Mute || Renmin

🌻•Capítulo 83•🌻

Renjun continuó murmurando, Jaemin ya se había acostumbrado bastante, así que se concentraba en la música que se escuchaba por el único audífono en su oreja, ignorando las miradas extrañas que Jeno comenzó a dedicarle al otro por el espejo.

No podía esperar menos, luego de más de una hora y media de viaje y que el chico continúe haciendo lo mismo.

A su lado, Jaemin notó a Renjun cabecear de sueño, con los ojos pequeños por lo mismo.

-¿Quieres dormir?- le preguntó el castaño.

Renjun negó.

-Falta bastante para llegar a Seúl. – habló Jeno, metiéndose en la conversación. - Tienes como una hora para descansar.

Renjun volvió a negar.

-Si de-jo de ha-blar... Per-deré. – se explicó el rubio con torpeza, hablaba en tono cansado, como si le hubiera agitado haber dicho unas cuantas palabras.

-¿Perder?-preguntó el mayor, mirando confundido al chico por el espejo.

- Mi voz. - Renjun parecía preocupado. - No ten-go que de-jar de ha

blar.

Jeno no sabía qué decirle, así que miró a Jaemin esperando que a él se le ocurriera algo.

El castaño acarició su cabeza con cariño.

-Bebé. - lo llamó, Renjun se volteó hacia él, dejando que su novio acariciara su mejilla. - Si quieres dormir, duerme. Verás que tu voz va a seguir allí.

Renjun negó con ganas.

-Si no está, la buscaremos de nuevo, ¿bien?- habló Jaemin con suavidad, de sólo pensar en eso Renjun se ruborizó completamente, escondió su rostro entre sus manitos, avergonzado de los recuerdos.

Jaemin no pudo evitar reír por el gesto del chico.

-Ya, tranquilo. - le habló el rubio de nuevo, acomodó la cabeza de Renjun sobre su hombro, dejando un beso en su coronilla. - Si quieres dormir, no te preocupes.

Jaemin tomó la mano de Renjun, entrelazando sus dedos, dejando caricias con su pulgar sobre el dorso de la pequeña y adorable manito de su novio.

Jeno los miró con ternura, y no pasaron diez minutos que Renjun ya respiraba con tranquilidad, sumido en el mundo de los sueños, apoyado cómodamente en el hombro de Jaemin.

Varios kilómetros después, el mayor preguntó:

-¿Cómo es eso de que encontrarán su voz de nuevo?

Jaemin alzó la vista de su celular y miró con cierto pánico a los ojos que lo escrutaban.

-Secreto profesional, lo siento.