Mi caballero del aire.

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Tu mirada va más allá de lo que cualquier hombre puede estar, tu camino siempre es hacia el cielo, tu no te conformas con estar caminando, quieres cruzar el mundo en aeroplano. Que no daría yo por tenerte siempre a mi lado, no podemos mantener nuestras miradas tan alejadas, pero ¿Cómo le digo a un ave que se olvide de sus alas? Esa tarde me miraste, me dijiste que no había cosa más hermosa que estar sobre el mar. Para mi no hay mayor felicidad que ver tus ojos de alegría escuchandote hablar, pero sentí celos, de no ser ese cielo, ese mar, esas estrellas, de no poder ser siquiera una nube, mucho menos un poco de ese viento, siento celos de no provocarle aquel océano de emociones cuando estás a 32 mil pies escuchando canciones. Canciones que sólo pueden cantarte ese infinito cielo.

Ojalá yo con un beso pudiera llevarte a la luna o... Simplemente navegar pero... La teoría de que al menos conmigo no puedes aterrizar... ¿Puedo pedirte algo? Por favor nunca me vallas a olvidar. Sé que en tus largos vuelos muchísimas cosas vas a encontrar... Quizás algún día me veas diminuta por tantas maravillas que en esta vida vas a observar.

No estarás cada noche en nuestra cama, ni tampoco podré darte un beso por la mañana. No podré hacer nada comparado con lo que tu en verdad amas pero intento... Intento ser tu pedacito de cielo.

Que privilegio ser amada por un piloto militar. Has estado más cerca de las estrellas que millones en esta tierra, no imagino todas las imágenes que  has de tener en tu memoria. Tan solo deseo que en ese gran repertorio de recuerdos una foto mía sonriendote tengas cerca de tu corazón. Quiero ser parte de tu gran historia.

Sólo te pido que de mi jamás te olvides, así pasen 100 años viviría feliz si me dices que regresarás a mi lado tan alegre como la primera vez que te vi detrás de aquel mostrador, tan dulce, tan tierno... Mi piloto aviador. Mi corazón lo llevas en cada vuelo, se consciente de ello. Pido a Díos cada día que sus manos sean las tuyas, yo siempre voy a ver en ti el camino y toda la luz que me invita a soñar. Yo soy sólo un simple médico, parada sobre este hospital, tengo que tener la mente aquí, siempre los pies en la tierra, pero de vez en cuando me gusta mirar hacia el cielo por este balcón.

Suspiro cada vez que escucho ese sonido... El del mar. Siempre estaré extrañándote mi caballero del aire. Que diferente es, el destino jugó un juego al azar con nosotros.

PD: piensa en mi por favor.


Textos de Gilraen Eärfalas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora