejo, quien al ver que su contrincante se distrajo, le propinó un fuerte puñetazo en el estómago, logrando que Bakugou cayera inconciente al suelo por la falta repentina de oxígeno.

--¡Katsubro! -- Kirishima se alarmó al ver a su amigo caer al suelo, por lo que corrió hasta él. Viendo como aquel encapuchado corría lejos de ahí. --Maldicion, también debemos irnos -- susurró al escuchar más cerca las sirenas de policia. Así que sin perder más tiempo, cargo a su amigo y corrió lo más que pudo, ingresando por callejones que él conocía a la perfección.

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Aquí el primer cap

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Nos vemos en la próxima.

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