🌻•Capítulo 44•🌻

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En el cumpleaños de Jaemin, incluso la mayoría de sus familiares de Gimpo habían aparecido en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.

La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse más y más de gente, de regalos y bandejas de comida que su madre, junto con la señora Huang, se encargaban de preparar en la cocina y ofrecer a todos.

Jaemin notó a Renjun incómodo con cada persona que entraba, más gente nueva y que no conocía, y vio como su novio se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaba cada vez más fuerte para que se pudieran escuchar.

Jisung y Chenle se quedaron todo el tiempo junto al chico mudo, Jaemin no podía pasar mucho rato con él por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde tan lejos por él.

Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar el feliz cumpleaños para Jaemin, Renjun sólo podía cerrar los ojos con fuerza y tratar de controlar sus temblores.

No entendía bien qué le pasaba, pero toda esa gente lo abrumaba, no le gustaban las multitudes, y tampoco que le robaran tanto tiempo con Jaemin.

El mudo no escuchó cuando Chenle preguntó si estaba bien, y tampoco cuando Jisung anunció que iría a buscar a Jaemin, sólo sintió cuando éste se inclinó hacia él, mirándolo con preocupación, y Renjun sólo pudo abrazarse a su cuello como un koala.

Jaemin decidió ir hacia afuera, invitó a Jisung y a Chenle para ir con ellos, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y prefirieron quedarse.

Así que terminaron ellos dos, con Jaemin sentado sobre el césped del patio y Renjun sentado sobre sus piernas, quién no dejaba de abrazarlo, escondiendo su rostro en su cuello.

—¿Te da ansiedad tanta gente? —preguntó Jaemin, Renjun asintió.

El cumpleañero dejó caricias en su espalda y besó su cabeza, hasta que el mudo se sintió mejor y se apartó un poco para mirarlo, y sonreír ligeramente.

Por su cuenta, Renjun se acercó a Jaemin para dejar un lento y cariñoso beso en sus labios, haciendo ruborizar a ambos, al separarse, Jaemin sólo pudo sonreír.

Renjun movió sus manitas, en signos que Jaemin le había pedido a la señora Huang que le enseñara, sabiendo que su novio los haría en algún momento.

"Feliz cumpleaños"

Jaemin tardó un momento en responder, alzando su mano con inseguridad.

"Gracias" dijo, con el gesto lento por la duda.

Renjun sonrió y asintió, haciendo entender que lo había hecho bien.

Continuaron en silencio un largo rato, Renjun no tenía su cuaderno, y Jaemin, por más que estaba aprendiendo las señas, no sabía las suficientes para establecer una conversación.

Así que sólo se encargaron de disfrutar el silencio, y del otro, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Jaemin desde la cocina.

Así que sólo se encargaron de disfrutar el silencio, y del otro, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Jaemin desde la cocina

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