Capitulo 4-Desconocidos

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Ahora nada es como California querida.

Mi conciencia empezaba a hablar y eso no era muy normal. Estaba comenzando a creer que me estaba volviendo loca.

Genial.

Mi vecina habia venido ha visitarnos y  justo en ese momento recorde que ya la había visto antes, al parecer era la chica que estaba con los otros chicos cuando me asome por la ventana.

Y no se que paso en ese momento que me puse ha pensar que no podia saber si era feliz por que no me doy cuenta de lo que sucede en L.A.

Y si quizá me estoy perdiendo de algo tan importante de esta gran ciudad y ni siquiera me doy cuenta.

Evadi la realidad por un momento hasta que escuche a mi madre hablar y regrese a la realidad en ese momento.

—Miren...les presento a nuestra vecina de enfrente—dijo mi madre señalandola.

—Trajo galletas.

—Hola mucho gusto.

Esboze una sonrisa en ese momento en sinónimo de amabilidad.

Al instante en mi mente surgieron muchas preguntas, mi padre habia respondido con el mismo saludo que yo, era raro ya que nuestros vecinos de California jamás nos visitaban o bueno solamente por algún problema.

—Hola mucho gusto soy Magie su vecina de enfrente.

Su voz era un poco baja pero era normal era una chica como yo parecia que era muy amable tenia una sonrisa en el rostro.

—Pero siéntate, por favor—dijo mi madre señalandole la silla.

Justo en ese momento ella se sentó al lado mío, parecía una buena chica pero no la conocíamos, aunque era muy guapa, pues era de tess clara con el cabello ondulado y algo alta.

—Y cuéntanos... ¿Vives sola?—pregunto mi madre.

—Amm no...—sonrio—Vivo con mis padres.

—De hecho ellos también les mandan saludos.

Sus padres nos mandan saludos sigo diciendo que es tan extraño nuestros vecinos de California nunca hubieran hecho eso y mucho menos hubieran mandado su hija a dejar galletas, es confuso o bueno quizá sean ideas mías.

—Que amable de su parte—dijo mi padre con una sonrisa.

No dije nada en ese momento y me dedique a terminar de desayunar.

A pesar de que no la conocia a fondo ya me habia caido muy bien estaba segura de que estudiaba en el mismo grado que yo, y al parecer era muy feliz o bueno eso se notaba.

No como yo que estoy enfrentándome a todos estos cambios pero bueno asi es cuando las personas cuando ya viven en una ciudad que están a la que ya estan adaptados.

—Es genial que estén aqui—dijo Magie.

—De verdad.

—Muchas gracias—dijo mi madre con una sonrisa.

—No hay nada que agradecer.

Increíble, nuestra vecina se había alegrado porque estuviéramos aquí vaya eso jamás lo espere.

—Y cuéntanos...

 —¿A qué te dedicas?—pregunto mi padre.

—Soy estudiante de Hells School.

Genial.

Sabia que era del mismo grado que yo y lo mas increible estudiaba en la escuela a la que mis padres me habian inscrito por que quedaba un poco cerca de nuestra colonia.

—Y representante del consejo estudiantil—dijo Magie.

—Oh.

—¿En serio?—pregunto mi madre.

Y bueno era mas que logico que era una gran estudiante de instituto al que ahora yo ire, lo que significa que me la voy a encontrar muy seguido por ahi.

—Así es, estoy fascinada con la escuela.

—Es una casualidad maravillosa—dijo mi madre.

Si algo tenian mis padres es que no eran demasiado discretos y a veces me preocupaba un poco eso.

—¿Por qué lo dicen?—pregunto Magie levantando las cejas.

—Hemos inscrito a nuestra hija en ese colegio—dijo mi padre.

Y así fue, mis padres ya le habían contado a mi vecina que ni siquiera conocíamos a fondo que yo iba a estudiar en la misma escuela que ella, genial.

—Oh que genial.

—Estoy segura que seremos grandes amigas te lo aseguro—dijo Magie mientras me volteaba a ver.

No dije nada en ese momento y solo le dedique una pequeña sonrisa.

Definitivamente por mi cabeza pasan muchas cosas, hacerme amiga de mi vecina era muy extraño para mi, ya que en mi vida había tenido amigos que fueran mis vecinos, al menos no sucedió en California.

Al otro lado de la ciudad #1©✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora