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NARRA PISCIS

El domingo llego en un abrir y cerrar de ojos, en cuanto menos lo espere, ya me encontraba en la camioneta con el resto de los signos, la sola idea de volver a la cabaña de mi familia me aterraba, hace años que no iba, después de lo que paso con mi mamá.... además mi padre había olvidado que tenia una hija hace días, lo cual no me animaba mucho.

Esta semana había sido un poco extraña, cuando imaginaba al equipo de criminales, pensaba mas en un grupo de amigos, pero todos se resignaban a odiarse unos a otros y creerse superiores, por suerte había logrado una pequeña amistad con Libra, la chica era rara, con déficit de atención e hiperactividad, parecía que vivía en otro mundo, pero era agradable.

Justo ahora se encontraba durmiendo recargada en mi hombro, me sorprendía la cantidad de píldoras que tomaba día a día, justamente se había tomado un par antes de subir para el sueño, aveces me gustaría ser mas como estos chicos, ser espontanea, romper reglas, tomar lo que quiero, simplemente ser yo misma.

—Deja de pensar tanto —murmuro Libra aún en mi hombro.

—¿Qué? —pregunte confundida.

—Tu respiración se volvió mas lenta y cada vez que piensas algo profundo empiezas a hacer ruiditos extraños con la boca —explicó levantando la cabeza de mi hombro.

Aveces me sorprendía lo observadora que era esta chica.

—No es cierto —negué para salvar mi dignidad.

Libra solo soltó una risa que gritaba que no me había creído y que tenia razón. Yo también termine sonriendo ya que me gustaba sentirme cercana a ella.

NARRA SAGITARIO

Después de largas seis horas, que resultaron eternas por fin llegamos, en cuanto la camioneta se detuvo me pare de mi asiento junto a Acuario y sali de ahí, mis pensamientos no paraban de atormentarme y las palabras de Gem me perseguían siempre.

Al parecer me tocaba compartir cuarto con otras dos chicas, ya que asi lo había decidido Rist Gardian, esas chicas eran Aries y Tauro, Tauro no me desagradaba y Aries... bueno detestaba mas a su hermano.

—Gracias a Dios no me toco con Gem -—habló Aries entrando a la habitación.

Al parecer la mayoría de chicos la tachaban de traidora y preferían alejarse de ella. Había reglas de calles que nunca se rompían, una era la lealtad entre criminales.

—No creo que la chica sea tan mala —opinó Tauro—. Al principio sí, rompió la más grande regla, pero no podemos odiarla por siempre.

—Aún eres joven, Tauro, el perdón se gana —expliqué.

—¿Porque me tratan como una niña? —se quejó molesta—. Sagi tienes diecinueve y tu, Aries,  veinte, yo pronto cumpliré los dieciocho, no soy tan pequeña.

—Lo que digas, pequeña Tau —bromeo Aries.

Tauro solo rodo los ojos y después soltó una pequeña risa.

—Me estoy muriendo de hambre y escuche que Gardian nos tenía un banquete con fogata, deberíamos ir —sugirió la pequeña Tau.

—Pensaba bañarme antes —dijo Aries.

—Yo quería terminar de acomodar mis cosas —hable colocando mi ropa en el armario.

Tauro rodo los ojos nuevamente y se dejo caer en un sillón al lado de la puerta.

—¿Que haces? ¿No tenías hambre? —pregunto Aries.

—Si y mucha pero las puedo esperar.

Aries me miro confundida pero sabia lo que quería decir con su mirada, así que asentí.

Más que criminales [ZODIACO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora