Al otro lado de la ciudad #1©✓

Capitulo 8-Ser feliz

1 semana antes del concurso....

Desde que paso lo que paso no me he sentido bien conmigo misma quizá yo no tuve nada que ver en ello pero siento que en algo fallé como persona, como amiga o como novia y no encuentro alguna explicación.

Me siento muy triste por todo lo que ha pasado en tan poco tiempo desde que no estoy en California. Mi vida se ha vuelto un caos a pesar de que creía que ya era un poco feliz, me siento lastimada y afectada por todo.

Por que todo lo que pasa a mi alrededor es como si fuera algo que yo provocara y estuviera sucediendo.

Por la mañana...

—Buen día hija...¿Cómo estás?—pregunto mi madre.

—Estoy bien mamá, no te preocupes.

Obviamente estaba mintiendo pero no quería hablar sobre el tema en ese momento, sabía que si le contaba a mi madre quedria saber cada uno de los detalles y no estaba preparada para decirlos ya que terminaría llorando y era lo último que quería hacer en esos momentos.

—¿Estas segura?—dijo mi madre mientras me miraba con una mirada un poco triste.

—Si mama no te preocupes, no pasa nada estoy bien.

Oh vaya.

Ojalá pudiera estar bien en esos momentos, estaba sufriendo en el fondo no creia en mi, había perdido por completo la confianza que tenía y por si fuera poco pensaba que no merecía amor, evadi la realidad por un momento hasta que escuche a hablar a mi madre.

—Está bien hija.

—¿Irás al ensayo está tarde?.

—Iré por qué no quiero hacer quedar mal a Magie.

Lo último que quería hacer en esos momentos era ir a mis ensayos de oratoria no tenía muchos ánimos, en realidad solo trataba de ayudar a Magie no quería fallarle.

—¿Llegas a cenar hija?.

—Claro mamá, llegare lo más pronto posible.

—Te quiero—dijo mi madre dándome un beso en la frente.

—Y yo a ti.

En ese instante solo le dedique una sonrisa, mi madre solo trataba de que yo me sintiera bien, pero en ese momento era tan difícil, pero no quería que se abrumara por todos mis problemas.

Horas más tarde en la escuela, en los pasillos de la biblioteca...

Era un tanto inevitable dejar de pensar en todo lo que habia pasado por más que trataba de evadirlo es como si regresará justo como una bofetada a mi realidad.

En el fondo sabía que tenia que ser fuerte, pero definitivamente era algo que tendría que guardarme y tratar de superar por muy duro que haya sido.

Yo soy mi propio bienestar y debo ver por mi misma sin depender de nadie. Mientras caminaba hasta la mesa para poder ponerme a estudiar escuché la voz de un chico, y bueno no era tan difícil de reconocer.

—Y la rata de biblioteca ha regresado a casa.

Esa voz me era muy familiar, ya la había escuchado antes, tarde unos segundos en voltear y vi que era el, que diga John, quien tenía una sonrisa entre malévola y algo angelicál.

No podía negarlo, John era muy guapo y como no serlo su tess era color claro, con unos ojos marrones preciosos, sobre todo con un cuerpo fornido, llenaba la playera que llevaba puesta y el color azul le iba bien.

Creo que todo le quedaba bien a el, incluso los pantalones un tanto ajustado que llevaba puestos, espera... por que estoy pensando en esto.

Está guapísimo, no lo niegues.