🌻•Capítulo 81•🌻

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Pasaron los minutos y Renjun seguía sin poder dejar de llorar, ignoraba las palabras de Jaemin que intentaban calmarlo.

El castaño comenzaba a preocuparse un poco.

-Vamos a lavarnos, Renjunnie. - dijo, antes de cargarlo, con los brazos del otro rodeando su cuello y las piernas abrazando su cintura.

El baño era limpio, con una ducha especial para Chenle, y una silla de plástico donde el castaño se sentaba para no dañar la silla en la que se movía, y que Jaemin usó para sentar a Renjun.

Bañó el cuerpo de su novio primero, sus sollozos se habían calmado pero seguía dejando fluir lágrimas.

Al terminar lo miró dedicándole una pequeña sonrisa.

-¿Estás bien?

Renjun asintió, murmurando, no lo había dejado de hacer desde que habían acabado, Jaemin comenzaba a fastidiarse con eso, pero no podía culparlo, así que no dijo nada.

-Me ducharé rápido y saldré. ¿Quieres ir al cuarto y vestirte?

Renjun volvió a asentir, Jaemin dejó un beso en su frente antes de que se levantara, saliendo del baño.

Cuando terminó la ducha, se sorprendió al ver que Renjun, además de hacer lo que le había dicho, había ordenado toda la ropa que habían tirado y había sacado las sábanas manchadas.

-Hay que decirle a los demás. - dijo Jaemin, ya vestido, refiriéndose a la ya no-mudez de Renjun.

Tomados de las manos, salieron de la cabaña, con intención de ir al comedor, o a donde vieran gente.

Quizás para su desgracia, la primera persona que encontraron fue Jisung, quien se había quedado esperando en el comedor, mirando por la ventana hacia las cabañas, a que ambos chicos terminaran, y al verlos salir había ido corriendo hacia ellos.

-¡Mierda, Jaemin! ¿Qué eres? ¿Un vampiro?-habló, aún a unos metros de distancia, podía distinguir las marcas en el cuello de Renjun, sobresaliendo del cuello de su remera.

Parecía que iba a decir algo más, pero frunció el ceño al ver los ojos enrojecidos por el llanto de Renjun, y sólo le tomó unos segundos más en captar los murmullos que el pelinegro decía.

- ¡Renjunnie! -gritó con felicidad, abrazando al chico. -¿Qué pasó? ¿Puedes hablar? ¿Puedes decir Jisung? ¿Ji - sung?

- Ji-sung.

Renjun rió, por primera vez, para pedido de ambos, una risa dulce y tierna, llena de felicidad.

-Oh, Jaemin no llores, marica.

- Tú también estás llorando, marica.


Mute || RenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora