Navidad y no estás.

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Este año ha sido complicado ¿A qué sí? Se nos ha movido el piso y notamos la fragilidad de la vida, cómo en un abrir y cerrar de ojos se va todo y ni tiempo de agarrar nada entre los dedos. Fugases... Somos nosotros. Un suspiro y dejamos de existir.

Te fuiste, no hubo ni tiempo de despedirse. Me quedé con las palabras en la boca y no lo supe hasta que partiste. Diciembre huele a diciembre, eso no cambia. Pero ya no puedo decírtelo, ni pensar en verte en la mesa. ¿Cómo prendo las luces si ya no se reflejarán en tus ojos? ¿Cómo pongo las esferas si ya no estará tu mano pasándome la siguiente?

Quisiera que esto de las cartas en el árbol fueran ciertas, y escribir una y otra vez que vengas, que ni hoy, ni navidad, ni ningún otro día volverá a ser el mismo, y yo sé que es ley de la vida esto, irnos en algún momento, pero es que no era tu momento. Nadie debería irse así, a mitad de tantos sueños, ni dejando a una familia incompleta, pero pasó... No sé si pudo haberse evitado... Dicen que el "hubiera" no existe, pero el "hubiera" es lo que más me duele. Dicen que la vida sigue, pero yo siento que se detuvo, dicen que los muertos no escuchan, pero yo quiero decirte: ¡Feliz navidad!.


Textos de Gilraen Eärfalas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora