Infraganti

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Miércoles 25 septiembre.


Regreso al presente, continúo haciendo un diseño. Tuve un sueño terrible, esta vez no estaba Akela, siempre me protege en mis sueños. ¿Estará bien?

Agarro mi celular. ¡No! Voy a preocuparlo. Akela está bien, relájate Sarey.

Me pongo un auricular para distraer mi mente y concentrarme en el trabajo.

— ¿Otra vez horas extras? —anuncia Alanah 1.2 a un lado. Veo la hora en mi celular 4:40.

— ¡Oh, no! —empiezo a guardar todo. Ya debe estar esperando. Torpemente recojo mis cosas —. Gracias, chica. Adiós —salgo corriendo. Ya al final de las escaleras freno mis pies —... Arg, no firme mi salida —regreso de nuevo.

Un grupo del trabajo viene bajando.

—Estaba buscándote —informa Alanah 1.2.

—Gracias —rio entre dientes.

—El viernes nos vamos de fiesta, estas invitada —propone una chica, la cual tampoco recuerdo bien su nombre. Perdónenme compañeros de trabajo. No convivimos mucho, olvidé sus nombres.

—En serio les agradezco. Salgo de viaje todo el fin de semana —sonrío como niña buena.

—La próxima vez —responde ella.

—Sí, los veo mañana. Adiós.

Firmo rápidamente y vuelvo a bajar corriendo.

Los chicos estaban a unos metros de mí, repaso el estacionamiento por completo, otra vez... ¿Akela? Siempre llega 15 o 20 minutos antes a cualquier lugar. Recuerdo ese horrible sueño. Mis manos están heladas. No, no, tranquila. 

Entra un Dodge Charger al estacionamiento. Respiro aliviada

Camino hacia el vehículo.

—Disculpa... —menciona saliendo del auto.

No lo dejo terminar. Rodeo su cuerpo fuerte. Haciendo presión entre mis brazos.

—Creí que te había pasado algo.

— ¿Qué sucedió?

—Tuve un sueño terrible, no he podido sacarlo de mi cabeza... Te cuento en el camino —me dirijo a mi lugar. Él abre la puerta. Se recarga en el contorno de la misma y me observa. Inclina su cuerpo dejándome sin respiración —. Olvidé saludar. Aloha —besa unos segundos mis labios, los suficientes para dejarme en las nubes.

—Hola —saludo emitiendo una tímida sonrisa. Cierra.

La bolita de mis compañeros nos mira nada discretos. ¿Por qué siempre termino siendo el centro de atención? ¡Lo aborrezco!

El vehículo inicia la marcha.

—Seré el tema de conversación mañana —frunzo la boca —, seguramente ya debo serlo, ayer me invitaron a comer. Hoy, a una fiesta el fin de semana... Olvídalo. ¿Cómo fue tu día?

Mira de reojo en mi dirección y curva sus labios un poco.

—Bastante trabajo. Ocurrió un inconveniente en el taller.

— ¿Todo bien?

—Sí, está solucionado... Háblame del sueño —viaja sus ojos un instante en mi dirección. Mi piel se eriza al recordar.

Un lugar de ensueño II 🌴[✔ Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora