Lo seguí arregañadientes hasta el final del pasillo, abrió la puerta y me hizo pasar a mi primero.
-Toma asiento.- Dijo cerrando la puerta, se acercó a su mesa y se sentó al borde de la misma clavando su mirada en mi.
Yo haciendo caso omiso me senté en una de las mesas y crucé mis piernas a lo indio.
-¿Que quieres?- Pregunté una vez cómoda en mi posición y su boca formó una mueca de desacuerdo.
-¿No te enseñaron a sentarte bien en parvulitos?- Dijo con tono divertido y mis ganas de clavarle un bolígrafo en la yugular se hacían más grandes.
-Dijiste que tomara asiento.- Dije y el asintió.- No dijiste donde.- Elevé mis hombros divertida y el entrecerró los ojos y sus manos apretaron ligeramente la mesa.
Oh sí.
Laila 1 - Gilipollas 0
-Pensé que la única neurona que tenías sería capaz de procesar esa simple orden.- Sus labios formaron una sonrisa y está vez fuí yo quien achinó los ojos.
Laila 0 - Gilipollas 1
-Que cojones quieres.- Musité molesta y su boca formó una O.
¿Os habéis dado cuenta de que no paro de mirar sus labios o soy yo?
WoW, el atractivo por encima del egocentrismo.
-Esa no es forma de hablar a tu tutor.- Dijo y comenzó a caminar hacia mí.- O al menos a la persona de la que depende si vuelves a obtener tu teléfono móvil.- Añadió y llevó su mano a su bolso trasero sacando a mi precioso bebé.
Espera.
¿Que demonios hacia mi bebé en su culo?
-¿Porqué lo tienes tú?- Pregunté observándolo con idolatracion, al móvil claro.
-Tu madre me lo dio, quería asegurarse de que te disculpabas.- Dijo y su sonrisa se agrandó aún más.
Poco más y el jocker.
Pero en sexy, claro está.
-Lo siento.- Dije alargando las o.
El se incorporó y me observó frunciendo el ceño.
-Con sentimiento.- Dijo y yo rodé los ojos.
-Lo siento de verdad, no tenía que haberme ido así.- Dije y su característica sonrisa volvió.- ¿Contento?
-Mucho.- Musitó y lanzó mi móvil por los aires en mi dirección.
Me levanté rápidamente y lo cogí al vuelo con la mala suerte de que mi cuerpo colisionó con el suelo creando un enorme estruendo.
-Serás..- Musité levantándome y tocando la zona afectada por la caída.- ¡Cómo te atreves a lanzar así a mi bebé!- Grité furiosa.
El simplemente elevó los hombros mientras me observaba y carcajeó.
-¿Tu bebé?- Elevó las cejas y su risa inundó mis oídos, era jodidamente sexy.
Oh, por dios Laila.
¡Reacciona!
-¡Sí mi bebé!- Dije elevando el móvil pero al notar que pesaba poco lo analicé y me di cuenta de que lo que me había lanzado era la funda.- ¡¿Dónde está?!
El se acercó a mí y colocó el móvil enfrente mío, intenté cogerlo pero el hábilmente lo guardo en el sitio que menos me esperaba.
Dentro de su jodido boxer.
-¿¡Pero tú!?- Grité y el rió.- ¿Estás tonto?
-Cógelo.- Musitó el acercándose y yo retrocedí.- Y no me refiero al móvil.
Su sonrisa de superioridad creció y en sus ojos podía ver cómo me comía con la mirada, su cercanía me hacia sentir nerviosa y eso no me gustaba un pelo.
-¡Aléjate!- Le exigí y el llevándome la contraria, claramente, se acercó aún más.- ¿Estás sordo?
Sin decir palabra su mano se posó en mi rostro y lo acarició, su mirada se clavó en la mía, se le había oscurecido y sus labios estaban entreabiertos.
-¿Te pongo..?- Preguntó mientras sonreía y yo abrí mis ojos como platos.- ¿Nerviosa?- Añadió finalmente.
-No.- Dije empujándolo y al ver que se alejó di un suspiro.- Quédate el jodido móvil, porque yo no lo quiero y menos después de saber dónde está.- Añadí segura y me acerqué a la puerta.
-Pensé que este dios griego llamaba tu atención.- Contraatacó y yo volteé mientras lo miraba incrédula.
La sangre me hervía, este chico sacaba lo peor de mi y no iba a dejar que se saliera de rositas.
-¿Te crees que por el hecho de haberte hecho un jodido cumplido quiero acostarme contigo?- Pregunté y el asintió.- Eres un jodido egocéntrico, en tus miserables sueños.- Escupí con rabia.- Que tengas detrás de tu culo a las niñatas a las que les das clase no significa que yo sea una más.- Finalicé y el me miraba perplejo.
Sin decir nada sacó el móvil del pantalón y lo dejó encima de la mesa, pasó por mi lado y al llegar a la puerta paró.
-No estaba donde tú creías, no te preocupes.- Su voz era ronca y no pude evitar estremecerme al oírlo.
De repente un portazo inundó mis oídos y di un pequeño salto del susto, lo había enfadado y había conseguido lo que quería.
Laila 1 - Gilipollas 1
Empate.
Cogí mi móvil y salí de allí, no me apetecía lo más mínimo verle el careto de nuevo.
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Mi Sexy Profesor de Academia.
Fiksi Remaja-Y dime Laila.- Dijo comiendome con la mirada.- ¿Que tal se te da anatomía? Mi cuerpo se tensó y mi corazón se aceleró al oírlo. -B-bien.- Digo cortada. -Vamos a comprobarlo..