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La montura de Serife era lo suficiente cómoda como para andar cabalgando por horas en busca de la salida a ese laberinto en el que Aiki se encontraba atrapado. Una zona un poco arenosa y oscura, por dónde la neblina cayó sobre su cabeza. El único problema con ese laberinto era que no tenía paredes, pero el lugar estaba tan vacío que todas las direcciones parecían ser iguales. Sólo unos cactus y unas plantas giratorias podía servirle a Aiki de guía. Sin embargo, el agua cristalina traída en botellas a montones se acabaría poco a poco, mientras Aiki deseaba encontrar aquella planta. A su lado, su compañera Luna, una gata negra el cual Solo basó su nombre en antiguos restos de una civilización humana antigua, la cual se encontraron papeles con una serie de dibujos, «Hermosas guardianas Sailor Moon», dentro de un artefacto metálico.
Dentro del artefacto metálico podría verse mucha chatarra que no puede usarse, y no se sabe si son cosas que no funcionan, o en algún momento funcionaron. Entre ellos, un robot llamado Katherine2000, o al menos eso diría una placa metálica en un idioma que poco antes descifrarían. Sin embargo, Todo en ese lugar parecía apagado. Aiki siguió cabalgando por el lugar, sin rumbo alguno, mientras oía el ronroneo de Luna. No parecía haber señal de vida en absoluto, más que ellos, aunque en ese mismo instante, Aiki oyó un sonido breve como el de las pezuñas de un caballo, y no era del suyo. Todo parecía vacío, y no parecía haber nadie ahí.
El ambiente del lugar era húmedo y cálido. Aiki estimaba que unos 46°C alcanzaría mientras tendría un 80% de humedad. El aire se sentía como estar dentro de una bolsa cerrada, mientras que eso, junto a la tonalidad oscura del lugar, parecía el mismísimo infierno.
Otra hora cabalgó de un lado al otro, sin embargo, el sentía que alguien lo observaba. Serife parecía estar inquietándose, así que Aiki bajó a investigar. No le quedaba otra opción, ya que tenía que buscar algo que no parecía hallarse, y estaba casi muriendo de sed, era de esperarse que aunque sea peligroso, quien esté ahí pueda ayudar a hallar agua y a orientarse por el ondulado desierto.
El ruido de hizo mucho más fuerte cuando Aiki se acercó al lado izquierdo de Serife, y mucho más fuerte hasta que unas sombras se visualizaron en el fondo. Aiki apenas alcanzaba a verlas ya que un poco de arena le entró a los ojos. Las figuras se acercaron corriendo, hasta alcanzarse a ver, un grupo de cinco hombres ensombrerados. Sus sombreros les tapaba la cabeza. En ese entonces uno sacó un arma.
-Hermano, no queremos problemas, así que vente y trae a tus animales contigo. -dijo uno de pelo largo y descuidado, este tenía una cicatriz en la cara.-Tranquilos... voy -contestó Aiki, y llevó tanto a Serife como a Luna con la correa.
El camino era algo extenso, tanto que Aiki pensó que iba a morir en el camino. Un montón de piedras, heces de animales, y hasta cuerpos en descomposición rodeados de cóndores y cuervos se encontraron en el camino, hasta llegar a una pequeña cabaña aislada.La cabaña parecía ser hecha de madera de sauce viejo, y tenía algunas telas de araña en el techo. Aiki se sentó en una silla junto a una mesa, mientras los hombres le ataban las manos y uno le dio agua para evitar que se deshidrate.
-Bueno, niño, te necesitamos.
Aiki miró a los hombres, mientras estos caminaban a su alrededor.
-Nosotros te mantendremos con vida -dijo el de peinado largo-, pero sólo si trabajas para nosotros. Tus animales también serán alimentados.
-¿Qué quieren? -preguntó Aiki.
-Que trabajes para nosotros, he dicho.
-Sólo si me dicen donde se encuentra la margarita negra.Los hombres se miraron mutuamente con mucha seriedad, y de repente el que parecía ser el jefe golpea la mesa con el puño. Aiki tuvo un breve susto, pero aún así su seriedad se mantuvo. Tendría que encontrar aquella flor antes de las veinticuatro horas, sino Koichi moriría.
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Génesis: la espada maestra © ✔️
FantasiaDos protagonistas, dos historias, tiempos diferentes, un mismo destino; evitar el apocalipsis. En el futuro, el ser humano debe enfrentarse al apocalipsis, y para ello recrearan el universo en el que viven y así intervenir en el tiempo. En el pasado...