Habían pasado unas semanas después de lo ocurrido, todo estaba pasando de maravilla, todos ayudamos a reconstruir el muro, Glenn y Maggie se han hecho cargo de mi desde ese entonces, ahora son mis “padres” no legalmente pero... Nada es legal aquí.
Carl y yo hemos sido mejores amigos desde entonces, somos básicamente inseparables, y desde ese día... He comenzado a pensar que mi vida no sería igual si él no estuviera en ella.
Pero hay un pequeño problema. Enid. No puedo concordar con ella, simplemente no me cae bien, tampoco mal.
Y en estos momentos estamos caminando fuera del refugio, Enid, Carl y yo. Trato de no hablar mucho, ya que esto era muy incómodo de todas las maneras posibles.
— ¿Que hacemos acá Carl? — pregunto Enid.
— Somos niños — respondió seco —Exploramos. Eso hacemos.
— Ya no somos niños — menciono ella.
...
Fui a explotar un poco, los chicos se quedaron leyendo comics en un tronco. Mire a uno de esos caminantes, hice una pistola con mi mano y dispare justo en su cabeza, está explotó.
— Asqueroso — bufé.
Regrese al tronco donde se suponía que los chicos estaban. Pero no había nadie, mire a mi alrededor un poco asustada.
— ¿Carl? — Exclamé.
Mi sangre comenzó a hervir, seguro se fueron y me dejaron sola solo para hacer cosas de su gusto. No quiero pensar lo peor, solo no quiero verlo. ¿Cómo pudo haberme dejado aquí?.
Caminé a paso largo, los árboles comenzaron a moverse gracias a una gran radiación que traía encima.
La sangre salía de mi nariz sin parar, me la quitaba con la manga de mi camiseta, pero era inútil. Seguía saliendo, y la radiación seguía igual, todo lo que estuviera a menos de un metro de mí no podía acercarse.
Llegué al refugio y abrí la puerta usando mi poder, ya que no podía acercarme. La cerré después de entrar y Glenn se acercó a mi.
— ¡No! — le grite — No te acerques.
— ¿Que pasa?¿Dónde está Carl y Enid?.
— No lo sé — mi enojo aumento — Me dejaron sola, ellos solo se fueron.
— ¿Por qué no puedo acercarme a ti?.
— Puedes lastimarte.
— Pero...
Lo interrumpí — Me pasaba cada vez que me enojaba, mi cuerpo emite un tipo de radiación. Se me pasara.
— ¿Por cuanto tiempo?.
— No lo sé...
Me interrumpió — Debió haber una razón para que ellos se fueran, seguro apareció un caminante...
Lo interrumpí — Seguro — bufé sarcástica — Para besarse.
El cuerpo de Glenn se relajo y comenzó a reír, yo lo mire con cara de “¿En serio?”.
— ¿Que es tan gracioso?.
— Tu — rió — Estás celosa.
Lo mire extrañada, las plantas que se movían dejaban de hacerlo y podía sentir que ya no salía sangre de mi nariz. Me acerque a Glenn.
— ¿Que yo que?.
— Celosa, te gusta Carl — me guiño el ojo.
— ¿Que? — alcé la ceja — Él no... Me gusta.
— ¡Oh si te gusta pequeña máquina! — comenzó a reír.
— No es gracioso.
Se acercó y me abrazo — Quiero que me prometas algo.
— ¿Hmm?.
— Pase lo que pase con Carl, estarás bien.
Me quedé por unos segundos pensando, hasta que asentí.
— Lo prometo.
Alguien paso a un lado de nosotros, nos giramos a ver, era Enid quien venía a paso veloz.
— ¿Pasó algo? — pregunto Glenn.
— No — respondió tajante.
Glenn me miro y abrió los ojos — Creo que alguien la rechazo — reímos.
— Te quiero — exprese
Beso mi frente — También yo.
Ahora se que, Glenn es como un padre para mí. No sé que haría sin él.
¿Otro?
