Capítulo 20

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Nos separamos por la falta de aire y me apoyo en su pecho, él me abraza en silencio y yo aprovecho a recomponerme, no se que es lo que siento por él, pero cada beso suyo me cala hondo, mi piel y mi cuerpo reaccionan con su mero contacto y está en mi mente en cada momento...

De repente el sonido de unas sirenas de policía llaman mi atención sacándome de mi ensimismamiento, Peter me coge de la mano y comienza a tirar de mi hacia el aparcamiento, sigo su paso torpemente hasta que distingo su coche y me quedo inmóvil.

-¿Que haces?- Pregunta apurado.- Sube.- Me dice abriendo la puerta del conductor.

-No puedo, Fivi y Logan están dentro.- Le digo sin saber muy bien que hacer.

-Sube al coche.- Repite.- Están todos saliendo y seguro que ellos también se han ido ya.- Me asegura pero yo niego.- Laila joder sube al puñetero coche.- Ruge y no puedo evitar asustarme por su tono de voz.

Al final desisto y me subo al coche con él, sale del aparcamiento con rapidez y observo por el retrovisor como la policía llega al club, llego a dudar unos segundos más y nos habrían pillado.

Busco mi móvil y al no encontrarlo me pongo de los nervios.

-Para el coche.- Le pido.

-¿Para que?

-No encuentro mi móvil, me lo he dejado dentro del club con mis cosas.- Le explico y el niega con la cabeza.

-Está en el asiento de atrás.- Me informa y busco con la mirada en los asientos traseros y es verdad, ahí está todo, las cojo y me acomodo en el asiento de nuevo.- Me las dió Logan cuando saliste del Club.- Me explica y yo asiento en silencio.

Doy un largo suspiro, busco el numero de Fivi y la llamo, al cuarto tono lo coge.

-¿Fivi donde estas?- Le pregunto.

-En casa, Logan me trajo después de que tu novio le pegara la paliza al chico.- Me dice y siento que vuelve el aire a mis pulmones.

-Menos mal.- Digo en susurro mas para mi.- Y no es mi novio.- Le aclaro y veo como Peter suelta una carcajada.

-¿Pasó algo?

-Llegó la policía y me he ido con Peter, pensé que estabais aún allí.- Le digo.

-Después de que os fuerais alguien llamó a emergencias y nosotros nos fuimos por si las moscas.- Dice.- Peter le destrozó la cara a ese tío Laila, es peligroso.

-Bueno, ya hablaremos mañana.- Le digo pasando por alto lo ultimo que ha dicho y cuelgo.

Me remuevo en el asiento incómoda y veo como Peter me observa de reojo, lo que acaba de hacer es un delito, es peligroso, me repito a mi misma, si, lo es y estoy sentada a su lado como si nada hubiese ocurrido.

-Te llevo a casa.- Dice rompiendo el silencio que se había instalado entre nosotros hace un rato, simplemente asiento y vuelvo a mirar por la ventana para asi evitar mirarlo.- ¿En que piensas?- Pregunta e instintivamente suelto una carcajada amarga.

-En todo, en que estás como una puta cabra.- Le digo sin rodeos y veo de reojo como aprieta el volante, pero se queda en silencio.- Y ahora no dices nada, de puta madre.

El resto del trayecto es en silencio y cuando frena el coche en frente de mi casa salgo de el con rapidez para alejarme de Peter lo antes posible, pero como no, él es mas rápido y se ha colocado frente a mi cortándome el paso.

-Apártate.- Le pido pero no se mueve.

-Lo siento ¿Vale?- Se disculpa y busco su mirada.- La he cagado como nunca.- Dice finalmente y noto en su mirada arrepentimiento.

-No es suficiente Peter, ¡Has enviado a un chico al hospital!- Le grito y clava su mirada en mi.- ¿Sabes en el lío que te puede meter? Por no decir que te pueden meter en la cárcel..- Digo en un susurro y noto como se acerca.

-Pero eso no va a pasar.- Me asegura y siento como las lágrimas amenazan con salir.- Sabe quien soy y dudo que se atreva si quiera a denunciarme.- Concluye cogiéndome las manos pero yo las aparto.

-No Peter, da igual quien seas.- Digo entrecortada ya que las lagrimas se hacen paso por mis mejillas y mi respiración es irregular.- No sientes ni una pizca de remordimiento por lo que le has echo a ese chico, por dios, podrías haberlo matado..

-Pero no ha sido así, me paraste ¿Recuerdas?

-No es cuestión de que te parase joder.- Le grito.- Es lo que he visto en ti, querías matarlo.

-No, eso no es verdad.- Niega acercándose a mi y me aparto.- Laila lo..

-¡No! No te atrevas a disculparte de nuevo, no has pensado en mi.- Le reprocho.- No te has parado a pensar en que hubiese pasado si no te hubiese frenado, en que si lo hubieses matado ese peso no caería solo sobre ti, por mi culpa está en el hospital.

-Eso no es así.- Me dice.- Se cuando parar Laila.

-No ibas a parar Peter, no puedes cambiar lo que vi.-Le digo exasperada.- Si no te hubiese conocido nada de esto hubiese pasado.

 Y al decirlo siento como un nudo se forma en mi garganta sin permitirme respirar.

-No me puedes culpar a mi de todo, cuando eres tu la que me está volviendo loco.- Vocifera y lo miro con rabia.

Pero no respondo no puedo, mi garganta está cerrada y el aire no entra en mis pulmones, siento como me ahogo y caigo, pero no siento el suelo, Peter me está sujetando mientras yo lucho por respirar, estoy teniendo un ataque de ansiedad.

-Laila, ¿Qué te pasa?- Me pregunta y niego con la cabeza intentando respirar, automáticamente él me mueve y mi espalda choca con algo frio, su coche.

-Mírame.- Me pide colocándose frente a mi y lo hago.- Relájate, olvida lo que acaba de pasar e intenta respirar con tranquilidad.- Lo intento en vano, mi cabeza está repitiendo las escenas una por una y no consigo apartar los pensamientos.

-No... pue..- Intento hablar pero me interrumpe chocando sus labios con los mios, sujeta mi pelo y mi cadera con fuerza pegándome a él sin dejar un solo centímetro de distancia ente nosotros y me dejo llevar, entreabro mis labios y él profundiza el beso, que esta vez es torpe y desesperado.

Y por fin dejo de pensar, mi cabeza se centra solo en él.

Se separa de mi con lentitud y siento como mis pulmones vuelven a llenarse de aire, no se cuanto tiempo pasa hasta que mi respiración se normaliza y dejo de sentir sus brazos a mi alrededor, se incorpora y me ayuda a levantarme.

-¿Mejor?- Me pregunta y lo miro, sus ojos se han oscurecido y no distingo nada en ellos.

-Si.- Musito en un susurro.

-Será mejor que me vaya entonces.- Dice y yo lo observo marcharse en silencio, quiero gritarle que pare, que me he pasado, pero no puedo, no me salen las palabras.

Mi Sexy Profesor de Academia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora