22.

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Al iniciar la película Jin ya estaba asustado, no solía ver películas de terror en absoluto y eso soló aumentó conforme la película seguía. Namjoon parecía estar muy interesado en la pantalla, pero llegó un punto donde su aroma se hizo más intenso, miró a Seokjin, palmeó sus piernas y luego lo jaló por la cintura para ponerlo sobre su regazo.

— Por favor Jin, déjame olerte. — Si bien ya tenía claro que le gustaba, aún no se sentía del todo seguro, cada que su respiración chocaba con su cuello, podía recordad cada golpe, cada toque, cada tirón de cabello. — Tranquilo, juro que no haré nada, solo necesito tu aroma. — Empezó a olfatear y a dejar besos, luego se detuvo en las clavículas, ahí empezó a morder levemente en donde se supone debe ir la marca. — Espero que en un futuro mi marca esté aquí, ¿te imaginas lo lindo que sería? Una linda marca en tu cuello y algunos cachorros corriendo por la casa. Te verías hermoso estando en cinta, serías aún más tierno de lo que ya eres, me esmeraría en cumplir cada uno de tus antojos o caprichos.

En los planes del menor nunca estuvo el matrimonio, mucho menos los hijos, sin embargo, con Namjoon le parecían la cosa más deseable del universo. Pero ahí seguía el mal sabor de boca de los insultos, golpes y todo lo demás, todavía se sentía indefenso y desprotegido, vulnerable.

Al enterarse de lo sucedido con el chico Kwon el señor Kim solo lo golpeó más, con la excusa de que era imperdonable que se hubiera negado a complacer a un alfa, que ese era su deber y único propósito, además, claro de dar hijos. Lo echó de su casa sin remordimiento alguno para "aleccionarlo".

Su madre iba muy de vez en cuando para que sus "amigas" no la criticasen, pero cada una de sus visitas se iba solo en quejas y más críticas, no le daba importancia realmente, había logrado muchas cosas por su cuenta, trabajaba en línea, con un sueldo suficiente para mantenerlo cómodamente, también estaba en su último año de publicidad.

Al voltear vio al mayor dormido recargando la cabeza en el sofá, sin dejar de sujetar su cintura con firmeza. A pesar del miedo siguió viendo la película, de un momento a otro la luz se cortó, el chico pegó un grito y se escondió tras del sillón.

Dicho grito despertó al alfa, pudo ver que había comenzado a llover y fue más que evidente que la luz se había ido, un trueno iluminó su casa, tras el estruendo pudo escuchar un hipido y luego otros más.

— ¿Jin? ¿Dónde estás?

— Aquí. — Miró detrás del sofá y justo un relámpago se hizo presente iluminando todo el living, luego vino un trueno y vio como Jin se hacía bolita.

— ¿Te dan miedo los truenos bebé?

— Sí. — Levantó la mirada y extendió los brazos, Namjoon lo cargó, el contrario enredó sus piernas en la cintura del alto y sus brazos en su cuello. Como pudo subió las escaleras, al llegar a la habitación prendió unas velas que tenía en las mesas de noche, le prestó ropa a Jin, se cambió por su pijama y ambos se durmieron.

❦︎Te declaro mío❦︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora