No quise avisarle a Lucas ni a las chicas era mejor que no se enteraran bueno solo habia enviado un pequeño mensaje a Merry explicándole lo que estaba pasando.
A pesar de lo que ha pasado siento que debo seguir tal y como era antes. Para no seguir haciendo sentir mal a mis padres con lo del cambio de ciudad.
Bien o mal puedo tratar de ver el lado positivo de todo esto, aun que tal vez sea muy complicado. Es increible como puede ser tan difícil adaptarse a un nuevo lugar, jamas me imagine pasar por esta experiencia.
Un mes después...
Depues de tantas emociones encontradas y cosas por asimilar el tiempo habia pasado tan rapido. Yo aun no estaba del todo bien pero trataba de mostrar el mejor lado de mi cuando estaba con mis padres.
Desde que llegué a Los Angeles me la he pasado en el balcon de mi habitación, ahi pasaba todas las tardes y podia observar el atardecer de todos los dias.
Mientras estaba en el balcon escuche que la puerta de mi habitación se abria.
—¿Cómo sigues hija?—escuche decir a mi madre.
—Ya estás lista para volver a la escuela.
No tarde mucho en darme la vuelta y acercarme a dónde estaba mi madre en ese momento no supe que decirle y solo le dedique una pequeña sonrisa y mi madre hizo lo mismo.
—No me siento bien mamá—me escuche decir.
—Estoy triste aqui.
Era verdad a pesar de que trataba de mostrar mi mejor lado cuando estaba con mis padres en el fondo estaba triste y sin ganas de nada.
—Hija me preocupas—dijo mi madre apretando los labios mientras me tocaba el cabello.
Note como mi madre tenia un cara de preocupación, no queria que estuviera asi, no sabia que mas decir y sin pensar las palabras salieron de mis labios como siempre.
—De verdad estoy bien mamá.
—Necesito un poco de tiempo.
—¿Estás segura?—pregunto mi madre con una mirada triste.
—Si mamá estare bien—trate de sonreir.
—Lo prometo.
Mi madre no dijo nadamas y solo me dio un pequeño abrazo y se fue de mi habitación en ese momento, lo que menos queria es que estuviera preocupada.
A pesar de todo me consideraba una persona fuerte, era capaz de enfrentar cambios, pero quizá este no era mi momento.
Pues ni siquiera sabia si estaba contenta por el ascenso de mi padre o si lo único que quería era regresar a California. Durante ese dia no hice nadamas y solo me quede viendo una película hasta la media noche.
A la mañana siguiente...
Despertarme en un lugar distinto a mi habitación que tenia en California era un poco raro, pero comenzaba a asimilarlo ademas no era tan malo ya que tenia una muy bonita vista y entraba la luz del sol.
Tenia demasiada flojera en ese momento, pero mi estómago me estaba diciendo que teniamos que bajar a desayunar, me puse mis chanclas de carro, eran muy comodas por cierto, tome mi celular y sali de la habitacion, baje las escaleras hacia el comedor.
Al llegar note como mis padres estaban sentados ya en el comedor y al parecer estaban esperandome.
—Buenos dias.
Mi padre me dedico una pequeña sonrisa en ese momento y mi madre me devolvio el saludo.
—Buenos días corazon.
—¿Estás mejor?—pregunto mi madre levantado las cejas.
Oh vaya.
No sabia que decirle, en realidad no estaba tan bien como yo quisiera estarlo pero no queria seguir insistiendo con lo mismo, asi que dije lo primero que se me ocurrio.
—Un poco.
—Hija, lamento todo esto.
Mi padre estaba con una expresión triste al momento que habia dicho eso, no queria seguir haciendo que se sintiera mal. Lo tome del brazo en ese momento mientras me acomodaba para sentarme en el comedor.
—Descuida papá, lo entiendo—dije apretando los labios.
Al momento su expresion cambio y eso me alegraba en el fondo, si el se preocupaba por mi por que yo no podia hacerlo por el.
—¿En serio?—pregunto mi padre.
Esboze una pequeña sonrisa en ese momento antes de decir algo y bueno por fin lo pude decir de una forma segura.
—Si de verdad papá.
Mi padre me dedico una sonrisa de oreja a oreja en ese momento y notaba como mi madre nos miraba con una expresión de felicidad al ver que las cosas comenzaban a tomar un buen rumbo.
Mientras comenzabamos a desayunar escuchamos que el timbre de nuestra casa sonaba, raro no teniamos a alguien que pudiera visitarnos o bueno al menos yo pensaba eso.
—¿Quién será?—pregunto mi madre arrugando las cejas
—Ni idea.
No sabiamos de quien se trataba.
—Tal vez, sea el cartero—dijo mi padre.
Mi madre se levanto en ese momento para ir abrir la puerta, estaba un poco intigrada, pero mi padre y yo seguimos desayunando mientras mi madre fue a ver a la puerta de quien se trataba.
—Hola muy buenos días vecina.
Y bueno escuche la voz de una chica que habia saludado a mi madre en ese momento, no me parecia familiar su voz siendo sincera.
—Buenos días—escuche decir a mi madre.
—¿Disculpa tu eres?.
—Hay si perdón soy su vecina de enfrente.
Casi me atragante con el pan en ese momento, nuestra vecina vaya desde cuando los vecinos nos visitaban, que raro.
—Me refería a tu nombre.
Si algo tenia mi madre es que solia ser un poco cuestionadora siempre queria conocer todos los detalles sobre algo.
—Oh cierto… Soy Magie.
Vaya.
Tenia un bonito nombre, y la verdad ese nombre casi no era muy común como todos los demas.
—¡Mucho gusto!.
—¡Mucho gusto soy Maki!—dijo mi madre.
No pude evitarlo y voltie note a lo lejos como se trataba de una chica casi de mi edad lo cual era aun mas extraño.
—Disculpe mi atrevimiento, hace un mes vi que llegaron y me tomé la libertad de traerle estás galletitas que preparé, están muy buenas.
Whoa.
Galletas, es increible comenzaba caerme bien ese momento, hasta que por fin podriamos tener un buen vecino.
—Hay muchas gracias no te hubieras molestado—dijo mi madre.
—Pero pasa.
En un instante note como se cerró la puerta y comenzaron a caminar hacia nosotros, era raro mamá casi no dejaba entrar a desconocidos o bueno al menos no en California.
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Al otro lado de la ciudad #1©✓
Teen Fiction[COMPLETADA✓] Para Lisa Handerston su último año de preparatoria seria uno de los mejores, ya que para ella su vida en California era casi perfecta, aunque eso estaba a punto de cambiar. Pues un repentino cambio lo removerá todo por completo y hará...