El café se está enfriando.

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El café se está enfriando y yo ya no te conozco.

He decidido no tomarle porque no quiero que su sabor se impregne junto con esta despedida no anunciada, pero que siento como me está pisando los talones cada que hablas y dejo de conocerte.

Desde hace semanas o meses tal vez, es que cambiamos de mapa y tú comenzaste a dirigirte por un camino al que a mi no me apetece ir y sé que dije que iría contigo a donde fuese... pero tampoco irías al mío.

Ya no te entiendo ¿sabes? Lo que ahora haces, las cosas que prefieres, lo que te divierte y como ríes de los demás por los crímenes que cometiste, ese goce de felicidad de cuando te sales con la tuya, aunque queden heridos los que rebasaste... no era algo que esperé que saliera de tus manos ni tu boca.

Ya no me miras a los ojos y solo estás al pendiente del móvil. Nuestra cita se convirtió en silencios, éramos tu y yo, pero a la mesa, con tus notificaciones éramos como seis. Y que tonto que solo podamos hablar cuando hay pantallas entre nosotros, es decir, bien podría escribirte y quizás contestarías más rápido de lo que lo haces teniéndome de frente. Solo ahí te extrañas, solo ahí me quieres, y solo ahí te conozco.

¿Qué nos pasa? ¿De quién es la culpa? De quién la permite, claro.

Por eso, al levantarme, te diré adiós, y si es que quisiste escucharme, si es que viniste por mí, te sonará raro, porque suelo decir "hasta luego", pero hoy es distinto, quiero irme y ya...

No teníamos por qué estar juntos toda la vida, las personas vienen y van, capítulos cierran y no tienen por qué dejarnos con lesiones.

Estás en otro tren, encontrarás más de los tuyos y ojalá seas feliz.

Me voy con la fotografía de tu rostro cuando me mirabas, no con la de ahora que no quiero que cuando vuelva a pensarte me pase un sabor amargo y mezcle tu nombre con el aroma de la melancolía.

Te digo "adiós", y eso no es algo malo, ya no pertenecemos aquí y tal vez tampoco vuelva a este establecimiento, su café tampoco sabe igual, cambiaron al barista o decidieron irse por otra marca, no es que sea malo, la gente no dejará de venir, pero ya no es para mí... así como tú.


Textos de Gilraen Eärfalas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora