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Los señores Hernández y mis padres se fueron al comedor del jardín a platicar con unas cuantas cervezas por lo que Camila, Alejandro y yo nos quedamos en la cocina para poder vigilar la cena así que ahora estamos viendo a un muy preocupado Alex mientras bebe de su cerveza con el ceño fruncido.

_Bien tío, lo único que nunca debes hacer es lo que hiciste.

_Camila, en este momento deberías de cerrar tu molesta boquita, cómo carajo voy a solucionar años de enojo, ¡Duermo con su hija todas las noches!, va a querer mis bolas en su escritorio de la facultad, estoy muerto muerto.

Yo suelto una carcajada y él me ve molesto, nunca dejaría que mi padre le hiciera algo, aunque dudo que Alex lo haga tampoco, pero no es culpa de mi padre, he escuchado decenas de veces la historia de "el estudiante estúpido" que hizo la vida de mi padre miserable por casi dos años, es obvio que mi padre lo va a odiar, él asegura que es al estudiante que más recuerda y no por las mejores razones, así que si alguien tiene que ceder y hacer lo correcto es Alejandro.

_Bueno, Alex, si buscas una forma de ayudarte, él aún no sabe que estas detrás de los huesos de su adorada y única hija.

_No ayudas en nada, Camila, pero no, la única forma de que él se entere es que este borracho, así que niñas, llévenle toda la cerveza que quiera, puedo abrir mi reserva si es necesario, jamás pensé que hacernos la vida miserable mutuamente iba a tener consecuencias casi ocho años después.

_Bueno, quizá debiste dedicarte a estudiar y no fastidiar a mi padre.

_¡Listo! Mi mujer no me apoya, bien, iré de rodillas a pedirle perdón y después le diré que soy la persona que le ha dado clases que ha tenido más éxito.

Camila se ríe y niega _Si amas tener los dulces labios de mi amiga deberías de pensarlo dos veces antes de decir una estupidez como esa, el señor Corpus le dio clase el primer año a Verónica, así que si dices eso estas diciendo que eres mejor que la niña de sus ojos, y da la casualidad que la niña de sus ojos es tu novia.

Alejandro suelta un grito de frustración y termina su cerveza de un trago negando y luego voltea a verme, es la verdad, si dice que es mejor que yo está muerto (aunque es la verdad).

Camino hacia Alex y él me rodea con sus brazos y yo solo acaricio su cabello sonriendo, jamás pensé que algo así podría pasar con la llegada de mis padres a nuestras vacaciones, pero no voy a negar que le agrego otro toque de diversión.

Él me ve a los ojos y yo le doy mi mejor sonrisa de apoyo, no hay nada que mi madre o yo le podamos decir a papá para que deje sus años de molestia, repito, solo Alex puede reparar el daño que él mismo hizo.

Acaricia mi espalda pero doy un saltito cuando sus manos llegan a mi trasero y se quedan ahí, se inclina un poco y recarga su cabeza en mi hombro suspirando y yo solo sonrío cuando escucho su risita ahogada.

_¿Tengo que hacer las paces con él si quiero salir contigo, cierto?

_Por favor.

_Bien, después de la cena lo hare, si para dormir no llego dile a alguno de mis muchachos que busquen en toda la propiedad tierra movida.

_¡Alex! No seas exagerado, en realidad mi padre es una persona divertida.

_Aja, ya me imagino cuanto se va a divertir cuando se entere que su hija me dice papi cuando me la cojo.

_¡Oigan! Yo no me quiero enterar de las cosas que hacen.

Veo a Camila y me rio cuando noto que esta sonrojada, si, ella había dicho que no quería saber nada de la vida sexual de su tío por más que quisiera saber de la mía.

POV. ALEJANDRO.

Después de que terminó la cena y todo mundo regreso a la casa logre convencer al padre de Verónica que me permitiera unos minutos así que ahora estamos sentados en el comedor del jardín con una cerveza en la mano cada quien.

_Bien, señor Hernández, lo escucho.

_Me recuerda demasiado a mis tiempos de facultad que diga eso.- Me río para intentar alivianar las cosas pero suspiro cuando él me ve serio, bien, sigo quedando como un imbécil.- La verdad señor Corpus, quería hablar con usted, aún quedan tres días y no quisiera que las cosas fueran incomodas entre nosotros.

_Señor Hernández...

_Me gustaría que me llamara por mi nombre, creo que esto ya es lo bastante informal.

Venga hombre, estamos afuera, son casi las once de la noche y estamos bebiendo cerveza, este tipo necesita relajarse (aunque Verónica mencionó que su padre era muy formal).

_Alejandro, solo estoy siendo respetuoso contigo porque es tu casa, pero...

_Estoy saliendo con su hija.

Se queda callado y luego le da un trago a su cerveza para dejarla con fuerza sobre la mesa y luego se levanta.

_En serio eres un tonto, agradecí cuando te graduaste porque casi haces que me despidan del empleo que siempre quise, empleo que me consiguió tu padre, siempre quise darte un buen golpe en la cabeza y aun así te pase todo y... sales con mi niña.

_Por eso quiero hacer las paces, no creo que sea bueno para su hija que no nos podamos ver.

_Espero que seas consciente que es por tu culpa.

_Lo soy señor, soy consciente que fui un verdadero idiota con usted, me comporte como un niño mimado, como fui creciendo me di cuenta de mis errores, lo siento.

Camina en círculos en frente de mí y esto me trae un deja vu de cuando supervisaba mi tesis y estaba sentado frente a su escritorio mientras él pensaba que otra traba podía ponerme, que buenos recuerdos, pero ahora tengo que hacer las paces si quiero salir con su hija sin rencores de su parte.

_En realidad, antes de saber que usted era el padre de Verónica ni siquiera tenía pensado decirle que estoy saliendo con ella, pero quiero lo mejor para todos, sé que ella es hija única, sé que es lo que más ama, pero voy a serle sincero, nadie lo sabe, pero quiero que sepa mis intenciones con su hija, en el momento que la vi, solo necesite un vistazo de ella para tenerlo mal por Verónica, usted la ama, bueno, adivine que, yo también la amo, y creo que usted ya sacó sus conclusiones en el momento en que le dije que salimos, lleva un mes viviendo en mi casa, es obvio que dormimos juntos y solo porque usted y su esposa estén aquí no va a cambiar eso, tengo las mejores intenciones con su hija, sería capaz de darle un anillo en este jodido momento, pero la cague una vez y sé que por eso ella no lo aceptaría, así que seré paciente y esperaré, pero si ella acepta, nosotros...

_ Seriamos familia.

_Y si lo llegamos a ser, espero que mi suegro no me odie por mis tonterías de joven.

Me levanto de mi silla y consigo otras dos cervezas y me siento a su lado y él solo niega sonriendo.

_Siempre tienes que ganar, ¿cierto?

_Usted conoce como son los negocios.

_Bueno, espero que ganes a la chica.

62 días para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora